¿Asesores, fiscalizadores, observadores o simples aviadores? ¿Qué van a hacer específicamente Víctor Valencia Carrasco y Hugo Vallejo? Esas fueron las dos preguntas que hicieron en las redes grupos de morenistas al enterarse del extraño nombramiento que el alcalde Cruz Pérez Cuéllar le dio a dos juniors.

“Son dos nombramientos que no hemos cuadrado bien, pero estamos en este proceso”, dijo Cruz al dar a conocer los nombres de Víctor y Hugo, quienes supuestamente tendrán la encomienda de darle seguimiento a todos los compromisos que haga con la gente.

Resulta absurdo e incongruente que, si no existen esas posiciones en el organigrama municipal, ni las contempla el Código Municipal, el alcalde salga con la vacilada de que va a “cuadrar” bien esos nombramientos, que lo único que van a hacer es abultar la nómina. Y lo hace precisamente cuando acaba de decir que no va a aumentar el gasto corriente y que buscará ahorrar en los tres años de su gobierno, para invertir en obras.

¿Acaso no existe la figura del contralor municipal y la sindicatura, además de los regidores para que den seguimiento al cumplimiento de compromisos?

Lo cierto es que Víctor Valencia es herencia de Armando Cabada, y de ahí la urgencia de Cruz de abrirle un espacio en su gabinete, aunque sea como aviador.

Ahora bien, ¿qué capacidad tienen los dos juniors para ser los vigilantes y supervisar a todos los directores generales para que cumplan los compromisos? ¿Cuáles son sus credenciales profesionales y experiencia en la función pública, para convertirse en una especie de auditores?

Ya se los imagina Mirone, agarrando el teodolito para comprobar las mediciones correctas de una obra, sin saber siquiera ni para qué demonios sirve el instrumento.

En fin, al parecer Cruz llega con los mismos vicios, con los mismos usos y costumbres que deja el independiente y también con muchos compromisos.

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El mensaje a los juarenses, posterior a la toma de protesta del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, comenzó después de la hora programada, bajo un inclemente sol que bronceó a la audiencia y con menos asistencia de la que esperaban.

Por ello, a las 17:30 horas, los responsables de logística del evento comenzaron a retirar cientos de sillas que no se ocuparon, a pesar de que al más viejo estilo priista, llevaron acarreados en camiones de transporte urbano.

Como ya es costumbre en estos espectáculos de la política, asistieron las fuerzas vivas de la ciudad, de todos los sectores y de todos los colores, porque al final de cuentas, Morena se distingue en el municipio por cobijar priistas, panistas, perredistas, verde ecologistas y morenistas, que son los menos.

Contra todos los pronósticos, asistió el delegado federal de Bienestar, Juan Carlos Loera, bajo el resguardo de 4 guaruras y acompañado por las diputadas Adriana Terrazas y María Antonieta Pérez.

Las dos legisladoras llegaron al mismo tiempo que Loera, pero en vehículos distintos, y cuando se le adelantaron para buscar sus espacios en la sillería, un grito del delegado fue suficiente para que lo esperaran y llegaran juntos al escenario. Faltaba más, faltaba menos.  

También hizo acto de presencia Enrique Serrano, amigo de Cruz y uno de sus principales promotores en el estado cuando el ahora alcalde andaba buscando la candidatura para gobernador por Morena.   

En el evento se apareció Javier Garfio. Leyó usted bien, estimado lector, se trata del exalcalde de Chihuahua y primer duartista en probar los Expedientes X, ni más ni menos que el primer detenido del corralato.

La gobernadora Maru Campos no vino al evento y en su lugar acudió el flamante representante del Gobierno estatal en la ciudad, Óscar Ibáñez.

Desde aquí, la gobernadora ya comenzó a marcar su distancia con Morena. Según se ve, una cosa son los discursos para generar noticias y aplausos, y otra, las formas que se van a seguir en la relación jerárquica Estado-Municipio, porque como dicen los perfumados del PAN, hay niveles.  

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El dirigente nacional del PAN con licencia, Marko Cortés, aprovechó su visita a Chihuahua a la toma de protesta de Maru Campos, para realizar labor de proselitismo y reclutar jóvenes para aumentar el padrón de militantes, cosa que le urge a su partido porque están en riesgo de perder su registro.

La ley General de Partidos Políticos establece que el número de militantes no puede ser inferior al 0.26 por ciento del padrón electoral federal, y el PAN tiene 0.28 porciento, apenas dos décimas arriba del límite.

Por ello Marko aprovecha cualquier plaza que visita para promover la afiliación, y en la ciudad de Chihuahua lo hizo en el campus de la Universidad del Valle de México, donde la diputada local Carla Rivas le organizó un encuentro con estudiantes.

La diputada justificó el encuentro diciendo que Acción Nacional siempre se ha caracterizado por tener esta apertura con los jóvenes, “porque se deben tomar en cuenta a las nuevas generaciones para que se vayan involucrando en los temas políticos”.

Marko Cortés los exhortó a que cumplan sus sueños y a no mantenerse limitados siempre a las expectativas de lo que sucede en el país.

En el mes de julio pasado, Marko hizo un llamado a todos los comités municipales y estatales del PAN para activar la promoción de afiliación.

A través de un comunicado, en aquella ocasión dijo que el PAN “tiene las puertas abiertas para todos los ciudadanos que deseen participar en la actividad política”, y así lo refrendó ante los estudiantes de la UVM en la capital del estado.

Muy urgidos han de estar por aumentar la militancia y qué mejor que en un estado que será gobernado por una mujer, que en sus años jóvenes, fue intensa activista de las juventudes panistas.

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Maclovio Murillo, el exconsejero jurídico de Corral en el inicio de su gobierno, autor de los Expedientes X, y posteriormente secretario del Ayuntamiento con Armando Cabada, ya asomó la cabeza en la opinión pública, para responderle al exauditor Jesús Manuel Esparza, quien lo acusó ante la Fiscalía General del Estado por extorsión y otros delitos.

Murillo saltó al ruedo para contestarle a Esparza con un estilo grotesco y vulgar, que nada le favorece a su condición de jurista.

No lo hizo en las instancias correspondientes, sino en los medios de comunicación a donde envió unos textos, en los cuales niega categóricamente haberle solicitado dinero para no proceder en su contra, y aprovecha para ponerle mucha crema a sus tacos.

En el primer párrafo de su respuesta escrita dice textualmente: “La denuncia presentada por el exauditor Esparza, conocido en el mundo bajo con la mote de ‘Es Transa’, además de haberse promovido sin motivo fundado en mi contra, contiene inconsistencias y mentiras altamente reveladoras de que solo se promovió con único propósito de pretender sacudirse un poco de la suciedad que por su propio actuar, tiene acumulada para sí mismo”.

Muchos adjetivos le pone Murillo a Esparza, haciendo evidente que la denuncia, que según su dicho carece de fundamento legal, le caló hondo ahora que ya no es funcionario estatal ni municipal, y litiga para la empresaria Alejandra de la Vega.

Al final de su visceral desahogo, el tocayo del Tunco deja ver la amenaza de proceder por la vía civil contra el exauditor por daño moral. Así que las cosas se pondrán muy pronto al rojo vivo. Estaremos pendientes.