De las numerosas y muy reveladoras cifras que dio a conocer Ficosec ayer martes 7 de enero en materia de seguridad pública, destacamos el pavoroso dato de que el 20 por ciento de los más de 2 mil homicidios ocurridos en el estado durante el 2024, fueron a domicilio.

Como se lee: no fue en la vía pública, en un enfrentamiento o en despoblado, sino en la casa “de alguien”, donde se presentaron al menos 400 homicidios de los miles que se registraron en el 2024.

El análisis que se hace en torno a ese dato es que la víctima fue ultimada cuando llegaba a su casa, al salir de esta o, también, por gatilleros que se metieron al domicilio y ahí abrieron fuego contra su víctima.

El dato es para enfriarle la sangre a cualquiera, porque estamos hablando de un delito de un altísimo impacto con efecto multiplicador, pues a la muerte violenta de un ser querido se suma el hecho de haber presenciado el hecho o de encontrar al familiar tendido y sin vida.

La imagen, de suyo, es pavorosa y habla de cómo se ha ido “puntualizando” el actuar de las bandas delictivas.

Otro 16.8 por ciento de los casos sucedieron en la vía pública, en donde otras personas pudieron resultar heridas o peor aún, caer como víctimas colaterales.

Los menos, el 12 por ciento, sucedieron en lotes baldíos o dentro de un automóvil.

Sea donde haya ocurrido, la incidencia de ese desastroso delito sigue en rangos elevados y su impacto destructivo se hace cada vez más detallado.

Lo peor del caso es que las cifras no bajan y las generaciones que nacieron en la primera década de los “dosmiles” no saben de otra condición que no sea la que nos lleva a contar por miles a las víctimas de la violencia.

Ahí están los datos de Ficosec: del 2010 al 2024, 25 mil 878 homicidios, la inmensa mayoría de ellos permanecen impunes.

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Por motivos de auténtica fuerza mayor, la Secretaría de Educación y Deporte del Gobierno del Estado volverá al “modo pandemia” para continuar con su programa del ciclo 2024-2025, pero con el menor riesgo posible.

¿Por qué el “modo pandemia”? Porque se retomará el trabajo desde casa, como se hizo en aquellos fatídicos años 2020 y 2021, cuando el Covid-19 enfermaba gente al por mayor y enlutaba hogares.

“¡No salga de casa!”, era el llamado que se hacía en aquel entonces y el mismo que se hizo este martes 7 de enero, ante la ya próxima llegada del frente frío número 21, el cual “bajará” los termómetros hasta los 0 grados Celsius.

No solo eso: en algunas partes del estado habrá nevadas, vientos fuertes y helados y condiciones por demás adversas que es mejor evitarlas, sobre todo, si las actividades de pueden realizar desde casa.

Es por eso que el más de millón de personas que trabajan o estudian en el nivel básico de educación volverán al “modo pandemia”, a tomar la clase desde su casa, vía internet, para no exponerse al brusco invierno que apenas empieza a sentirse a estas alturas.

No pasa nada si se paran labores presenciales durante tres o más días de la semana, hasta en tanto se templa un poco el ambiente, si con eso se cuida la salud de niños quienes, de otra manera, serían los más expuestos a sufrir los efectos de las heladas que ya vienen en camino.

Nada más hay que advertirles a los niños y jovencitos que van al nivel básico: no es día libre, no es “school out”, como dicen en los EU, ni una prolongación de las vacaciones navideñas, ni mucho menos.

La escuela sigue, desde el hogar, pero sigue, así que, a tallar el lápiz y seguir con el curso escolar, a salvo del tremendo frío.

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Ayer le contábamos del funcionario al que le han mandado la advertencia de Juan Charrasqueado, el “cuídate, Juan, que ya por ahí te andan buscando”.

Nos cuentan que la cosa va tan en serio con lo de su posible salida del cargo, que ya hasta se barajan nombres para encargarse del resto del período al frente de ese organismo público.

Los probables sucesores son personas bien reconocidas por quien las tiene qué reconocer, pues han hecho lo suficiente para mantener un perfil medio, ocuparse de sus encargos y llevarse la fiesta en paz con casi todo el mundo.

Nunca se puede estar bien con todos, pero al menos con “casi” todos.

Y no es que los “candidatos” la anduvieran buscando, sino que más bien a ellos los irán a buscar si el sujeto en cuestión no se compone, o de plano, le ponen la exhibida de su vida en la revisión de cuenta pública.

¡Cuidado! Ya le encontraron más viajecitos de esos que nomás no sirven para abonarle algo a la institución, así que, a estas horas de los primeros días del 2025, sus barbas ya deben estar escurriendo de tan remojadas que están.

Ya veremos pronto en qué termina esta telenovela, una especie de “Los ricos también lloran” que bien podría traducirse en “Los grillos también lloran… cuando los remueven de su cargo”.

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Las cosas se van a poner bastante entretenidas el próximo 16 de enero en Chihuahua, donde la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum realizará un foro en materia agrícola para recoger propuestas que le permitan delinear su Plan Nacional de Desarrollo, el que por ley debe presentarle a la Cámara de Diputados.

Desde las lejanas tierras del centro del país, donde todo se planea, nos cuentan que la temática se centrará en el manejo, precisamente, de la sequía y los programas para hacerle frente a ese fenómeno que ya va para su tercer año consecutivo.

Fuentes cercanas a la broncota –¿de qué otra forma podemos llamarle?– nos comentan que, justo a propósito de ese tópico, saldrá al tema del pesado adeudo que muchos productores agrícolas tienen aún con el Gobierno Federal por las cuentas por pagar a la CFE.

Para la parte federal, obra a su favor el hecho de que el estado de Chihuahua es líder en productores beneficiados con el llamado “PEUA”, o Programa especial de energía para el campo en materia de energía eléctrica de uso agrícola.

Nada más son 15 mil y pico de agricultores los que reciben apoyos de ese programa para que utilicen energía eléctrica con fines de bombeo y rebombeo de agua para uso de riego agrícola.

El chiste de este PEUA es que los beneficiarios reciben la famosa Cuota Energética de energía eléctrica a tarifas de estímulo, para incentivar los procesos primarios de las actividades agrícola.

Chihuahua es líder, pues 5 mil de los 14 mil mdp que se van en el PEUA, se quedan en nuestra entidad.

Ojo con los productores del Valle de Juárez, porque están entre los más afectados por la sequía y es común oírlos quejarse de que toda la atención se le pone a sus “colegas” del Distrito 05 del sur-centro del estado.

A ver de cuál cuero salen más correas.