Un nuevo incendio, una nueva omisión, un nuevo daño al medioambiente, una ausencia más de protocolos de emergencia, porque el tema ecológico pareciera que a ninguna autoridad realmente le interesa.
Y es un asunto grave, los daños provocados por los incendios que se han registrado en el presente año en el Relleno Sanitario Municipal, deberían ser un tema que ya preocupe y ocupe a nuestras autoridades.
Ese triste paisaje que nos lleva del asombro a la indiferencia, que ya se nos ha hecho costumbre observar al surponiente, con la larga estela de humo que se forma en el cielo cada que a un inconsciente se le ocurre originar otro incendio, tarde o temprano nos cobrará factura.
Solo hace falta darse una vuelta por las colonias del sur de la ciudad para percatarse de los daños que estas peligrosas y hediondas emanaciones están provocando en aquel sector de la población, donde cada que se incendia el basurero están a la orden del día las migrañas, asfixias, mareos y vómitos entre los desafortunados juarenses que tienen que tragarse literalmente los olores.
¿Dónde están los regidores y diputados que se dicen siempre cercanos a su gente? No se les ha visto ni un pronunciamiento y mucho menos una visita, aunque sea de cortesía o ya de perdido una paseadita en sus carros de agencia por aquellos lugares.
El desorden que impera en el tratamiento final de la basura debería ser suficiente causa para que nuestros gobernantes implementen acciones más claras y contundentes para combatir estos incendios y a sus generadores.
Archivos periodísticos nos indican que durante el presente año, esta es la cuarta ocasión que se reporta un incendio de grandes proporciones en el basurero. No obstante, las autoridades tienen identificados otros tres eventos. El primero de ellos ocurrió el 22 de febrero, otro más el 20 de abril, y durante mayo, el día 9, se reportó el más feroz, ya que las autoridades tardaron dos semanas en sofocarlo.
Al mal procesamiento de la basura, donde poco importó por años mezclar los residuos domésticos con los industriales, se suma la presencia de personas que en busca de materiales reciclables, suelen o solían hacer quemas de cableado para sacar el cobre u otros materiales para vender por kilo en las recicladoras.
Hay quienes relacionan la creciente y cada vez más constante marea de fuego en el Relleno Sanitario con la salida de la empresa Promotora Ambiental, Sociedad Anónima (PASA), aunque la realidad es que el caos y la ilegalidad siempre han sido la constante en ese cochinero que tenemos por basurero, válgame el lector el pleonasmo.
Aunque en definitiva, literalmente no se ha presentado a ningún culpable directo de los incendios, los daños provocados terminarán por cobrar factura en nuestra población, principalmente en los grupos vulnerables, como lo son nuestros niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con comorbilidades.
Si en este momento las autoridades prefieren seguir jugando a la “papa caliente” y no asumen con seriedad el tema, serán ellos y no otros los principales responsables.
Es el momento de crear un verdadero plan de acción, que incluya medidas para atender este tipo de contingencias, planes de evacuación y atención inmediata a quienes están padeciendo esta calamidad.
El problema es dar el primer paso, que la autoridad tome la iniciativa y el liderazgo para interesarse de verdad por la población. Ahí se las dejo botando.
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Impunemente, sigue el mercado negro del agua en pipas que se extrae de pozos agrícolas en el Valle de Juárez, sin que la autoridad federal se atreva a intervenir, a pesar de que esta extracción ilegal del recurso hídrico significa el abatimiento de las cuencas de donde depende el consumo de los juarenses.
Norte digital denunció este ilegal negocio en un completo reportaje publicado el 11 de enero de este año, pero hasta la fecha, los piperos piratas siguen en el rentable negocio, mientras Conagua se sigue haciendo de la vista gorda.
Vecinos del balneario Los Olivos, localizado en la zona de El Sauzal, enviaron ayer a Mirone fotos y video de las pipas de hasta 30 mil litros de capacidad, que hacen fila durante todo el día para cargar agua en la garza ilegal que funciona en ese lugar, donde se abastecen para venderla en las colonias populares, en la industria de la construcción, en el llenado de albercas de residencias particulares y hasta en la industria maquiladora para sus depósitos.
Aunque la ilegal extracción y comercialización del agua de estos pozos de uso agrícola, ha sido denunciado reiteradamente por el Consejo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento a los representantes de la Comisión Nacional de Agua en el Estado, estos no hacen nada porque también participan de las ganancias que deja el tráfico del vital líquido.
Eso explica la confianza con la que los piperos, muchos de ellos adheridos a la CNOP, forman largas filas en el balneario de noche y de día, esperando turno para llenar sus cisternas que les dejan muchos miles de pesos de ganancias diarias.
Lo más grave del asunto es, que, si se trata de un recurso insustituible para la vida humana, que se está agotando a pasos acelerados en la región y obliga a las autoridades de los tres niveles a intervenir para conservarlo, ninguna instancia haga nada y permanezcan de brazos cruzados, echándose la pelotita unos a otros, mientras los criminales piperos se dan vuelo traficando con el bien más preciado en el mundo.
Si de plano, el Municipio y el Estado no pueden hacer nada porque se trata de pozos concesionados por la Federación, y los representantes de Conagua no tienen la menor intención de frenarlo, porque se les acaba el jugoso negocio; entonces solo queda la intervención de las organizaciones ambientalistas de la sociedad civil, para que el asunto trascienda fronteras y el mundo sepa que, en el desierto de Chihuahua, el Gobierno federal solapa el mercado negro del agua y está cometiendo el crimen de dejar a los juarenses sin agua. No hay otra.
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El Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado había presentado una serie de propuestas de reformas electorales que sonaban de avanzada, como la equidad en las candidaturas a presidencias municipales en los municipios más poblados de la entidad.
Sonaba bien, solo que la van a aplicar hasta el 2027, cuando este grupo político esté por entregar el poder. ¡Fíjate qué suave!
Vienen cambios en la conformación de las planillas de Ayuntamiento, la paridad de género y hasta en la boleta electoral… pero “ay pa´la otra”.
Entre ellas, la elección de regidores por voto directo mayoritario. Según se avanzó en la sesión de la Comisión de Participación Ciudadana y Asuntos Electorales —que terminó en la noche del lunes—, sí habrá voto por separado para elegir regidores, tal como lo pedía Morena, pero hasta la próxima. Es decir, que en las del año 2024 se irán otra vez con las planillas.
En lo que no hubo avance fue en eso de establecer una rotación de género para la elección de gobernador.
El problema es que no se ha avanzado en los detalles, pues aún no ha quedado claro si ese candidato o candidata a regidor va a representar a una demarcación específica, o va a tener qué recorrer todo el municipio para buscar el voto.
A ver qué pasa este miércoles, cuando el Congreso del Estado celebre su Período Extraordinario para aprobar la Reforma Electoral.
Será densa y maratónica la jornada, pues se va a leer un proyecto de dictamen de más de 200 cuartillas en las que Morena presentará un paquete de reservas que harán más lenta la “procesión”.
Nos dicen que, si han de ir a la sesión, lleven “lonche”, porque en una de esas y termina hasta avanzada la noche.
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El Congreso del Estado analiza una iniciativa presentada hace unos días por la bancada del PAN en la que se proponen sanciones de severas a muy severas a los negocios que vendan alcohol adulterado.
La propuesta va con todo, pues lo mismo pide ampliar las facultades de los inspectores de alcoholes al servicio del Gobierno del Estado, que aplicar multas que duelan en lo más profundo del bolsillo, para ver si así se desisten de andar vendiendo bebidas “patito”.
Para empezar, se le hinca el diente al dueño del establecimiento que venda ese tipo de “pistos” al hacerlo responsable de los daños que le cause a la salud de su cliente.
Es decir, que si vendió alcohol de ese casero, “bautizado” o “adulterado”, le van a cargar la cuenta de la enfermedad que le pegue a quien se lo tomó.
Más aún: al que sea sorprendido vendiendo ese tipo de alcohol, se le quitará la licencia de forma definitiva, pero aun así, eso es lo más “suavecito”.
Lo realmente rudo son las multas que contempla la iniciativa, que van de los casi cinco mil a los 46 mil pesos, es decir, de 45 a 450 UMAS, que al día de hoy están tasadas en 103.74 pesos.
Así que, a quien se le haga fácil vender bebidas en envases reutilizados, que no tengan registro o no hayan obtenido la licencia de las autoridades federales para salir al mercado, mejor piénsela o haga su “guardadito” para la multa y el pago de daños.