Poderes de la Unión: entre la tómbola y el mundo al revés
Sí, engañados, porque desde la primaria nos enseñaron que México era una “República representativa” con una división en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Nos decían los maestros que, “como su nombre lo indica”, el Legislativo es el que hace las leyes; el Ejecutivo es el que las ejecuta –o sea, el que hace la talacha– y el Judicial es quien vela por el respeto a nuestra Constitución y nuestras leyes.
Luego nos hacían esas preguntas en los exámenes y hasta el más reprobado se las sabía de memoria.
Pasados los años, cambiados ya los libros de texto y en medio de una “nueva escuela mexicana”, ya no sabemos si entendimos mal o nos dijeron “piñaventuras”, como decíamos en la primaria.
El Legislativo y el Ejecutivo ahora fungen como poder Judicial, porque deciden qué acatan y qué no; determinan lo que se va a poner en práctica, cuáles fallos judiciales son válidos y háganle como quieran, al fin que tenemos “35 millones de votos”. Ándenles pues.
Desde la tribuna de la “Mañanera del pueblo” se acusa y se juzga, en el mismo rato, a quienes no estén de acuerdo con el gobierno establecido, particularmente, si son miembros del Poder Judicial.
Esto, de plano, ya no es el “mundo al revés”, es una auténtica tómbola.