Dinero, estrategia y discurso conforman la trifecta de la carrera por la gubernatura. Del orden o el peso que los candidatos den a cada uno de esos elementos dependerán las posibilidades de hacerse del poder.
La etapa de precampañas en que se encuentra ahora el proceso electoral permite avizorar las líneas que están marcando en su discurso cada uno de los personajes, su apuesta personal y de grupo, lo que ventilan, sus pretensiones de reivindicación o continuismo, en dónde y con quiénes se ubicarán.
Por ahora, los precandidatos solo han mostrado parte del discurso y perfilado tenuemente el patrocinio económicos tras de sí, por ello esta entrega se enfocará en el qué dijeron y cómo lo hicieron durante su debut de precampaña.
Los politólogos definen que el discurso del poder tiene como objetivo central convencer, cambiar, dirigir, disuadir, manipular, actuar sobre la masa social estratégicamente, administrar los consensos y los disensos, y especialmente en la campañas electorales su fin es inducir el voto ciudadano a favor de un determinado candidato.
Estos primeros tres días arrojan datos valiosos para que los grupos de think tanks (asesores o expertos), trabajen en los war rooms (cuartos de mando) donde se definirán y evaluarán estrategias de marketing (propaganda), remasterizarán imagen de los contendientes y se perfilarán los próximos debates electorales entre los abanderados de los partidos políticos y ahora con la novedosa figura de candidatos independientes.
Mirone no quiere parecer fresón, importando términos del idioma inglés, pero a los políticos del solar les encanta pagar enormes sumas a empresas consultoras que solamente los usan, aunque ellos no sepan ni de qué se trata.
Si por las vísperas se saca el día, las tres principales banderas de las opositores al grupo en el poder y su partido el PRI son los señalamientos sobre corrupción, la deuda pública y la presunta intención de perpetuarse en el Gobierno por medio del candidato aliancista, Enrique Serrano. A la inversa, también la corrupción y las ligas con el narco son los primeros elementos lanzados.
Para ir viendo como masca la iguana, empezaremos a desmenuzar puntos clave de lo expresado por los precandidatos en sus primeros eventos de corte partidista.
Serrano, entre el deslinde y la identidad con Palacio
Lo primero que hizo Enrique Serrano, precandidato de la alianza Juntos Hacemos Más, conformada por el PRI–Panal–PVEM–PT, fue intentar deslindarse del gobernador, al negar estar bajo su sombra.
En el siguiente movimiento agregó al discurso la autoacreditación como un hombre honrado, producto de “la cultura del esfuerzo”, con base en la cual logró escalar profesional, económica, social y políticamente. Remix, Luis Donaldo Colosio, el fallido candidato presidencial del PRI en 1994.
El jueves, en la reunión central de su primer día de campaña, Serrano quiso identificarse y comprometerse a fondo con los jóvenes del PRI, mover sus emociones como dicta el librito; para lograrlo soltó una frase perrona, de las que les gusta a los chavos: “daré mi vida por Chihuahua si es necesario”, les dijo emocionado con la voz en cuello.
Quién sabe si los think tanks contratados por el PRI salieron patito y no saben hacer la chamba previa que requiere el precandidato. Una expresión similar usó hace seis años César Duarte, el 4 de marzo del 2010.
En su precampaña a gobernador afirmó ante los priistas de la frontera estar dispuesto, si fuera necesario, “a dar la vida para rescatar a Ciudad Juárez”, frase que reacomodó después en el segundo informe, el 30 de septiembre del 2012, en el donde, para consolidar la paz, el titular del Ejecutivo ofrendó de nuevo, “daré todo, hasta la vida misma si es necesario”.
La propuesta del precandidato del tricolor fue compacta: más empleos y mejor pagados para los jóvenes, seguir impulsado el desarrollo de Chihuahua y abatir el rezago social.
Y aun cuando el precandidato priista está respaldado por otros tres partidos políticos aliados, la instrucción del presidente nacional, Manlio Fabio Beltrones, es que en las propuestas y en la construcción del discurso la plataforma electoral del priista se debe imponer la institución tricolor.
Ante esa indicación, los eventos del precandidato priista se han centrado en la estructura priista; a medida que avance el proceso, se irán incorporando encuentros con la militancia de los partidos aliados y aparecerán la exdiputada Lilia Águilar Gil, del PT; la diputada María Ávila, del Verde Ecologista, o el dirigente del Panal, César Tapia, en apoyo al abanderado del PRI Enrique Serrano.
Para estar en condiciones de hacer eso los aliados deberán hacer a un lado sus propias propuestas partidistas, como el rechazo a la reforma energética y la laboral que marca la plataforma petista; o la exigencia de una regulación ambiental estricta o los panalistas abstenerse de cuestionar la reforma educativa.
Hechas a un lado las diferencias de sus respectivas plataformas electorales, los partidos aliados, Verde Ecologista, del Trabajo y Nueva Alianza, y sus dirigentes no tendrán de otra que ajustar el discurso sobre la línea del continuismo y la identidad con la actual política del Gobierno estatal marcada por el PRI y su hoy precandidato, Enrique Serrano.
Corral, el provocador
Apenas resultó designado precandidato del PAN al Gobierno del Estado, el senador con licencia Javier Corral se ocupó en definir los objetivos de su campaña de provocación: por un lado el gobernador César Duarte y Enrique Serrano y por otro la militancia panista y la sociedad civil. Al independiente Barraza lo dejó de lado.
La línea discursiva del precandidato panista marcó un ataque frontal y directo sobre la imagen del gobernador Duarte, con los temas mas ríspidos.
Corral llegó a provocar reacciones y lo consiguió, el gobernador Duarte respondió con el expediente de los hermanos incómodos del panista, acusándolos de participar en el narcotráfico.
La otra provocación del precandidato panista se está dando ante sus correligionarios, a los que dirigió un discurso para engancharlos: conciliador, emotivo, propositivo, ideológico y concreto, reconociendo incluso diferencias internas superadas.
“Nos removió ideales, orgullo y dignidad, hace mucho que no veía esta reacción en el partido”, comentó emocionda Blanca Gámez a varias mujeres del blanquiazul en el arranque de precampaña en Chihuahua.
Poco antes el propio precandidato reveló que él no iba a participar en la contienda, y fue Santiago Creel, el secretario de elecciones del CEN panista, quien lo convenció con un análisis y una propuesta llamativa, respaldada por el presidente nacional, Ricardo Anaya, y el expresidente Gustavo Madero, que colocaron a Chihuahua como prioridad electoral para el PAN, entre los 12 estados que renuevan gubernatura este año.
En sus propuestas de acción, el panista apuntó el combate a la corrupción, la impunidad, inseguridad, cambio del modelo de desarrollo del estado, atacar la desigualdad social, enfoque sustentable con atención al deterioro ambiental y protección y respeto a los derechos humanos.
Organizaciones sociales, grupos de activistas defensores de derechos humanos, feministas, ambientalistas, y grupos de base de la Iglesia católica, trabajan en una agenda común que empezaron a negociar con el precandidato del PAN, Javier Corral y con su coordinador de alianzas civiles, Gustavo Madero.
Del lado del senador con licencia aparecerán figuras de los movimientos de izquierda, como Alma Gómez, Víctor Quintana, Jaime García Chávez, Lucha Castro, Víctor Orozco, Emilia González y dirigentes de organizaciones de productores, y condicionar el discurso del panista a un giro reivindicatorio de sus demandas, conceptual e ideológicamente distintas a la plataforma electoral del PAN.
Cruz, por romper el bipartidismo
Expanista y ahora precandidato a gobernador de Movimiento Ciudadano Cruz Pérez Cuéllar está planteando como premisa la ruptura del bipartidismo PRI–PAN de Chihuahua.
Cobijado por los desertores del PAN que se han refugiado en las siglas del MC, aseguró estar en condiciones de competir para ganar el Gobierno, captando la participación ciudadana con propuestas precisas como la de potenciar el desarrollo económico que ya tiene la entidad, la incorporación de figuras de democracia participativa como revocación de mandato y la intervención en las asignaciones presupuestales.
Panistas injertados en la izquierda
Los precandidatos del PRD, Jaime Beltrán del Río, y de Morena, Francisco Javier Félix Muñoz, iniciaron precampañas simbólicas. Sin discurso, sin propuesta hacia los militantes de los partidos que les postularon.
En ambos casos sus primeros planteamientos fueron generalidades como impulsar un cambio de fondo, mejorar la calidad de vida, la educación, los servicios.
Algo más frontal, el precandidato de Morena criticó la corrupción gubernamental de los gobiernos emanados del PRI y el PAN.
Barraza, acotado legalmente.
El agotamiento del modelo de partidos, la ciudadanización del Gobierno, combate a la corrupción y rendición de cuentas son los ejes principales planteados por el precandidato independiente a la gubernatura.
Impedido legalmente para iniciar precampaña no ha expresado aún un discurso formal, pero a pesar de esas limitaciones para fijar postura respecto a los que son sus contendientes, Chacho Barraza ya obtuvo el compromiso público del Partido Acción Nacional y su precandidato de que él no está colocado como el adversario a vencer. Por el momento.