Hay inquietud en el Club Campestre porque nomás no avanzaron las investigaciones por el desfalco de 21.5 millones de pesos.

Ni siquiera el gerente administrativo Alberto Medina, quien se echó toda la barra, pisó la cárcel, ni se ha regresado el dinero, ni se agotaron las líneas de investigación (siguiendo la ruta de las transferencias) para ver si algún directivo del Club resultó beneficiado de los desvíos.

Nada ha pasado por el lado de la Fiscalía y todavía están pendientes las sanciones por parte de los órganos internos del Club, luego de que la Comisión Especial encontró responsabilidad en otras cinco personas, aparte del exdirector general del Campestre, Héctor Armando Martell, quien, al igual que Medina, su subordinado, eran personas externas, contratadas por la directiva del Club.

Pero de adentro, el informe de responsabilidades, también encontró omisiones en quienes fungían como presidente y tesorero, Sergio Guzmán Castañeda y Jaime Merín, respectivamente, además de los tres integrantes de la Comisión de Vigilancia: José Jaime Hernández Rodríguez, Federico Valdez Hernández y José Alejandro Becerra Cegliastro.

Todos fueron omisos en sus obligaciones para ejercer sus funciones de fiscalización, control y vigilancia en detrimento de los recursos y el patrimonio del Club.

Ya el presidente Guzmán fue sancionado, pero por un tema menor, el del contrato leonino y sin autorización del Consejo de Directores, ni de la Asamblea General, en favor de la empresa que renta los carritos de golf, otro asunto que investigó y destapó la Comisión Especial.

Por esa transa, Guzmán fue sancionado con tres años de no poder entrar al Club, así que, en proporción, por el tema de no vigilar el desfalco de los 21.5 millones, hay quien pide que ya nunca se le deje entrar. Aunque la verdad es que la máxima sanción reglamentaria es por cinco años.

Lo último que se supo en el Campestre es que, con independencia de ese castigo faltante, el expresidente ya anda buscando un amparo de la justicia federal para darle para atrás a la sanción, la cual establece que él no entre al Club, pero mantenga el pago de su cuota mensual de 7 mil 500 pesos.

Se comenta que Guzmán verá si procede y, si no es así, mejor dejará de pagar, no importa que eso implique perder su acción de 25 mil dólares en el Club. Luego podría comprar otra.

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Ahora que se puso sobre la mesa la alternativa de Centro de Convenciones de Ciudad Juárez en un predio de la Vicente Guerrero, vendrá una discusión interesante sobre su viabilidad.

“A caballo regalado no se le ve el colmillo”, dice el refrán popular, pero aquí hay tanto en juego para la ciudad, que verdaderamente se debe revisar si conviene quedarse con el caballo completo.

Ya han ocurrido muchas pifias en torno a la ubicación del Centro de Convenciones, como para que se caiga en una más, por lo que los pros y contras deberán discutirse abiertamente.

Antes de que se conociera la oferta de donación, a ese predio se le habían puesto peros, desde el propio Fideicomiso, sobre todo por la saturación que ya existe en esa zona de la avenida Vicente Guerrero, principalmente por la operación muy cercana del nuevo Hospital Regional #2 del IMSS, además del Hospital Infantil de Especialidades.

Además, el predio está cercano a un crucero vial bastante saturado, el de Vicente Guerrero y Tomás Fernández. Es una buena zona, céntrica y consolidada, con conectividad a los puentes internacionales y cerca del borde fronterizo, pero carente de espacio para estacionamiento.

De hecho, ya está ahí el problema de falta de espacios para quienes acuden al Hospital del IMSS. El predio de cuatro hectáreas es menor al requerido por el Fideicomiso, que planteaba como ideal las 6.5 hectáreas, por lo que el tema del estacionamiento tendría que incluirse en el diseño de la edificación, porque espacio libre quedaría muy poco.

Claro que la donación evitaría el desembolso de muchos millones de pesos y le daría al Fideicomiso la posibilidad de utilizar de inmediato sus 200 millones en cuentas para la construcción del inmueble.

Por lo pronto, supo Mirone que habrá encerrona la tarde de hoy entre el presidente del Fideicomiso, Javier Gómez Ito y el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien hizo la gestión con la familia Fuentes, para la donación de 3 de las 4 hectáreas del predio que está a nombre de la Corporación Inmobiliaria Clara.

El alcalde indicó que ya está la propuesta en manos de la gobernadora Maru Campos y que por el lado municipal no habría problema a la hora de ubicar un predio de una hectárea para hacer una permuta con los donadores de las otras tres hectáreas que integran el predio disponible.

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Hasta ahorita, el único que formalmente ha levantado la mano para entrarle a la competencia por el Comité Municipal del PAN, es Jesús Galindo, parte del clan panista de mucho arraigo en esta ciudad.

Chuy ha participado activamente en las reuniones que algunos liderazgos azules han promovido informalmente para explorar quién puede atorarle como una alternativa distinta a la que buscan lanzar desde Chihuahua, el Comité Directivo Estatal y Palacio de Gobierno.

Hasta ahorita, no hay clara definición sobre el candidato “oficial”, ya que la dirigente estatal del PAN, Daniela Álvarez ni siquiera se ha podida descolgar a Juárez para planchar el asunto, pero lo que se sabe es que se mantiene el proyecto con el interino, el exdiputado Gabriel García Cantú.

Por el lado disidente, andan armando la candidatura Ramón Galindo, Pepe Márquez, Epifanio Hernández, Sebastián Pinto y otros militantes a los que se podrían sumar más cuadros veteranos como el exgobernador Pancho Barrio y el exalcalde Gustavo Elizondo.

Todavía hay tiempo para que brinque alguien más; por lo pronto, está puesto Jesús Galindo. Si finalmente se lanza, tendrá que asumir el compromiso público que quieren dejar bien establecido los que buscan proyecto alterno: que los dirigentes se dediquen a la talacha partidista al 100 por ciento y se olviden de las candidaturas que estarán en juego el 2027.

Tendrán que firmar con sangre la promesa de no utilizar la dirigencia como trampolín, para irse luego a los pocos espacios que, por la vía pluri, puede obtenerse como regidores del Ayuntamiento o diputados del Congreso del Estado.

Así lo hizo la exdirigente Xóchitl Contreras que se quedó con la única diputación local, como también ocurrió antes con Joob Quintín Flores Silva, quien se fue de regidor.

Si finalmente le entra al ruedo Jesús Galindo, será interesante ver cómo tendría que enfrentarse a la estructura estatal azul de la que forma parte su sobrina, Austria Galindo, quien cobra como subsecretaria de Desarrollo Humano y Bien Común.

Se supone que Austria tendría que mostrar lealtad a la nómina, antes que a la sangre, para irse con la línea a favor de García Cantú o el candidato que decidan desde Chihuahua.

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El Centro INAH Chihuahua lanzó ayer una importante alerta sobre lo que está pasando en el estado en materia de deterioro progresivo de edificaciones históricas.

Pasa en todos lados, pero el Instituto Nacional de Antropología e Historia, puso el foco en la capital del estado, particularmente en su centro histórico.

Expresó su profunda preocupación porque se siguen perdiendo edificios que están en manos de particulares. Igualito que aquí pasó, por ejemplo, con la vieja Escuela de Agricultura Hermanos Escobar. Poco a poco se empezó a caer hasta que actualmente nada queda, más que un pedazo de fechada. La historia se está repitiendo con el Cine Victoria.

El INAH Chihuahua brinda asesoría técnica gratuita a propietarios de inmuebles con valor patrimonial, promoviendo intervenciones responsables, legales y respetuosas del valor histórico de cada construcción.

Pero el deterioro sigue, por lo que la institución también les tiró a funcionarios de los tres órdenes de Gobierno, por la falta de políticas públicas efectivas que han contribuido al abandono, el riesgo estructural y la pérdida simbólica de estos espacios.

Nada raro que los Gobiernos dejen morir edificios históricos que ni cuestan tanto para que se compren y sean rehabilitados para preservar el legado cultural de la entidad.

En la misma sintonía, el INAH lamenta que se siga presentando desinterés por la conservación del patrimonio edificado, también desde la esfera privada. De ahí que haga un llamado público para buscar soluciones si los inmuebles presentan problemas legales, económicos o personales, como juicios intestados, falta de recursos o ausencia de redes de apoyo.

“En este contexto, el INAH Chihuahua considera que rescatar y conservar los monumentos históricos deteriorados o abandonados debe ser, además tarea compartida entre distintos niveles de Gobierno. El Municipio cuenta con información sobre los inmuebles y puede establecer medidas compensatorias en materia de predial; el Estado puede apoyar las tareas de rescate y consolidación de barrios antiguos; y el INAH brinda los asesoría, acompañamiento y lineamientos para asegurar que todo se haga conforme a la ley y respetando el valor histórico de las construcciones”, explicó el INAH en un posicionamiento público.

Para el INAH, el continuo abandono de inmuebles históricos en la entidad, representa no solo una pérdida cultural irreparable, sino también un riesgo para la seguridad de la ciudadanía, por el deterioro de las construcciones.

“Además del riesgo físico y estructural, señalamos que el abandono de estos inmuebles también implica la pérdida de un valor simbólico y emocional significativo. Cada una de estas edificaciones es testimonio de nuestra identidad colectiva, reflejando cómo eran nuestras ciudades, nuestras formas de vivir y construir comunidad, lo cual constituye un legado fundamental para las futuras generaciones”, agrega la institución.

El Centro INAH Chihuahua hizo un llamado urgente a tomar medidas inmediatas para evitar la pérdida irreversible de estos inmuebles.

“De no actuar con prontitud, no solo estaremos perdiendo edificios, sino nuestra memoria urbana, nuestras raíces y la posibilidad de que las futuras generaciones conozcan y valoren el legado material de Chihuahua”, concluyó el INAH.

Falta que los gobiernos locales firmen acuse de recibido, igual que lo deben de hacer quienes tengan estas propiedades en el ámbito privado.