En un conjunto de pirotecnia política, efectos especiales y grilla con piquetes de ojos y zancadillas, se pueden resumir los trabajos que el Congreso del Estado vino a realizar a Juárez, al trasladar las sesiones legislativas al Centro Cultural de las Fronteras, de la UACJ.

Comenzando por el petardo de TNT que los diputados lanzaron a los chihuahuenses, al aprobar por unanimidad que se reduzca la pena por extorsión agravada, del Código Penal del Estado, para que los malandros que le quitan el dinero a la gente bajo amenazas, le queman sus negocios o les causan daños psicológicos incurables, no sufran tanto en prisión. ¡Pobrecitos!

Con el pretexto jurídico de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consideró que la pena de la agravante no es proporcional y la declaró inconstitucional, los diputados locales le aplicaron su respectivo descuento y fijaron la pena máxima en 30 años, sin considerar que la extorsión sigue siendo el negocio preferido de moda de la delincuencia organizada, y también de la desorganizada, que lo mismo atacan a un modesto tendero que a un profesionista.

Por otro lado, los efectos especiales los protagonizaron los diputados y diputadas, integrantes de la comisión de seguimiento de la tragedia en la estación migratoria, del pasado 27 de marzo, porque lo único que acordaron fue seguir citando a funcionarios y civiles que aporten información sobre el triste caso que fue escándalo mundial.

Si el problema aquí, es que no están detenidos todos los presuntos responsables, ni se han indemnizado a las familias de las víctimas, ¿para qué seguir con la pantomima de una supuesta investigación, que solo es una vil simulación para hacer ver como que trabajan en el caso?

Otro de esos efectos especiales, que se aplicaron para desviar la atención de lo urgente, fue el dictamen del Congreso para que la práctica vaquera del rodeo y la Cabalgata Villista, sean considerados como patrimonio cultural inmaterial de Chihuahua, “para proteger las tradiciones y elementos que dan identidad a las y los chihuahuenses.”

Aquí es donde surge la pregunta mironiana incómoda: ¿y las verdaderas urgencias que tiene la ciudad, como la impunidad y falta de una efectiva procuración de justicia, la crisis migrante que sigue agravándose y las tarifas eléctricas de verano, que pondrán a sufrir a miles de usuarios del servicio de la CFE, por citar solo algunos de los problemas locales?

¿Esos cuándo se abordarán? O, según el criterio de la legislatura, ¿es más importante el costoso deporte del rodeo y la práctica de una bonita tradición, como es la Cabalgata Villista, que los problemas sociales, de seguridad, de justicia y la economía del hogar que afligen a los juarenses?

Finalmente, la grilla, la jiribilla y el lanzamiento de dardos tóxicos, estuvieron a cargo del diputado panista Gabriel García Cantú, cuando les reprochó a muchos diputados, sin decir su nombre, que viven en El Paso y por eso desconocen la realidad de la problemática fronteriza.

Ese punzante señalamiento les rozó sin duda a varias diputadas morenistas, pero también astilló la silla de varios panistas, hombres y mujeres que tienen casa en la vecina ciudad.

El aspirante a alcalde, también repartió leña contra la administración municipal, cuando criticó el estado en que se encuentran muchos parques y sugirió que se entreguen a organizaciones civiles para su atención y cuidado.

Sin duda alguna, el diputado escupió pa’ arriba, porque como miembro distinguido del organismo público descentralizado, que administra o debe administrar el Parque Central, no ha hecho nada para rescatar del abandono en que se encuentra este importante pulmón verde.

¿Si no es guarín, cómo se le ocurre criticar las condiciones en que están los pequeños parques de las colonias, cuando el segundo en importancia de la ciudad, que recibe miles de visitantes por año, y que tiene bajo su responsabilidad, está en condiciones de desastre, deforestado y con un lago apestoso que da vergüenza?

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Siguiendo con el miércoles de frutas y verduras, perdón del PAN, muy buena grilla se ha desatado en las filas del Comité Municipal del PAN contra dos de sus distinguidos militantes, que a pesar de que disfrutan de un jugoso hueso y cobran en el Gobierno del Estado, le tienen prendidas muchos veladores a Morena para el 2024.

Se trata de los panistas de hueso azul José Meraz y Oscar Berumen, secretario técnico y director de vinculación de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, respectivamente, quienes en días pasados se desvivieron en atender, con sus respectivas rodilleras bien colocadas, al delegado de Bienestar, Juan Carlos Loera, en un evento de entrega de becas y pensiones que tuvo lugar en las instalaciones universitarias.

Las desmedidas muestras de afecto que le dispensaron y que se ven en las fotos que los mismos panistas hicieron circular, pararon las antenas de funcionarios estatales, que miran con desconfianza que tales deferencias no son simples actos de cortesía, sino un vil cortejo a las siglas enemigas.

“Una cosa es Juan Domínguez y otra cosa es no la chifles, que es cantada”, fue uno de los comentarios que les llovieron en las redes azules.

“Está bien que no quieran que Cruz se reelija como alcalde, pero no se vale que le hagan el trabajo a Loera, cuando el PAN tiene también sus corcholatitas que andan haciendo su luchita”, fue otra de las críticas.

La actitud lisonjera que ambos funcionarios de la Universidad Tecnológica mostraron en las gráficas, solamente comprueba el rumor que se escucha desde hace varios días entre los panistas que se encuentran en la banca, esperando una oportunidad de subirse al presupuesto estatal: hay traidores en la burocracia panista que le apuestan y trabajan soterradamente por Morena, con miras al 2024.

Ahí está el ejemplo de Javier Palacios, que después de muchos años de mamar de la ubre de los Gobiernos panistas, cambió de piel como las víboras, y ahora anda reclutando panistas decepcionados para las filas morenistas.

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La designación de un titular para el Comité Estatal de Búsqueda se ha vuelto casi un secreto de estado, porque nadie, ni siquiera los interesados en el tema, quieren ventilar el tema.

Es tal el grado de jaloneo que se traen organizaciones sociales, autoridades y hasta partidos políticos, que el único acuerdo que están respetando es el de no revelar los nombres de los tres aspirantes a ocupar el cargo.

Y más vale que no lo hagan, porque en cuanto trascienda, el mencionado podría salirse “de la foto” y caerse de la rama cuando aún no ha empezado a trepar al árbol.

Hasta la fecha, lo único que ha trascendido es que se violará la legislación estatal, por no cuidar la proporción de género en  el procedimiento de selección, ya que de tres aspirantes, son tres hombres.

No es gratuito que esta equitativa e incluyente columna se haya referido a “los aspirantes”, porque todos son varones, ni una mujer.

Suena irónico que el organismo creado a expensas de un movimiento social que en gran medida ha sido impulsado por madres de personas desaparecidas, y por mujeres activistas que empujaron todo tipo de banderas sociales, no contemple precisamente a una mujer para hacerse cargo.

Dicho sea en términos de tira cómica, que esto quedará como un “club de Tobi” donde “no se admiten mujeres”, como decía la historieta de la Pequeña Lulú.

En tanto se toman el tiempo y se guardan sus cartas para que nadie las vea, el fenómeno de la desaparición forzada de personas continúa en Chihuahua, donde se estima que hay más de 13 mil denuncias de personas cuyo paradero se desconoce.

Ahora, con las nuevas oleadas de migrantes, se teme que el fenómeno aumente y, con ello, la demanda social de que los Gobiernos hagan algo para encontrarlos.

Así que buena chamba le espera al futuro comisionado, pero más vale que lo elijan cuanto antes y que se ponga el overol para salir al campo a ayudar en las labores de búsqueda.

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Por cuarto mes consecutivo, el alcalde de Juárez aparece en la lista de los 5 alcaldes fronterizos mejor evaluados en la encuesta de Consulta Mitofsky publicada el martes pasado.

Según este estudio realizado en las 10 alcaldías de los principales municipios de la frontera norte, Cruz Pérez Cuéllar obtuvo una calificación de 55.7 que lo colocó en el cuarto sitio de los alcaldes mejor evaluados.

Los primeros dos sitios los ocuparon las alcaldesas Norma Treviño, de Piedras Negras y Carmen Canturosa, de Nuevo Laredo, mientras que el tercer lugar lo obtuvo Edgar Darío Benítez de Tecate, apenas dos décimas arriba de Pérez Cuéllar.

El quinto lugar fue para Mario López, de Matamoros, mientras que los cinco restantes quedaron en Reynosa, Nogales, Mexicali, Ciudad Acuña y el último sitio como la peor evaluada, fue para la presidenta municipal de Tijuana.

Este ejercicio lo realiza mensualmente la empresa de Roy Campos, evaluando a 150 alcaldes de las ciudades más grandes del país, así como los 10 más grandes de la frontera con los Estados Unidos.