A principios del presente año, en un acto de autoridad y orden, el presidente municipal logró recuperar las calles del Centro Histórico que por años, habían sido raptadas por comerciantes informales.

Aquella ocasión, en la madrugada del lunes 9 de enero, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, Protección Civil y otras dependencias de gobierno, llevaron a cabo el retiro de las estructuras que afeaban y hacían poco transitable el andar por el corredor peatonal de la avenida 16 de Septiembre y calles aledañas.

El alcalde fue claro en su determinación de que el Centro Histórico es de los juarenses y reiteró la necesidad de que permaneciera limpio, sin vendedores, medida que fue bien vista por la comunidad en general.

Por primera vez en muchos años, las calles se vieron despejadas, limpias y comenzaron a ser retomadas por los juarenses, necesitados de espacios públicos.

Hoy la ciudad vuelve a tener un nuevo reto en su primer cuadro, donde la presencia de cientos de extranjeros que buscan cruzar a los Estados Unidos, ha generado ya varias situaciones de inestabilidad que afortunadamente no han llegado a la violencia como tal, pero han estado a nada de convertirse en un problema de mayores proporciones.

Las quejas de los juarenses han ido subiendo de tono, porque no se trata solo del que personas en movilidad se encuentren en las calles, sino de que, a raíz de ello, la movilidad en las aceras se ha limitado, porque las avenidas han sido tomadas como grandes dormitorios al aire libre.

En la avenida Francisco Villa, frente a las instalaciones del Instituto Municipal de las Mujeres se observa esta situación. Dicha arteria forma parte de lo que fue denominado el “Corredor Seguro”, en donde fueron instalados botones de pánico, cámaras de videovigilancia, así como conectores a wi-fi y cargadores para celular.

Estos servicios que permitirían como objetivo original, apoyar la seguridad de las mujeres, hoy han sido tomados por las personas en movilidad, que colocan ahí por decenas sus aparatos de telefonía, sin importarles la idea por la que fueron creados dichos espacios.

A eso se suma la acumulación de basura que, si bien siempre ha existido como un problema de la zona centro, en semanas recientes se ha recrudecido.

Las personas que llegan y se quedan o que en su transitar a una mejor calidad de vida, pasan por esta ciudad, siempre han sido bienvenidas y siempre lo serán, si algo tienen los juarenses, si algo nos ha distinguido es la hospitalidad, pero también como ciudadanos requerimos del respeto a esta tierra.

A este Mirone le han llegado ya varias quejas de que entre los problemas que se han generado a fechas recientes en el Centro Histórico, es el consumo de marihuana. Zonas como la plaza de armas y el monumento a Benito Juárez, frente a una secundaria, son recurridas por sujetos que acuden a “quemarle las patas al diablo”, generando incomodidad entre los transeúntes.

Los quejosos, entre los que se cuentan comerciantes del sector, señalan que algunos de los pedigüeños suelen llegar por las tardes a cambiar lo obtenido en los cruceros, para de inmediato comprar cervezas en los puestos aledaños.

Este Mirone solo le plantea los panoramas que nos han hecho llegar y estará a favor siempre de la ayuda humanitaria, pero hay que pedir una vez más, a las autoridades de los tres niveles que asuman la responsabilidad en las áreas que les compete, antes de que esta situación se salga de control.

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Frente a la indiferencia que los mandos del Instituto Nacional de Migración han mostrado a la crisis generada por los migrantes venezolanos, existe seria inquietud en el personal destacamentado en la ciudad, porque advierten que el problema se está agudizando.

Oficiales que hablaron con Mirone a condición de conservar el anonimato, confirmaron que entre los venezolanos hay agitadores, que les dicen como actuar a sus compatriotas, al momento de ser asegurados por alguna autoridad, en los hoteles o viviendas en ruinas conde se albergan.

Por eso los consideran hasta riesgosos, porque a diferencia de los migrantes de otras nacionalidades, los venezolanos son violentos, groseros y llorones al mismo tiempo, cuando son asegurados por personal del instituto para llevarlos a la estación migratoria o a los albergues oficiales.

Cuentan los agentes varias anécdotas, del escándalo que les han armado estos extranjeros, cuando los han asegurado y los reciben hasta con golpes, luego se sueltan llorando, insultan, gritan que no los traten como animales, se tiran al suelo y hasta fingen desmayos, para evitar ser trasladados a los albergues, pues prefieren seguir en la calle y en los cruceros.

Se han dado casos de oficiales de migración, que han sido golpeados por venezolanos y hasta los vehículos del servicio les han dañado, como un caso registrado a finales de enero, cuando destruyeron una camioneta Urvan y lesionaron a un agente, que duro varias semanas incapacitado porque requería cirugía, y terminó por renunciar. 

Esos agitadores son los mismos que engañaron a la turba de sudamericanos el domingo, convocándolos al puente para intentar cruzar de forma multitudinaria a los Estados Unidos.

Sin embargo, y a pesar de saberlo, supuestamente no los tienen identificados y su actividad no es prioritaria en la agenda del INM, porque el delegado estatal, el contralmirante Salvador González Guerrero, anda ocupado en otros menesteres ajenos a sus responsabilidades y ha comentado a sus subalternos que la bronca es de los gringos y ellos deben solucionarla.

Por eso, dicen, la tropa está desmoralizada, pues mientras los mandos locales nadan de muertito y del Centro no bajan instrucciones, la opinión pública los está linchando porque consideran que no someten al orden a los venezolanos.

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Rauda, veloz y tajantemente la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado le entró al ruedo de los desmentidos para minimizar lo ocurrido la tarde del jueves en la llevada y traída Estación catedral del BRT-2.

Al estilo de las mejores suertes taurinas la dependencia, en voz del subsecretario Jorge Chanez, capoteó como se pudo el temporal mediático que se dejó venir como avalancha ante las primeras versiones de un colapso general y la existencia de trabajadores atrapados bajo los escombros.

¡No, no y no! es lo que dice mediante un comunicado echado a andar alrededor de las cuatro de la tarde del mismo día del incidente el subsecretario Jorge Chanez, quien aseguró que “la dependencia estatal aclara que no hay ningún trabajador herido, y que la grieta, al ser en un muro no estructural, no afecta la construcción”.

Y asegura que tampoco significará un riesgo para la ciudadanía.

Claro que hay de riesgos a riesgos.

A reserva de futuros colapsos o posibles agrietamientos de muros, lo que en verdad preocupa a muchos no es el asunto estructural, sino el asunto de la seguridad con la que una persona podrá ingresar al túnel, a esperar la llegada del camión, sin ser objeto de asalto, acoso o algún tipo de acto violento.

Mirone se pregunta si esto no será un aviso de lo que le puede esperar a los usuarios una vez que esta estación, una más de las obras “eternas” que caracterizan a esta sufrida ciudad, entre en funciones.

Dudas… muchas, la verdad.

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El que anduvo muy atareado en una visita con agenda llena y al parecer fructífera, fue el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar, quien viajó a Ciudad de México el jueves para llevar a cabo una serie de gestiones de recursos, principalmente relacionados con el tema de seguridad.

A través de sus redes sociales el alcalde de Juárez informó que como primera reunión se encontró con los diputados chihuahuenses de Morena a quienes solicitó su apoyo para gestionar más recursos provenientes del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales (Fortamun).

Con esos recursos se busca seguir equipando a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, con miras a la recuperación de la tranquilidad de las familias juarenses, dijo Cruz en sus redes sociales.

Esperemos que los diputados que representan a nuestro estado, especialmente a Ciudad Juárez despierten, que ahora sí se pongan las pilas y por una vez al menos durante su gestión, muestren algo de trabajo a favor de sus representados ¿o usted amable lector recuerda alguna acción destacada que los legisladores hayan tenido en beneficio de Juaritos?

Es increíble que, pese a conocer la problemática a fondo del municipio los poco ilustres ‘levantamanos’ no tengan la capacidad o quizá ni la intención, de retribuirle a la ciudad un poco de lo mucho que les ha dado, al elegirlos como representantes, porque su trabajo se debe traducir en mayores recursos y si esto no ocurre, pues es que simplemente no están trabajando.

En su visita, Cruz aprovechó para reunirse con el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, a quien mostró el trabajo que se está realizando por Ciudad Juárez, invitándolo a visitar esta frontera.

Esperemos que esta visita sea de provecho para la ciudad y el alcalde anuncie pronto las buenas nuevas, porque la ciudadanía está ávida de buenas noticias.

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“Despacito, muy despacito”, dice la canción. “A la sorda” dicen los desconfiados.

Como la burra no era arisca hasta que los azotes la hicieron, ya los colectivos ciclistas de la ciudad toman previsiones para evitar que las autoridades les quieran hacer el gane a lo chino, pero disfrazado de una situación circunstancial.

Y es que temen que, justificando el retiro de la infraestructura de la ciclovía con obras de recarpeteo, luego pongan todo tipo de pretextos para no colocarla de regreso.

Cierto que ejemplos de esto sobran en la ciudad, como pasó con el retiro “temporal” del monumento JRZ, que fue retirado a la brava sin permiso de por medio hace dos años por la constructora a cargo de la fallida estación Muref del BRT.

El espacio sigue ahí después de la cancelación de tan cuestionado proyecto, sin que el monumento haya regresado hasta ahora a su sitio.

Esto sale a colación porque a algunos les parece mucha coincidencia de que dos vialidades que cuentan con infraestructura para ciclistas, sean justamente las que están siendo objeto de estas obras que obligaron al “retiro temporal” de los vialetones y la señalización vertical de la ciclovía.

Y aunque las autoridades municipales no hicieron eco y se fueron en plan “contreras” de lo que la ex coordinadora de Administración y Control de Proyectos del Municipio, Adriana Fuentes Téllez declaró en un inicio sobre el retiro definitivo de la ciclovía en la avenida Lincoln, la desconfianza está presente.

Por lo pronto el bachinivense secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado, Mario Vázquez Robles, ya sentenció que el Gobierno estatal entregará la obra y el Gobierno Municipal habrá de recibirla y decidir si la conserva o decide darle “cran”.

Nomás que no está tan fácil, porque el Gobierno del Estado la quiere entregar tal como está, y el Municipio pide que al menos se le dé una manita de gato que, en este caso, sería garrita de tigre por el estado de deterioro que presenta.

Un estira y afloja pues, que mantiene en el limbo la decisión de conservarla o de plano desmantelarla, lo que tampoco sería tan fácil, porque además de significar 40 millones de pesos tirados a la basura, hay compromisos con instancias internacionales para no sólo conservarla sino fomentar la infraestructura ciclista.

Así lo estipula el programa Ciudad Juárez 2040, estrategia de ciudad alineada con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y la llamada “Nueva Agenda Urbana”.

Ante esta imposibilidad ¿qué impide quitarla temporalmente pretextando obras de recarpeteo, para luego fingir demencia y dejar pasar el tiempo hasta endilgar el problema al que viene detrás?

Una estrategia muy común en el país del “haiga sido como haiga sido” y el clásico “yo no fui”.