Las cosas podrían estar más turbias de lo que se ha mostrado en el caso de policías municipales vinculados al presunto líder criminal, Ulises Nache Trujillo, quien fue asesinado la noche del lunes, junto a dos agentes que fungían como sus escoltas.

Decimos lo anterior porque ha circulado una versión respecto a que en el operativo malandro de ejecución que se realizó a la entrada del fraccionamiento Vilago, resultó herido un tercer policía municipal.

Sin embargo, habría desaparecido de la escena del crimen, no se sabe si por cuenta propia o ayudado por alguien más de sus compañeros o jefes de la Municipal, o incluso por alguien de alguna célula criminal afín. Ya a estas alturas ni se sabe cuándo son policías o cuándo son malandros. Finalmente resultan lo mismo.

Y si eso pasó, ni modo que el dato se desconozca a estas alturas por parte del más alto mando policial, o parte de las autoridades investigadoras. Han estados muy herméticos por todos lados.

Tampoco es muy difícil pensar que el enjuague o involucramiento de El Principal o Delta 1 con integrantes de la corporación, alcanzaba nada más a dos agentes devenidos en guaruras. Precisamente por el nivel de importancia de Nache en la estructura criminal y el alcance de sus actividades en cuanto a la extorsión, el tráfico de personas y la venta y trasiego de drogas sintéticas, es bastante obvio que la protección policial era mayor.

Así que el escándalo seguirá creciendo. Sobre todo si se investiga en serio. Y con independencia de lo que ocurra legalmente, también es previsible su politización.

Ya están las voces del PAN haciendo señalamientos duros, con todo y que anteriormente se habían visto bastante silenciosos. De alguna manera llevaban la fiesta en paz con la Administración municipal guinda, quizá bajo algún acuerdo, precisamente, de no politización de los temas de seguridad pública.

Pero no hay manera de sacarle a la discusión pública con un asunto tan delicado. El primero que le atoró fue el dirigente local del PAN, Gabriel García Cantú. Luego lo hizo la diputada local Xóchitl Contreras y ayer se sumó la presidenta estatal, Daniela Álvarez.

Pusieron al secretario de Seguridad Pública César Muñoz en la mira. Qué ironías de la vida. Cuando en 2021 el finado Javier González Mocken era candidato panista a la alcaldía, su carta para Seguridad Pública, su gurú o experto, era precisamente César Muñoz, quien luego aparecería impulsado por la administración morenista.

Con razón se dice siempre que en este tema de las infiltraciones malandras, no hay distingos de colores partidistas.

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Hablando de casos turbios, también hubo noticias ayer sobre el responsable visible de un fraude tipo Aras que se aventó un empresario desconocidón identificado como Felipe de Jesús Varela Granados, propietario de la famosa licorería Carlitos Güey, ahora cerrada.

El caso es que los muchachitos del fiscal Carlos Manuel Salas le echaron el guante, después de que se armaron denuncias en su contra por parte de una treintena de juarenses a quienes birló sus buenos cueros de rana verde, luego de hacer que les brillaran los ojitos ofreciendo rendimientos muy fuera de lo normal.

Decía traer negocios que garantizaban rendimientos superiores al 50 por ciento anual de la inversión, así que no faltaron quienes entregaron sus 30 mil, 50 mil o hasta 100 mil dólares para entrarle al negocio.

Se habla de un fraude genérico de más de 20 millones de pesos. Podría haber desfalcos mayores porque hay otra versión que indica que el total de lo reclamado asciende a 50 millones.

Total que por ahí le entró la Fiscalía para hacer causa penal y que aquello no quedara en simples pagarés por cobrar por la vía civil o mercantil, por ese esquema de préstamo que operan como inversión.

Mirone se enteró que hay otra veta informativa interesante en este caso.

En la mira está un banquero que hizo las veces de intermediario entre Carlitos Güey y los inversionistas. Presuntamente ese banquero, obviamente con información de las cuentas, maniobró de dos formas: sin decir a sus clientes, pasó el pitazo a Felipe de Jesús, sobre quiénes tenían recursos prácticamente sin moverse en el banco para que el defraudador los abordara, aunque también convenció a algunos de los clientes que confiaban en él, de entrarle a la inversión aceptando su recomendación ante la “oportunidad” que ofrecía.

A ver en qué termina el entuerto. Ya debe estar Varela pisando el Cereso. Desde hace rato su licorería terminó cerrada, luego de algunos embargos promovidos por parte de los defraudados.

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La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel también trae cachucha de gestora por Chihuahua. Sigue mostrando especial interés por el estado, aunque todavía no ha dicho si se le deberá o no considerar como aspirante por Morena, ahora que acá todo mundo anda acelerado rumbo al 2027.

Algo ha de tramar o algo quiere. Pero lo cierto es que ya nada a dicho desde su gira por Guachochi, cuando señaló, allá por el 20 de julio, que “en próximas semanas voy a fijar una postura al respecto”.

No ha regresado a Chihuahua, pero ayer atendió temas de Chihuahua en la Ciudad de México.

Fue la delegada de Bienestar, Mayra Chávez, quien compartió en sus redes, las fotos y la información sobre una reunión con el titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina.

Además de agradecer a Esteva por recibir a una delegación de Chihuahua, hizo lo mismo con Montiel “por gestionar este encuentro y por su respaldo constante a nuestra gente”.

Mayra Chávez dijo haber acompañado a un grupo de alcaldesas y alcaldes: Guadalupe Pérez, de Chínipas; Ana Laura González, de Guadalupe y Calvo; Arturo Langarica Almanza, de Urique; José de Loreto Javalera, de Morelos y Omar Caleb Lazo, de Temósachic.

Sin duda que ambas traen jugada política: Montiel, que la hace de gestora por Chihuahua, y Mayra que se asume ahora sí, y con todo el aval de la secretaria de Bienestar, como una superdelegada política en Chihuahua, ya que no únicamente atiende asuntos de la Secretaría de Bienestar, sino de todo el Gobierno Federal.

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Ahora sí que se juntó la oposición en el Cabildo juarense. Aunque de fondo no cambien las cosas o se imponga de cualquier manera la mayoría, hace rato que no se veía. No pasa de ser un simple mensaje político o incluso hasta berrinche coyuntural en las agendas privadas de cada regiduría, pero sí llamó bastante la atención de Mirone.

En la sesión ordinaria de Cabildo, la autorización de un nuevo fraccionamiento de dos etapas que edificará la Constructora Anglo, recibió el voto en contra de cuatro ediles: Alejandro Jiménez (PAN), Fernanda Ávalos (PVEM), Gloria Mirazo (Movimiento Ciudadano) y Luz Clara Cristo Sosa (ya sin partido, aunque llegó por las siglas de Pueblo, ya desaparecido).

Fue Jiménez quien cuestionó los antecedentes de Anglo, la empresa de José Luis Anguiano Ochoa, principalmente los relacionados con obras del BRT, paraderos que se quedaron tirados por mucho tiempo. También el asunto de un pleito interno, con demandas mutuas con Urbanizaciones y Construcciones BCH de Gerardo Bonilla, otro constructor muy quemado por incumplimientos. El punto fue que bien podría dejar colgados de la brocha a compradores de vivienda.

A final de cuentas, la mayoría morenista en Cabildo autorizó sin problema el par de fraccionamientos, simplemente porque no consideraron que se estuvieran incumpliendo norma o procedimiento alguno. Se trata de Sedona Cerrada y Sedona Cerrada II, con 68 unidades privativas habitacionales, a construirse en 24 mil 959 metros cuadrados de la colonia Puente Alto.

La regidora priista Mireya Porras, como siempre, votó igual que la mayoría guinda. El proyecto pasó, pero no sin una buena acalambrada para el dueño de la constructora que estuvo presente en la sesión.

Hablando de grillas partidistas en el Cabildo, ayer comentamos aquí la jugada que traían Antonio Domínguez y Paty Mendoza, en supuesto papel crítico de dos de los temas que ayer se votaron y aprobaron: el fondo de 5 millones para apoyar a madres buscadoras y la donación de un predio de 2 hectáreas para Desarrollo Juvenil del Norte Asociación Civil.

Las dos figuras morenistas ni siquiera se presentaron a la sesión ordinaria. Presentaron justificante para no acudir. Ninguno de ellos estaba enfermo porque el pasado lunes se mostraron muy orondos en la reunión previa, esa en la que se puso bravo Domínguez, igual que la síndica Ana Estrada, tomando la voz de Paty Mendoza en su pleito con Mary Adame por la agenda de las mujeres.