Finalmente Morena definió qué género ocupará las primeras fórmulas para el Senado en las 32 entidades del país, aplicando la regla del Instituto Nacional Electoral para que las mujeres no sean enviadas a los lugares donde los partidos tienen menor competitividad.
Para el caso de Chihuahua no hubo necesidad de aplicar la tómbola que sí se usó en otros estados.
La entidad quedó junto a otras ocho entidades en un grupo de baja competitividad (hubo otro de media y otro de alta). Ahí se le agrupó en una subdivisión con otros tres estados de competitividad baja-alta.
Primero se llenaron las casillas con mujeres en los estados donde el candidato en la elección local de gobernador es hombre, y luego se aplicaron los criterios de competitividad.
Y como en esa lista superó Chihuahua a los demás en la votación del 2018, al haber alcanzado el 39.02 por ciento, aseguró el espacio para una mujer. Es decir, Morena fue aquí más competitivo que en las otras entidades de ese bloque, aunque esté lejos del 61.24 por ciento que alcanzó Quintana Roo, el más morenista de todos los ubicados en bloque de competitividad más alta.
Así que el resultado del ejercicio terminó en golpanazo para los hombres que aspiran a llegar al Senado, como el exdelegado federal Juan Carlos Loera, el diputado federal Armando Cabada y el senador suplente, Rafael Espino.
También representa un revés para el dos veces alcalde por el PRI, Héctor Teto Murguía, quien se colgó del PT para buscar la candidatura de la alianza que encabeza Morena y tiene ahora un escenario más incierto.
Si le siguen en su aventura, todos tendrían que conformarse con poner sus nombres en segunda fórmula, lo que implica que para llegar a la Cámara Alta, forzosamente tendría que ganarse la elección de mayoría en el estado.
Morena ya ganó en el 2018 la elección, cuando Bertha Caraveo iba en primera fórmula y Cruz Pérez en segunda. Igual se puede repetir en el 2024 el escenario del triunfo, con más ganas si se mantiene el ascenso en las preferencias que el partido guinda ha ido marcando en cada elección.
Sin embargo, no hay como ir a la segura. Eso pasará con la mujer que quede en primera fórmula, lo que le garantizará la curul en el Senado, aunque la coalición Fuerza y Corazón por México se alzara con la victoria.
Pronto vendrá la encuesta de Morena para la gran definición. Se supone que la mejor posicionada se quedará con la candidatura, acompañada también del hombre que salga más votado. Eso se supone, ya que siempre aplica el sospechosismo de que la decisión queda en los que ejercen el bastón de mando morenista y los resultados de la encuesta simplemente se acomodan a los designios que también traen carga de negociación entre grupos.
Las mujeres que están listas para la encuesta, son las diputadas federales Andrea Chávez y Susana Prieto, además de las diputadas locales Rosana Díaz y Adriana Terrazas, así como la actual senadora Bertha Caraveo, quien buscará repetir en el encargo. Y eso quien sabe si todas sean incluidas en el ejercicio o se agregue alguna otra, ya que no ha quedado claro el proceso de competencia en Morena.
Varias casas encuestadoras que han publicado sus ejercicios, colocan a la cabeza de las preferencias a Chávez, la joven legisladora que tiene un antes y un después a partir de que el presidente López Obrador la puso de ejemplo del relevo generacional.
Sin embargo, nada puede darse por hecho en los procesos morenistas ya que, al igual que en las otras opciones partidistas, el espíritu democrático bien puede hacerse a un ladito para que prevalezcan las decisiones o los acuerdos cupulares.
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Hay algunas novedades en el proyecto de Presupuesto de Egresos 2024 para el Estado de Chihuahua que está en la cancha del Poder Legislativo para su respectiva discusión y aprobación en los próximos días.
Es este el primer proyecto que considera recursos para el presupuesto participativo estatal, luego de las reformas que se aprobaron este año y que obligan al Gobierno del Estado a destinar (igual que ya lo hacen los municipios) el 5 por ciento de sus recursos de libre disposición a obras, proyectos y servicios que los habitantes solicitan y por los cuales compiten en un ejercicio de democracia directa.
Seguramente habrá discusión en el tema, porque se habla en la “Exposición de motivos” del proyecto de una asignación de 98 millones 176 mil 743 pesos. Esa cifra para todo el estado no pinta. A menos que haya un error en el documento, ya que, por ejemplo, nada más en el Municipio de Juárez se presupuestaron 305 millones de pesos para este 2023 y se le agregaron otros 125 millones al finalizar el año.
Por eso no le checa a Mirone la cifra manejada en el documento entregado por el Gobierno del Estado al Congreso. Sin embargo, ya se irán aclarando las dudas.
Como estamos en pleno proceso electoral, también se destaca en el paquete fiscal que para el Instituto Estatal Electoral se consideró un presupuesto de 898 millones 158 mil 368 pesos, lo que representa un crecimiento de 134 por ciento respecto al autorizado para el 2023.
En el comparativo con el 2023, también destaca que entre la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado traen en total mil 682 millones de pesos más en el 2024, lo que representa un incremento de un 25 por ciento.
La deuda pública siempre está en el centro del debate y en el presupuesto llama la atención que se proyecta pagar de puros intereses, 4 mil 459 millones 528 mil 170 pesos.
En las comisiones a las instituciones bancarias se irán otros 728 millones 662 mil 086 pesos, mientras que los “gastos de deuda pública” absorberán 367 millones 393 mil 613 pesos más. Además, se destinarán 500 millones para cubrir adeudos de ejercicios fiscales anteriores.
Para la amortización de la deuda se etiquetarán mil 286 millones 359 mil 100 pesos.
También están los compromisos plurianuales. Uno que destaca y que ya está considerado en el gasto de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, es el relacionado con la Plataforma Centinela y la construcción y habilitación de la Torre Centinela y los subcentros regionales.
Para eso se están reservando 945 millones 555 mil 315 pesos. De acuerdo con lo que se conoce del contrato, con cinco pagos anuales se saldará al final del sexenio un monto que rondará los 4 mil 700 millones de pesos.
Hablando de gasto comprometido, también salta el dato de lo que se debe destinar a pagar jubilaciones y pensiones para exservidores públicos. Nada más para ese rubro están presupuestados 5 mil 295 millones 262 mil 143 pesos.
Lo que también llama la atención es que no se alcanzó a acomodar el presupuesto de acuerdo con la reforma a la estructura orgánica que acaba de pasar por el Congreso del Estado, esa que eliminó la Secretaría de Coordinación de Gabinete y creó la Oficina de la Gubernatura Estatal.
Así que todavía se reservó presupuesto para la desaparecida dependencia que cayó de la gracia junto con el que fuera su poderoso titular, Luis Serrato Castell.
El recurso no se dejará de gastar, ya que en sus 33 distintas unidades presupuestales, se le reservaron 336 millones, 246 mil 194 pesos.
Ya se verá qué parte de ese gasto es el que le corresponderá a la nueva Oficina de la Gubernatura y qué otro quedará en las funciones que le regresaron o anexaron a la Secretaría General de Gobierno.
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Abelardo “El Bayo” Valenzuela anda bien encuerdado. Ayer soltó un adelanto que para algunos actores políticos bien puede sonar como amago.
“A tambor batiente, todavía faltan más de 20 días y en estos 20 días todavía va a haber sorpresas”, advirtió El Bayo cuando le preguntaron ayer, en Palacio de Gobierno, cómo cerraba el 2023.
El titular de la Fiscalía Anticorrupción también compartió otro dato que habla del miedo que traen muchos exfuncionarios públicos, de que les echen el guante por casos de corrupción.
Según Valenzuela, en el año que ya tiene al frente de la Fiscalía, se han respondido casi 300 requerimientos judiciales de los llamados “amparos buscadores”, con los cuales los solicitantes tratan de saber si hay algo en su contra.
El Bayo aseguró también que a las denuncias contra el alcalde Cruz Pérez Cuéllar se les dará el trámite correspondiente “como a cualquier otra”, respetando la presunción de inocencia.
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Como señalamos aquí que el recaudador Rogelio Loya parecía quedarse solo en la carrera por hacerse de la candidatura a la presidencia municipal por la coalición Fuerza y Corazón por México, le llegaron a Mirone otros datos para comentar.
El asunto es que, aunque diga públicamente que no quiere, el director ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Sergio Nevárez, sigue en la contienda.
Sergio es la apuesta del club de empresarios de siempre, quienes por igual han financiado campañas del PRI y del PAN, y hoy están interesados en que el municipio de Juárez no sea avasallado por la 4T y le aporte algo a la alianza opositora a Morena en la elección estatal y nacional.
El funcionario de alguna forma es parte del grupo. Brincó a la política y luego a la administración pública desde los organismos empresariales (fue presidente de Coparmex Juárez). Es uno de los suyos y por eso están detrás de él, listos para apoyar su campaña, apellidos como los De la Vega, Fuentes, Zaragoza, Murguía, Cuarón, Contreras Fornelli, De León, Bustillos, González, Ramos y otros que han acaparado órganos de representación, cámaras y fideicomisos.
Así que, aunque Rogelio Loya trae más posicionamiento y mucho más camino recorrido en la operación electoral y el trabajo en las colonias (desde que empezó como funcionario de Desarrollo Social en 1992, junto con el ahora alcalde morenista, Cruz Pérez Cuéllar), falta que tenga la bendición de quienes siempre han actuado como los dueños de la ciudad.