Algún malora echó a andar a la Asociación Estatal de Padres de Familia para que tramiten un amparo colectivo contra las autoridades de Salud del Gobierno federal, a fin que los niños de primaria y secundaria que están asistiendo a clases presenciales, puedan ser vacunados contra el Covid-19.
La intención es buena, pero la posibilidad es nula, porque no le dijeron a Vicencio Chávez sus asesores, que aún no hay vacunas aprobadas para niños de 5 a 12 años y las que existen, para menores de 12 a 15, no las tenemos en México.
En los Estados Unidos únicamente se han vacunado a niños de 12 a 15 años de edad con la vacuna Pfizer-BioNTech, aprobada en condición de emergencia por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para el regreso a clases.
La FDA ha recomendado a los padres de familia no buscar vacunas para sus hijos menores de 12 años todavía, porque los niños “no son adultos pequeños” y deben esperar a que se completen las investigaciones y el proceso de aprobación de las vacunas para menores de entre 5 y 12 años.
Cierto que estas recomendaciones han sido hechas en los Estados Unidos, pero la FDA es el referente más confiable en estos momentos sobre las nuevas vacunas que se preparan para los menores de edad.
En México aún estamos muy lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño que se requiere para aplanar la pandemia, pues hasta el martes se había vacunado solamente al 30.19 por ciento de la población total.
Aun cuando Pfizer ha informado que espera que las vacunas para menores de 12 años comiencen a aplicarse a finales del otoño, esto ocurrirá primero en los Estados Unidos y posteriormente donde se las compren. Es la ley de la oferta y la demanda, pues la responsabilidad ética de los productores de vacunas no existe.
Hasta ahora, nadie del sector Salud se ha acomedido a decirle al presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia que no pierda su tiempo ni su dinero en tramitar el amparo, porque aunque lo gane, no existen todavía las vacunas en el país. O sea, que no gaste su pólvora en diablitos porque en días de carnaval, lo que sobran son cohetes.
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Mientras que en la capital del país el presidente de la República anunció la ceremonia del Grito en el zócalo sin gente, y en Chihuahua, la gobernadora Maru Campos también canceló la ceremonia con público y hasta el desfile, para evitar contagios de coronavirus; en Juárez, al alcalde Cruz Pérez Cuéllar le valió sombrilla la pandemia y hasta va a traer a Los Ángeles Azules para que animen la fiesta de esta noche en El Punto, donde se encuentra la estatua del Papa Francisco.
La gente va a estar feliz, y hasta Mirone, pues cómo no, de que venga a interpretar sus éxitos la banda de Iztapalapa, pero, ¿cómo controlarán las medidas sanitarias anti-Covid de los miles de juarenses que se arrimen al Punto a escucharlos?
Les regalarán cubrebocas a los miles de ciudadanos que no lleven y luego, ¿cómo mantendrán la sana distancia si es común que, en los conciertos normalitos, de artistas de feria rascuache, el amontonadero del público frente al escenario es lo único que rifa y controla?
¿Cómo obligarán a los asistentes a mantener un metro y medio de distancia entre unos y otros? ¿Cuando no se cumpla con este protocolo qué van a hacer, aparte del ridículo?
¿Se atreverán a reducir el aforo del Punto, para cumplir con las medidas sanitarias? ¿Van a estar ahí las células anti-Covid para sancionarlos y clausurar el evento si no se cumplen, como lo hacen rigurosamente con los restaurantes y antros de la Gómez Morín?
Muchas preguntas que no tendrán respuesta genera este evento, que rompe con la prudencia con la que deben poner el ejemplo las autoridades locales, sobre todo porque vivimos tiempos de peligro por la pandemia y los eventos masivos siguen siendo de alto riesgo.
La explicación más sensata ha surgido en los cafés de la grilla, y dice que Los Ángeles Azules ya estaban contratados desde la administración de Armando Cabada, cuando se empeñó en realizar la feria que al final se suspendió por la pandemia.
Debemos admitir que eso es cierto, por el hecho de que un grupo con ese nivel de fama y demanda en la farándula nacional, tiene que contratarse con muchos meses de anticipación y con pago por adelantado, cuando menos del 50 por ciento de sus honorarios. Si no, que les pregunten a los de Don Boletón, la empresa de Cabada, que fue la que hizo la contratación con su respectiva comisión, claro está.
O sea que Armando no los pudo tener para subir sus bonos, pero qué tal Cruz, cuyas decisiones contrastan con las que se tomaron en el centro y en la capital del estado, pero no dará marcha atrás. Finalmente, si ya no se puede hacer nada para controlar la admisión al evento, contagiémonos entonces al ritmo de “el listón de tu pelo”.
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La foto del gabinete del Gobierno municipal 2021-2024 de Ciudad Cuauhtémoc se volvió tendencia porque no incluye a ninguna mujer, sino a puro macho alfa, lomo plateado y de pelo en pecho, muy trajeaditos y risueños.
El alcalde panista que repitió en el cargo por reelección, Humberto Pérez Mendoza, no tuvo empacho en publicar la foto donde se cuentan 18 varones que serán los directores generales de su administración, y provocó furiosas y hasta simpáticas reacciones en las redes sociales.
De misógino, machista, patán y hasta Talibán del ISIS, no lo bajaron, pero hubo algunos de más nivel, como el alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien con mucha razón calificó de vergonzoso a ese gabinete.
En Twitter, la dirigente del organismo de mujeres priistas en Chihuahua, Mónica Meléndez, le exigió a Pérez Mendoza cumplir con el principio de paridad de género en su gabinete.
La única mujer que Beto Pérez designó en su gabinete panista, fue Patricia Ramírez Ceballos como directora de Finanzas, pero no la invitaron a la foto, para que no se viera como el prietito en el arroz.
Hasta ahora el curiosito alcalde no ha respondido ni dicho esta boca es mía, por lo que es de esperar que el gabinete siga como está, con puro macho calado, y con solo una mujer como representante de todas las féminas de Cuauhtémoc.
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Con la denuncia de Fernando Reyes contra Javier Corral y dos ministerios públicos que lo amenazaron y lo obligaron a pagar dos millones y medio de pesos para no mandarlo a la cárcel, suman cuatro las demandas que el exgobernador acumula a 6 días de haber dejado el cargo de mayor responsabilidad en la entidad.
La primera que hizo sonar la registradora de la Fiscalía fue la de los abogados de Duarte por daño moral, que desató risas y burlas del entonces inquilino de Palacio.
Luego cayó la del exauditor Manuel Esparza, quien aparte de acusar a Corral, se fue contra el exconsejero jurídico Maclovio Murillo también por extorsión.
La tercera fue la del dirigente sindical del magisterio, Alejandro Villarreal, que fue aporreado una y otra vez por la Fiscalía de Corral acusándolo de peculado, siendo que no era empleado estatal.
Faltan las que se acumulen en los próximos días, pues se habla de que Marcelo González Tachiquín, exsecretario de educación con Duarte, ya prepara la propia con dedicatoria especial a los testigos protegidos, que eran varios.
Por lo mismo, se dice que el testigo protegido consentido de Palacio, Jaime Herrera, también comenzará a coleccionar denuncias en la Fiscalía. El agrónomo banquero no se ha visto en la capital del estado ni en su tierra natal Delicias, por lo que se rumora que a estas alturas debe estar corriendo más millas que la Formula 1.