Hubo quienes pensaron o interpretaron que Daniela Álvarez, la presidenta estatal del PAN, andaba por la libre en su afán de posicionarse como alternativa para el 2027, en relación a las bardas de “La Daniela es cabrona” que aparecieron en Ciudad Juárez, la semana pasada.

Pero más claro no pudo quedar ayer, cuando la misma estrategia se replicó en la ciudad de Chihuahua, con el mismo mensaje de esta campaña alternativa o informal.

Y no nada más fueron las bardas anónimas o no institucionales. Al mismo tiempo se subieron anuncios espectaculares, esos sí bien institucionales y formales, aunque con el mismo tipo de mensaje que pretende ser pegador: “Chihuahua nunca se raja”, con la firma grandota de Daniela Álvarez.

El PAN puso sus siglas para la promoción personalizada de su presidenta, ya que el mensaje lleva su rostro gigante. Ahí sí se agregan los logos y hasta el número de registro ante el INE.

Nadie de un mismo equipo se aventaría eso por la libre, sin tocar baranda en Palacio, aunque fuera muy “cabrona”. Quién sabe si luego le reclame alguien de la militancia por usar así los espacios partidistas.

Lo dijimos aquí: es la estrategia palomeada desde el CEN, para armar el combo con Marco Bonilla, que sigue siendo el Plan A en la candidatura a la gubernatura. El propio alcalde de Chihuahua lo señaló el jueves: no hay que olvidar que en su momento se deberá definir qué estados van con hombre y qué estados con mujer. Así que hay que estar prevenidos.

Además, habrá otros espacios qué llenar o a dónde mandar a los mejor posicionados, así que la juarense Daniela seguirá dando mucho más de que hablar, ya sea a nivel estatal o incluso municipal.

Claro que nadie va a aceptar la autoría de las bardas porque les cae el chahuistle y hasta sanciones pueden enfrentar por financiamiento indebido, pero no es más que una sola estrategia, elaborada por un mismo grupo político.

Por cierto, en la ciudad de Chihuahua, agregaron un mensaje informal en las bardas, más con jiribilla, también con la idea de generar ámpula: “Virgencita, cuida mucho a La Daniela”.

Todo cuesta, también esas bardas que se contratan por paquete. No son vecinos a los que se les ocurre de pronto; tampoco personas muy desprendidas que pueden pagar cada mensaje. Hay proveedores que ofrecen todo. Equis número de bardas presuntamente ya autorizadas por los dueños, con la pintura y la mano de obra incluida. ¿Con cachucha de Gobierno o con cachucha del partido? ¿Quién andará haciendo todos esos arreglos?

Aquí ya dijimos quiénes están en la mesa política mixta que cada semana se reúne en torno a la gobernadora Maru Campos.

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Por terrenos del Poder Judicial, mucha ámpula generó la renuncia de una de las juezas electas en el pasado proceso electoral.

Hablamos de María Cristina Berjes Cardoso, adscrita por el Órgano de Administración a un juzgado de Control Especializado en Violencia de Género en el Distrito Judicial Morelos.

La primera de muchas o muchos que aventará el arpa porque ni siquiera sabían en lo que se metían, pensaron algunos, principalmente quienes son críticos de la Reforma Judicial que llegó en cascada al estado desde el plano federal, luego de que se impulsó por el régimen 4T.

Pero no va por ahí el asunto. Para empezar, Berjes es de carrera judicial y ya era jueza de garantías en materia Penal.

Resulta que como trae experiencia de muchos años, el equipo a cargo en el Poder Judicial la está utilizando ya en una sala penal, las que ven segunda instancia y donde despachan las magistraturas. Ni siquiera se esperaron a que en el Congreso del Estado autoricen la solicitud de renuncia.

Ahí va la jueza como secretaria proyectista. En esa sala la titular es Claudia Cristina Campos, quien también ganó la elección de magistrada cuando ya era jueza penal en funciones, en el mismo distrito Morelos de la capital.

Campos hizo una limpia en esa sala que fue de Jorge Ramírez. Una versión señala que además de buscar el apoyo emergente de Berjes para que funcione la Sala, la idea también podría ser que se quede a cargo cuando a la magistrada Campos le corresponda asumir la presidencia de Tribunal Superior, conforme lo estableció la norma para las candidaturas más votadas.

A ver qué pasa en el Congreso del Estado, donde se debe de autorizar la solicitud. Se aprobará seguramente, pero bien puede abrirse el debate sobre la justificación.

Ayer el coordinador morenista y presidente de la Junta de Coordinación Política, Cuauhtémoc Estrada, sí destacó que en el documento de solicitud, no se mencionó razón alguna.

Dijo también que el caso puede ponerse sobre la mesa, para generar el debate respecto a si es posible o no aplicar la renuncia con un cargo de elección popular, en este caso de la titular de un juzgado de primera instancia.

Viene después el procedimiento que se tendrá que seguir para hacer la sustitución de la jueza. Seguramente subirá quien sigue en prelación en la lista, respecto al número de votos.

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En el gremio médico hay mucha preocupación por la manera tan fácil en que se pueden usurpar funciones, si de generar recetas médicas se trata.

Lo que se ha detectado es que andan por ahí uno o varios nutriólogos que se pasan de lanza y, aprovechando que no hay autoridad reguladora en la materia, se mandan imprimir recetar médicas que utilizan sin ton ni son, como si fueran profesionales de la medicina.

Sin que nadie les ponga freno, se dan el lujo de prescribir medicamentos que tienen indicaciones terapéuticas precisas y que podrían generar efectos secundarios graves a quienes los consumen indebidamente.

El caso es que, en los hechos, cualquiera puede mandar a imprimir sus recetas a una imprenta o utilizar alguna impresora, sin que autoridad alguna intervenga.

De ahí que consideran que son urgentes tanto la regulación, como la vigilancia al respecto, igual que debe pasar con la instalación de consultorios médicos. El problema es que en ese punto estamos en tierra sin ley, y nadie revisa adecuadamente las licencias de funcionamiento.

A final de cuentas, quienes terminan pagando los platos rotos, son los pacientes o usuarios que siempre salen perdiendo frente a las negligencias médicas y las omisiones gubernamentales.

Por cierto, los inconformes balconearon a uno de los nutriólogos que anda en esos menesteres, de imprimir recetas y prescribir medicamentos sin ser realmente un médico.

Hablamos de Héctor Rodríguez Núñez, quien aparece en los registros de la Secretaría de Educación Pública como Licenciado en Nutrición. Tiene su cédula profesional, pero no como médico. La norma no incluye a nutriólogos como quienes pueden extender una receta médica, que es el documento para prescribir uno o varios medicamentos.

Él se mandó hacer las recetas, como “nutriólogo médico”.

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A propósito de riesgos, de usurpaciones y consultorios o clínicas fuera de norma, otra tragedia más se convierte en escándalo en la ciudad de Delicias, por la muerte de una mujer que se sometió a cirugía estética: una lipoescultura con lipectomía.

La mujer de 40 años murió en el Hospital Regional de Delicias el pasado 27 de septiembre, después de que salió mal la cirugía estética que se practicó en la clínica Plateros.

Ayer se identificó al responsable de la cirugía como Alejandro René O.R., médico cirujano militar, quien presuntamente obtuvo apenas este año su especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Prácticamente acaba de recibirla como especialista por la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea.

De acuerdo con los reportes de la Fiscalía General del Estado, existen seis carpetas de investigación abiertas por homicidio imprudencial derivado de prácticas quirúrgicas, incluyendo el caso ya señalado, aunque existe el registro de más de 20 fallecimientos en todo el estado, por esa misma causa.

En la historia que ha conmocionado a la población de esa ciudad del centro-sur del estado, la mujer fue operada desde el 13 de septiembre. Ese mismo día fue dada de alta, pero presentó complicaciones y llamó a su médico para ser atendida.

Para el 15 de septiembre fue ingresada a la misma clínica pero dos días después tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Regional del IMSS donde ingresó a terapia intensiva. Nunca salió de ahí y falleció el 27 de septiembre, luego de diez días.

Ya investiga la Fiscalía Zona Centro si se trató de negligencia médica. También deberán revisarse las condiciones de la atención hospitalaria que recibió la paciente.

Por lo pronto, deberá establecerse la causa de muerte, además de clarificar si la tragedia tiene relación o no con una mala praxis médica.