A Jaime Flores Castañeda le cayó el chahuistle, con rostro de Martín Chaparro, por andar haciéndole trabajos campañeros a Cruz Pérez Cuéllar, en lugar de cumplir las tareas por las que se le paga en el DIF municipal.
Y eso, si es que de verdad tenía tareas en el organismo descentralizado municipal, ya que todo apunta a que más bien ocupaba una aviaduría, gracias a su amistad con el hoy alcalde con licencia.
Todo empezó con la aparición del exdiputado federal por el PRI, en la conferencia de prensa que el pasado lunes encabezó Pérez Cuéllar para anunciar que se adherían a su campaña varios priistas desilusionados con su partido.
Esa misma mañana, se supone que Jaime debería estar trabajando en el DIF, en donde cobra desde noviembre del 2021, cuando lo jaló Cruz para operarle trabajo político, tanto a él como a la presidenta del DIF y esposa del alcalde, Rubí Enríquez.
De acuerdo con los registros de la Plataforma Nacional de Transparencia, el también exdirector de la Operadora Municipal de Estacionamientos en la administración de Enrique Serrano, estuvo cobrando 33 mil pesos de salario mensual bruto como “staff” en el DIF municipal.
Fuentes mironianas cercanas al DIF señalan que Jaime sí estuvo trabajando ahí en un principio, pero todo cambió a la llegada de Lucía Chavira como directora, desde finales de enero del 2022, el priista fue desplazado.
No hizo click con la esposa del exalcalde de la capital y aliado de Cruz, Marco Quezada, pero en lugar de darlo de baja, se le mantuvo en la nómina, sin tareas claras conocidas por lo que ahí sí trabajan.
Después de su aparición del lunes, Flores Castañeda anduvo haciendo declaraciones para defender su incorporación al equipo campañero de Cruz. Incluso aclaró que no renunciaba al PRI y hasta destacó el trato de su amigo expanista y ahora morenista, de quien dijo que “es una dama”.
Cuando los periodistas cuestionaron al alcalde en funciones por la situación de Flores Castañeda, Martín Chaparro respondió que investigaría el caso y sancionaría de ser necesario.
Pues no se ha hecho oficial, pero ya trascendió que el profe ordenó desde la noche del jueves la baja del priista apoyador de Cruz.
También se sabe que Chaparro trae en la mira a un grupo de empleados de la Dirección General de Desarrollo Social, supuestamente porque en horas de trabajo se la pasan en tareas proselitistas, sin que se quiten para nada los chalecos de Morena.
Hugo Vallejo Quintana, quien era titular de la dependencia, sí pidió licencia para irse a la campaña de su jefe Pérez Cuéllar, pero al parecer aprovechó el viaje para jalar a quienes siguen ahí como trabajadores municipales. Habrá que ver qué papel ha jugado en este asunto el encargado actual del changarro, Ernesto Carlos Silva Doray, a quien colocó ahí provisionalmente el profe Chaparro.
También falta ver si ahí queda la cosa con Flores Castañeda, ya que distintos actores opositores a Morena anunciaron que presentarían denuncias, tanto del terreno electoral como en materia penal.
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Los del Tribunal Estatal Electoral (TEE) no lo van a admitir, pero su “hermano mayor”, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf), les puso una buena exhibida con el caso del diputado y candidato morenista, Cuauhtémoc Estrada Sotelo.
En ese veredicto, le devuelven la tarea al TEE y le piden que la vuelva a hacer. Si eso no es un regaño y una exhibida, entonces, ¿por qué en la escuela nos dolía tanto cuando el maestro o la maestra nos devolvía los trabajos, por mal hechos?
Para hacer un poco de memoria, el TEE se aventó una “Sesión de sábado por la noche” el pasado 30 de abril, para resolver en torno a la denuncia que había interpuesto la diputada “morenista” Adriana Terrazas en contra del coordinador de la bancada del partido guinda, Cuauhtémoc Estrada.
En sustancia, lo que resolvió el TEE en aquel entonces fue que el líder parlamentario del partido de la 4T cometió “violencia política en razón de género” cuando intentó separar a Adriana Terrazas del grupo parlamentario de Morena en el Congreso del Estado de Chihuahua.
Por ese motivo, la “tremenda corte” chihuahuense sentenció a Estrada a ofrecer una disculpa pública a su compañera legisladora, que se le registre en el padrón de violentadores por cuestiones de género y, peor aún, que fuera inhabilitado para participar en las próximas elecciones locales.
Como siempre ocurre en estos casos, el sancionado acudió a la instancia federal, que es la Sala Regional con sede en Guadalajara del Tepjf, y este emitió su dictamen el pasado jueves, en el cual, palabras, muchas palabras más, y palabras menos, le devuelve el trabajo al tribunal chihuahuita y le pide que haga otro dictamen, sin meter su cuchara en asuntos legislativos.
¡Sopas! O sea que, dicho de otro modo, les mandaron decir que lo suyo, lo suyo, lo suyo, son las elecciones, no si los diputados se llevan pesado.
Así que ahora el tribunal que preside Roxana García, tendrá que abrir el cuaderno y volver a pasar todo en limpio, como cuando nos reprobaba el maestro.
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¿Qué pasó con la UACH y la UACJ, con los Tec 1 y 2? ¿Por qué sus estudiantes, académicos y personal administrativo no participaron en el Simulacro Universitario 2024, celebrado el 7 de mayo pasado?
Así, como para hacer un recuento, les comentamos que, en ese proceso, organizado en su totalidad por personas que estudian o trabajan en planteles de educación superior, participaron 480 instituciones de diversas partes del país, de las cuales 18 son de Chihuahua.
El resultado en Chihuahua fue del 58 por ciento de los votos a favor de Claudia Sheinbaum, de Sigamos Haciendo Historia, la 4T, pues; 25 por ciento para Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, y un 12 por ciento para Xóchitl, de Fuerza y Corazón por México.
Ninguna de estas son la Universidad Autónoma de Chihuahua, la Autónoma de Juárez o los Tecnológicos, que son los centros educativos de nivel superior con la mayor cantidad de alumnos y trabajadores.
¿Entonces? Según nos cuentan, fue porque los respectivos rectores: Luis Alfonso Rivera Campos, de la UACH, e Ignacio Camargo Nassar, no se atrevieron siquiera a “pedir permiso”.
No es que les hayan dicho que no, sino que ni siquiera preguntaron. Mejor, para no meterse en problemas, le cerraron la puerta a un ejercicio que atrajo a más de 300 mil participantes, según los organizadores.
No obstante, el simulacro obtuvo 8 mil 651 votos en los 18 planteles donde se instalaron mesas receptoras de votos en el estado de Chihuahua.
¿Son muchos, son pocos? Depende “del cristal con que se mira”, diría el poeta Ramón de Campoamor.
Según cifras de la Secretaría de Educación y Deporte, en Chihuahua hay más de 130 mil estudiantes de nivel superior, en las diversas universidades y tecnológicos existentes, tanto públicas como privadas.
Si vamos a esa comparación, pues son muy pocos, algo así como el 5 por ciento.
Ahora bien, que se haya alcanzado esa participación sin la UACH y la UACJ, eso ya es otra cosa.
Interesante hubiera sido ver cómo se comportó el voto en esas dos universidades en un ejercicio en el cual los electores sufragaron como si fuera una elección constitucional, cruzaron una boleta en secreto, la doblaron y la depositaron en un ánfora muy parecida a las que usa el INE.
¿Qué hubiera pasado? Ya para qué preguntarse. Mejor sería preguntarles a los dos rectores por qué le “sacaron al parche”.
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Si usted suele ser de ese tipo de conductores que siempre va con prisa y acostumbraba aprovechar los abandonados carriles confinados tanto en la avenida Tecnológico como en la Manuel Gómez Morín, es tiempo de que detenga sus malas prácticas, porque le va a salir cara la multa.
A 48 horas de que se diera el arranque oficial de las operaciones del BRT-2, el representante del Gobierno del Estado, Oscar Ibáñez y el presidente municipal Martín Chaparro Payán, se reunieron para tomar acuerdos para el buen funcionamiento del sistema de transporte público.
Uno de ellos fue sentar a los representantes de Transporte Público estatal y de la Coordinación General de Seguridad Vial, medida que en apariencia es tardía, sin embargo, parece que los acuerdos vienen con mano dura.
El uso del carril confinado está prohibido a particulares, sin embargo, en meses anteriores se estuvo tolerando la circulación y perdonando la multa a quienes incurrían en la falta.
Con la puesta en marcha de la etapa de prueba, aquellos automovilistas que se metan al carril confinado, deberán pagar cerca de 3 mil pesos y no es un invento que se hayan sacado las autoridades, así está estipulado en el Reglamento de Vialidad y Tránsito del Municipio de Juárez, en los artículos 71 y 113.
Se vienen operativos especiales para que los automovilistas no entren a esa vía exclusiva de los autobuses, vamos a ver de cuántos miles de pesos habrán de desprenderse los conductores kamikazes que suelen no respetar el reglamento vial.
Esperemos también que esta medida no se convierta en una nueva modalidad para que los agentes se pongan más mordelones de lo que ya andan.
Sobres esto último, no es que este Mirone sea un ave de mal agüero y quiera darle un zape a los muchachos de Seguridad Vial, pero nada más hay que recordar los números que recién el mes de abril presentó la asociación civil Plan Estratégico, que me los dejó como palo de gallinero por los altos índices de corrupción que manejan.
Entonces, mi estimado lector, evítese el “oríllese a la orilla” y respete los carriles que le darán mayor movilidad a la población.
Por cierto, las mismas autoridades ya dijeron que el inutilizado carril del BRT-1, el que corre por el eje vial Juan Gabriel y el bulevar Zaragoza, ese sí se puede utilizar por parte de los automovilistas, para que no se deje sorprender, nada de que a “Chuchita la bolsearon”.