Comenzamos esta entrega con una pregunta incómoda: ¿De qué les sirven a las fuerzas estatales tantos cursos de capacitación policiaca, hasta en el extranjero, si en los hechos no dan una y la violencia continúa imparable en la ciudad?

Como ejemplo de ello sirvan los 12 homicidios intencionales registrados en los primeros tres días de octubre, que arrancó muy violento, mientras las Policías preventivas y las investigadoras se limitan, como siempre, a contar casquillos y levantar muertos.

Ciertamente que la seguridad pública es una responsabilidad compartida, entre la Policía Municipal y la Estatal, pero es esta última la que más presume de capacitaciones de primer nivel y la que menos trabajo efectivo demuestra.

Ayer anunciaron la participación en otros cursos impartidos por la Policía Nacional de Colombia en Cartagena, con el argumento de que la Secretaría de Seguridad Pública Estatal “busca constantemente los adiestramientos más modernos y con las mejores instituciones que se adapten al perfil que requieren los policías del estado”.

Sin embargo, en los hechos se contradicen de manera burda, porque no han demostrado que esa capacitación se haya traducido en mayor eficiencia para prevenir el delito.

Hasta ahora, han tomado cursos de inteligencia y contrainteligencia por la misma Policía colombiana, un curso contra pandillerismo en El Salvador, otro como policías de proximidad en Miami, Florida, impartido por la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia de los Estados Unidos.

Han sido capacitados también para combatir la violencia de género, que en la entidad tiene uno de los índices más altos del país, y tampoco se ha visto reflejada en la realidad que se vive todos los días en las calles.

El Centro de Atención de Llamadas de emergencia, de donde salen las órdenes para atender toda clase de delitos, fue certificado con el ISO9001 en agosto, pero esa supuesta calidad no se traduce en mejor seguridad para la ciudadanía.

En fin, la Policía Estatal es la corporación que más presupuesto tiene en la entidad, con escuadrones motorizados, grupo SWAT, división de detectives, inteligencia y análisis, etcétera, pero sus elementos lucen únicamente por la detención de grameros y puchadores de barrio, mientras que los peces gordos, como los extorsionadores y asesinos, son intocables, invisibles o fantasmas para ellos.

Entonces, ¿de qué sirve echarles tanta crema a sus tacos, si a la hora de la verdad, su trabajo es tan mediocre, que anda oscilando entre las fronteras de la ineptitud y la complicidad con los malandros?

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Como no hay fecha que no se venza ni plazo que no se cumpla, ayer rindieron protesta y tomaron posesión de sus cargos, los nuevos directores de las 10 facultades de la Universidad Autónoma de Chihuahua, mientras tanto en lo que se resueve la situación de Luis Alfonso Rivera Campos, en la Rectoría, se nombrará a Heliodoro Araiza como interino. Araiza es el abogado que lleva la defensa de Maru, contra la impugnación.

Rivera sigue sin asumir el cargo por el amparo interpuesto contra su elección, por un maestro de la escuela de Derecho.

Por lo mismo, Jesús Villalobos Jión sigue ejerciendo como rector en funciones y fue quien les tomó la protesta a los 10 nuevos directores, por el periodo 2022-2028, en la sala del Consejo Universitario.

Por cierto, que en esta misma sala este martes se reunirá el Consejo para designar un rector interino, hasta en tanto se resuelta la impugnación en contra de Rivera Campos.

Los que saben del asunto aseguran que el amparo no prosperará, pero por lo pronto se tienen que correr todos los procedimientos del juicio y el nuevo rector no podrá ejercer hasta que se dicte sentencia.

Por lo pronto, quienes ya asumieron sus responsabilidades universitarias son Cristina Cabrera Ramos, de la Facultad de Contaduría y Administración; René Núñez Bautista, de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas; Fabián Vinicio Hernández Martínez, de la Facultad de Ingeniería; César Eduardo Gutiérrez Aguirre, de la Facultad de Derecho; Mario Alberto Duarte Bustillos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; Javier Horacio Contreras Orozco, de la Facultad de Filosofía y Letras; Emiliano Zapata Chávez, de la Facultad de Ciencias Químicas; Juan Antonio Galache Vega, de la Facultad de Odontología; Ricardo Aarón González Aldana, de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas y Olinda Ornelas Benítez, de la Facultad de Economía.

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Un joven, pero colmilludo priista juarense, dedicado al ramo del sector inmobiliario, está comenzando a hacer ruido en el ambiente político chihuahuense, con miras al 2024.

Nos referimos a Aarón Yáñez Limas, el síndico en la primera administración de Armando Cabada y actual secretario de vinculación empresarial y emprendimiento del PRI estatal, que este fin de semana comenzó una serie de reuniones con empresarios de la ciudad capital, para hablar de la situación económica del Estado, pero principalmente de grilla.

En esa primera reunión estuvieron empresarios del grupo Vallina, del ramo minero, restaurantero, del deporte, de los fruticultores así como los directivos de la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios.

Yáñez busca revivir el interés del sector privado en las causas del PRI, sobre todo en aquellos capitanes de empresas que siempre fueron afines al tricolor, pero que se fueron alejando cuando el otrora invencible fue borrado del mapa político en la entidad.

La buena respuesta que tuvo la convocatoria de Yáñez, al juntar a 40 empresarios grillos en un territorio hostil para los políticos “juaritos”, lo llevará a replicar el ejercicio en los principales municipios del estado, comenzado por Juárez, el próximo viernes.

Como dicen que nadie da un brinco sin huarache, y menos en la política, la jugada de Aarón ya despertó las especulaciones en el directivo estatal del PRI, donde dicen que está calentando motores para una candidatura en el 2024.

Lo cierto es que, si logra reactivar al sector de los billetes en favor de la causa priista, no es descabellado el objetivo de una candidatura al cargo que sea, aunque se trata de una tarea cuesta arriba, que ni los tricolores más picudos se atreverían a emprender.

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En la víspera del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora el próximo domingo, se ha registrado una lamentable racha de suicidios en el centro y sur del estado

En la ciudad de Parral fueron cinco los casos de personas que se quitaron la vida en la última semana y el domingo, otra persona del sexo masculino, de 30 años de edad, intentó hacerlo en una vivienda del fraccionamiento Oleyda, pero la cuerda de donde colgaba se rompió y salvó la vida.

Por otro lado, en Camargo, se registraron tres casos la semana pasada, que coloca al municipio como el tercero en incidencia de suicidios, solamente debajo de Juárez y la ciudad de Chihuahua.

En contraste con estos indicadores, en 6 municipios del noroeste han ocurrido a lo largo del año 13 suicidios, de los cuales 7 se han registrado en Nuevo Casas Grandes; mientras que en Guachochi, que encabeza los casos del sur de la entidad, hubo 13.

Según las estadísticas de la Fiscalía General del Estado, porque la Secretaría de Salud no tiene registros a pesar de tratarse de un problema serio de salud pública, en los primeros seis meses del año hubo, 232 suicidios en el estado, 61 en Juárez y 62 en Chihuahua

Aunque un poco tarde, los trágicos números ya encendieron los focos de alerta de las autoridades de esos dos municipios, para abrir líneas de ayuda psicológica, emprender campañas de orientación y hasta mesas de trabajo con instituciones educativas y de salud.

Hasta el mes de septiembre, el estado de Chihuahua tenía la tasa más alta de suicidios a nivel nacional, con 14 casos por cada 100 mil habitantes, según los datos del Programa Nacional para Prevención del Suicidio (PNPS) del Gobierno Federal, pero aquí no pasa nada, porque según el Gobierno del Estado, todo marcha muy bien y vamos con viento en popa.