¿Cómo dice el corrido de Juan Charrasqueado? “Cuídate Juan, que ya por ahí te andan buscando…”. Pues la frase bien se le puede aplicar a un encumbrado funcionario, aunque habría que cambiarle el “Juan” por el de su nombre de pila.

Nos cuentan que es uno de esos servidores públicos que prácticamente se “encontraron tirada” la encomienda que ahora tienen, donde se gana mucho dinero en sueldos y compensaciones y además, se administra un presupuesto de miles de millones de pesos.

Desde Palacio le ha llegado el “¡Ya está bien, te compones o te compones!”, según nos han dicho. La verdad, se habían tardado.

El susodicho se la ha pasado del tingo al tango: ya un viaje para acá, otro para allá. Días enteros fuera no de la ciudad y de su encargo, sino del país, y cientos de miles de pesos gastados en pasear a sus consentidos, para llevarlos a actividades que poco o nada tienen que ver con su función.

Dinero gastado en esos “pitos y flautas”, mientras que las instalaciones a su cargo parecen bodegas abandonadas, sus empleados y personas atendidas tiritan de frío en el invierno o se cuecen a fuego lento en el verano, porque nada más no hay ambientación en los edificios, o equipamiento que parece de los año 80, pero cuando ya estaban descompuestos.

No es un cargo menor el que tiene este individuo al que “ya por ahí lo andan buscando”, así que más le vale que le ponga atención a su encargo, comience a arrojar resultados, le vaya mejor en su revisión de Auditoría en el 2024, o se tendrá qué despedir de su jugoso sueldo-compensación y sus boletos de viaje.

¿De quién se trata? Bueno, los signos son más que obvios, así que nada más les agregaremos que el “Cuídate, Juan…” bien puede decir “Cuídate, Luis…”.

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Consulta Mitofsky, la casa encuestadora campeona en generar controversias por lo sorprendentes –por decir lo menos– que resultan sus encuestas, ahora pone a Cruz Pérez Cuéllar como el alcalde mejor calificado… ¡del país!

Sí, así se vio y así luce en el tablero del ranking de alcaldes levantada por la empresa de Roy Campos durante diciembre de 2024.

El alcalde juarense aparece en ese nuevo tablero de popularidad en el sitio de honor, con un 56.2 por ciento de aprobación, solo dos décimas por encima de su colega de Hermosillo, Sonora, Antonio Astiazarán (PAN), quien cerró el año con un 56 por ciento de “likes”.

Marco Bonilla, el alcalde de Chihuahua que le tira a suceder en el cargo a su compañera de partido, Maru Campos, se fue al séptimo lugar, con un 54.9 por ciento.

Qué cosas con esos dos: ambos gobiernan ciudades de millón o más de habitantes y los dos arrastran consigo polémicas en torno a las casas donde habitan. Esa “casita” de 8 mdp de Marquito, sí que va a sonar en campaña.

Los dos, además, le tiran a la candidatura al Gobierno del Estado, uno, por Morena, y el otro, por el PAN o, si se puede, el PRIAN.

El rostro de uno aparece en cada esquina del municipio que gobierna el otro, mediante carteleras espectaculares que aparecieron mágicamente, porque nadie se hace responsable de ellas, supuestamente patrocinadas por medios de comunicación.

Recientemente, apareció en las puertas de las casas y los parabrisas de miles de automóviles un panfleto de 8 páginas donde se difunden las acciones de Pérez Cuéllar y una supuesta entrevista “exclusiva”.

Además de todo ese “egódromo”, los dos suspirantes traen su pique en las encuestas y, por lo pronto, en la de Mitofksy, va ganando el morenista juaritos. Que no se duerma, porque en una de esas y Bonilla le “aprieta” al acelerador y lo baja de ese lugar.

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Y siguiendo con la mencionada encuesta, este lunes se publicó la que mide la aprobación de la presidenta Claudia Sheinbaum en su primer trimestre de gobierno, o sea, de octubre a diciembre de 2024, y la verdad no le fue tan “pior”.

A nivel nacional, tuvo un 64 por ciento de “favorable” contra un 35.5 por ciento de desaprobación, mientras que en la región Noroeste, donde se ubica el estado de Chihuahua, el indicador sube todavía más hasta situarse en un 68.2.

Sin embargo, en Chihuahua, si bien no le va mal, tampoco anda en los cuernos de la luna, como en otras entidades donde le dan más del 70 por ciento de “likes” a su naciente gestión.

Con un 59.9 de aprobación, Chihuahua es el número 22 en cuanto a aprobación de la presidenta.

Lo llamativo del dato es que registró un incremento de aprobación del 2.8 por ciento.

Por cierto, tanto a prianistas como a morenistas les vendría bien prestar atención a estos datos: para los prianistas, la presidenta emanada de la 4T tiene voto aprobatorio en 31 de los 32 entidades del país.

Incluso en los estados de más rancio abolengo panista, como Guanajuato o Querétaro, trae números favorables. Hasta en Aguascalientes, el único estado donde no ganó, se carga un 60 por ciento de aprobación.

Ahora van las malas para los de guinda: en el penúltimo está Yucatán, estado que le acaban de arrebatar al PAN. ¿No será que ya se arrepintieron los de la “tierra del faisán y del venado”?

Los otros datos a apuntar es que el único estado donde andan debajo del 50 es Jalisco, donde, como es bien sabido, llevaron el litigio postelectoral hasta las últimas instancias.  Tal vez ese avorazamiento por quedarse con todo les restó votos.

Y el otro detalle, nada agradable para los del “segundo piso”: entre los últimos 10 lugares se encuentran seis estados gobernados por Morena: Colima, Nayarit, Michoacán, Sinaloa, Yucatán y Zacatecas.

Los datos ahí quedan, por si los quieren tomar.

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La posible oleada de migrantes deportados desde los Estados Unidos, que se espera inicie a partir del 21 de enero, encontrará al estado de Chihuahua sumido en una oleada de violencia que amenaza con prolongarse a lo largo del año.

En los primeros cinco días del año: del miércoles 1 al domingo 5 de enero, los organismos encargados de llevar la estadística delictiva del país ya colocan a Chihuahua en los primeros lugares de homicidios.

El organismo privado Ficosec, ya llevaba en su contabilidad 24 homicidios, 20 de los cuales ocurrieron en Juárez y 4 más en la capital. Y eso que faltaba la incidencia de este lunes.

Eso ocurre en una ciudad –Juárez– y un estado, como Chihuahua, que podrían ser de los más afectados por la expulsión de ciudadanos extranjeros que radican como indocumentados en los Estados Unidos.

La mañana de este lunes, la Mesa de Seguridad Estatal de Coordinación para la Construcción de la Paz, analizó el tema de migración en Ciudad Juárez, sobre todo, para revisar todo lo que tenga relación con la seguridad.

En días pasados, la gobernadora Campos le declaró al diario Milenio que Chihuahua no sería “santuario” de migrantes porque su presencia representaba un riesgo para la seguridad pública de la entidad y, acaso, un atractivo para las bandas delictivas que ahora se dedican más al tráfico de personas que al trasiego de drogas.

De acuerdo con un comunicado oficial, en la reunión de este lunes se analizaron “los ajustes necesarios para seguir mejorando la seguridad y el fenómeno migratorio, así como el trabajo de atención y contención a la violencia, que ha tenido resultados positivos”.

Lo de “positivos” está por verse, porque ni la cifra más conservadora, que es la de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) permite hacer proyecciones optimistas.

Al 5 de enero, y con datos preliminares, la SSPC ya había contabilizado 18 homicidios en el estado de Chihuahua.

Con las cifras de Ficosec, que son producto de un registro basado en las publicaciones en medios de comunicación, se sostienen a lo largo del año, estaremos cerrando con más de mil 700 homicidios.

Y eso que todavía no empieza el fenómeno migratorio de “allá para acá”.