Mejor que se pudran, ya ni la chi…flan
Para nadie es un secreto que las mentadas despensas salen a relucir como flores de cempasúchil en tiempos electorales, pero de eso a que se llenen de gorgojos, es una mentada.
Pocas veces queda un testimonio tan claro del despilfarro, de la omisión y la negligencia, como el que Norte Digital logró documentar hace unos días en los patios de la Dirección General de Desarrollo Social, al descubrir la manera cómo se deshacían de las despensas echadas a perder, y evidenciar que esa práctica que tanto deleznaba el expresidente Andrés Manuel López Obrador, sigue vigente y en los Gobiernos que encabeza la 4T.
Mientras se da el desperdicio en la dependencia municipal, en la ciudad existen agrupaciones como la Casita de Milagros, ubicada allá en el olvidado y lejano fraccionamiento Sierra Vista, donde padecen porque no encuentran la manera para alimentar a los niños y adolescentes del suroriente.
A esta agrupación sin fines de lucro, cuyo único objetivo es dar alimento a los menores que no cuentan con los medios para tener tres comidas al día, el Municipio se dio el lujo de negarles el apoyo para alimentar a los niños, prefiriendo en cambio que los alimentos se pudran para luego enviarlos literalmente a la basura.
Es una vergüenza lo que ocurre. Hace apenas unas semanas que Norte Digital informó que a la Casita de Milagros el DIF les vendía las despensas
Lo más grave de este asunto de los frijoles con gorgojos, es que solo se separa de las despensas los productos echados a perder, menos a los malos funcionarios que permiten que estas situaciones tan lamentables ocurran.
¿Acaso no hay dentro del aparato de Gobierno un responsable y alguien que tenga los suficientes pantalones para llevar a cabo las sanciones y medidas pertinentes que prevengan que este tipo de desperdicios ocurran?
Lo cierto es que ya pasaron las elecciones y las despensas jamás llegaron a destino, para alimentar a los vulnerables. Lamentable que se carezca de acciones claras en cuanto al fin que tendrán las mismas. Son recursos que terminaron podridos, ojalá este mal no se extienda a todas las acciones de nuestro Gobierno local.