Hay todavía más material sobre las grillas por la dirigencia del Comité Municipal del PAN.

Le faltó ayer a Mirone comentar sobre otra alternativa que se anda cocinando entre algunos cuadros azules inquietos por el futuro partidista y todos los proyectos que vienen para el 2027.

La jugada alterna la traen Sergio Acosta y María Valadez. “Un, dos, tres por dos humildes ex secretarios generales. Habemus proyecto!!!” (sic), publicó recientemente en sus redes, María Valadez.

Ese proyecto parece no ser otra cosa que la fórmula que ambos lanzarán por la dirigencia. Acosta para presidente y Valadez para secretaria general del Comité Municipal.

Por lo visto, Sergio Acosta cree que la tercera es la vencida. Ya ha perdido dos elecciones al hilo por la dirigencia municipal.

Las dos veces las ganó Joob Quintín Flores Silva, sin ser el candidato “oficial”. La primera fue en diciembre de 2018. En aquel entonces, quien llevaba la bendición de Palacio en tiempos de Javier Corral, era el exregidor Pepe Márquez, el mismo que hoy reclama un proceso democrático.

Después, en agosto de 2019, Acosta volvió a quedar en el camino, ante la carta de los Golden Boys. En esa ocasión Joob Quintín obtuvo 252 votos, derrotando al candidato “oficial”, Rubén Trejo, quien se quedó con 210 votos. Acosta alcanzó 203 y Pepe Márquez, apenas y pintó con 29 votos.

Como parte del Grupo Tauro que le movió a la operación política en 2021, Acosta fue palomeado por la gobernadora Maru Campos para quedarse con la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Bien Común, pero luego de más de tres años sus bonos bajaron y terminó fuera de la administración.

El también exsecretario del Comité Municipal fue enviado a la banca y aunque por un tiempo se mencionó que podría ser rescatado en algún cargo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, eso nunca pasó.

Así que ahora levanta la mano, por lo visto, no para ser tomado en cuenta por el grupo e el poder, sino como una opción de los disidentes.

María Valadez, a quien precisamente se le había reconocido antes su capacidad de operación electoral con la Secretaría General del Comité Municipal, desde hace rato es opositora del equipo que ahora rinde cuentas en la capital del estado. Un tiempo estuvo bastante cercana a la vicegobernadora Lety Corral.

Valadez trae bastante camino recorrido en la operación blanquiazul. Varios años atrás le tocó incluso trabajar de cerca con Cruz Pérez Cuéllar, cuando el hoy alcalde morenista, tenía el control de todo el PAN a nivel estatal.

Toda esta semana será de efervescencia en el PAN, ya que se definirá quiénes le entrarán al registro, aparte de que se decidirá desde Chihuahua, si Gabriel García Cantú obtiene o no la bendición para seguir en la contienda.

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La que ayer mandó un fuerte mensaje a su equipo, fue la gobernadora Maru Campos.

“Quien se porte mal, le va mal”, soltó la mandataria estatal cuando los reporteros de la fuente le preguntaron sobre una versión, otra más, de posibles ajustes o cambios en su Gabinete.

Quién sabe si haya sido borrego, pero seguramente que la respuesta de Maru dejó a más de dos preocupados.

La gobernadora fue abordada sobre el tema que rebotó por Palacio, luego de que concluyó el evento de presentación del “Apoyo Especial de Infraestructura Hidroagrícola en los 8 distritos de Riego y Unidades de Riego”.

No sabe Mirone que alguien en lo específico lo traigan en jabón, pero sí supo que hay buena grilla que tiene que ver con la candidatura panista a la alcaldía de la capital del estado.

En ese tema, a quien le ha dado por aventarse por la libre, no disciplinarse y no aguantar los tiempos y formas, es al secretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Rafael Loera.

Su manera de operar ha generado molestias en Palacio y entre los otros suspirantes, por lo que por ahí podría ir la flecha.

No hay que olvidar que la lista de prospectos es larga y que todos están en el primer círculo de la mandataria: Manque Granados, Santiago De la Peña, César Jáuregui y Alfredo Chávez. En ese escenario, Rafa Loera se estaría convirtiendo en el rival más débil. Ahí podría romperse el hilo, por lo más delgado.

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El regidor Antonio Domínguez Alderete quiere seguir bateando en al Ayuntamiento.

Aunque es claro que no andan bien las cosas con el despacho principal de la Presidencia Municipal, tampoco se le ha marginado del todo.

O eso está por verse. Por lo pronto, parece que le darán chance de tomar el bat y por eso promovió un acuerdo que este jueves será seguramente votado a favor en sesión ordinaria de Cabildo.

Domínguez trae la liga tensa desde que su hermano Andrés fue echado de la Operadora Municipal de Estacionamientos, se supone que porque lo agarraron con tres dedos en el cajón. El regidor también ahuecó el ala un buen tiempo, cuando solicitó licencia para arreglar su residencia en Estados Unidos, pero ya está de regreso.

El caso es que, por lo que se vio en la sesión previa, su punto será aceptado, para que los chicos de Estacionómetros Municipales dejen de estar quitando las placas de los automóviles que reciben alguna infracción por estacionarse en lugar prohibido.

De acuerdo con Domínguez, hay muchas quejas ciudadanas por abusos del personal municipal, que opera principalmente en la Zona Centro, por lo que abogó para que esa sanción ya no se aplique. Que se deje la multa y listo.

Para ello, se modificará el Reglamento de Estacionómetros. Habrá votación el jueves, se supone que previa revisión en comisiones, para que se consideren los puntos de vista de seguridad y movilidad, y no quede todo nada más en la Comisión de Gobernación.

Se nota que el regidor anda dolido, aunque aparentemente sigue aguantando vara. Ni siquiera le han regresado sus comisiones. Por eso no falta quien diga que Domínguez ya anda completamente en otro proyecto, fuera del equipo de la Presidencia Municipal.

Incluso, se comenta que alguien le vendió la idea a Domínguez, respecto a que tiene con qué para buscar él mismo la candidatura a la alcaldía.