El Congreso del Estado propondrá al abogado Francisco Acosta Molina para que sea el candidato del Poder Legislativo al Consejo de la Judicatura. Parece que ya se hizo costumbre, y hasta requisito, que quien ocupe cargos de alto rango en el Poder Judicial no tenga experiencia en, justamente, labores judiciales.

Acosta Molina tiene una larga trayectoria como represente legal en dependencias del Gobierno Federal y en la Auditoría Superior del Estado. Su currículum incluye experiencia en órganos de control interno de diversas dependencias del Gobierno Federal en la época en que el PAN gobernaba al país, entre los años 2000 y 2012. 

Larga y brillante carrera del egresado del ITESM en grado licenciatura, con máster y grado de doctorado, pero no en el Poder Judicial. Acosta nunca ha desempeñado una sola tarea en el ámbito de la impartición de justicia en los tribunales.

Quizá su experiencia laboral más próxima está en el Poder Ejecutivo del Estado, como titular de lo que antes se llamaba Consejería Jurídica, en el Gobierno de Maru Campos.

Es decir, que el Congreso se apresta a votar por un miembro del Gobierno, para que ocupe un cargo de la mayor relevancia en el Consejo de la Judicatura. Del Ejecutivo al Legislativo, al Judicial. Así de rápido correrá su carrera en los más altos rangos de la administración pública.

Luego Maru se enoja cuando le dicen que ella también invade esferas de los otros poderes y manosea procesos de selección y designación de cargos. El que era el abogado de su gobierno y, suponemos, de sus más cercanas confianzas, ahora tendrá vara alta en el Poder Judicial. ¡Que viva la división de poderes!

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Se tardó, pero finalmente asomó la cabeza el líder panista en el Congreso del Estado, Mario Vázquez, para decirle públicamente alguna de sus verdades al exgobernador Javier Corral Jurado y a la niña de sus ojos (los de Corral), la destituida fiscal anticorrupción Gema Chávez.

La carta del diputado no tiene desperdicio, pero si algunas mentirillas, como cuando dice que, en 10 meses, el gobierno de Maru Campos ha logrado más objetivos prioritarios en materia de seguridad pública que los conseguidos -si acaso los hubiera- en 5 años de mal gobierno corralista.

Lo cierto es que si en el gobierno de Corral la impunidad del crimen organizado fue el sello distintivo del Ejecutivo estatal, en la actual administración no se ha visto que esa condición haya cambiado.

Mario se había mantenido muy calladito, viendo a la distancia los zapes que se daban mediáticamente Corral, Duarte, AMLO y Maru, después del triple homicidio de El Chueco en Urique.

Fue hasta el viernes cuando se le reactivaron las neuronas y decidió meterse al fuego cruzado, al ser aludido por el inútil exgobernador en una entrevista con Carmen Aristegui, donde salpicó lodo para todos lados cuando le preguntaron si había protegido al líder criminal que hoy es amo y señor de la sierra y, por lo mismo, sigue prófugo.

El legislador le dijo a Corral que por su ineptitud empoderó al narco asesino; que engañó a los chihuahuenses con su fallida operación justicia que implementó con las vísceras, no con el cerebro; que sigue ofendiendo a los periodistas porque no le siguen sus mentiras y que Maru es mejor que él, simplemente porque está trabajando, palabra que Javier desconoce porque nunca ha trabajado.

De su protegida, la fiscal anticorrupción Gema Chávez, dijo que era la encargada de sus venganzas personales y la utilizaba hasta para amenazar jueces.

Total, que, en la suma de todos los calificativos que le dedicó Mario Vázquez, además de soberbio, incapaz, mentiroso y baboso, nomás le faltó decirle pipianón, por aquello de la refinada costumbre gourmet de Javier, de comer tacos de pipian con maruchan, eso sí, después de jugar golf. Sí señor.

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Varios extrañamientos a sus colaboradores hará sin duda el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, cuando se entere por vía de los tribunales de las condiciones en que tienen trabajando a la presidenta del Consejo Local de Tutelas, Imelda Margarita Chávez Cortez, quien carece de un espacio fijo para despachar y a quien han traído de un lado a otro, como judía errante.

Resulta y resalta, que la funcionaria en cuestión, con 17 años de servicio en dicho puesto, tenía originalmente sus oficinas en la planta baja del edificio del estacionamiento Plaza, que fue desalojado por riesgos en su estructura y ahora será utilizado para la construcción de la Torre de Babel, perdón, Centinela.

De ahí la enviaron a las saturadas oficinas de la unidad administrativa, donde se expiden las cartas de no antecedentes, pero carecía de privacidad para recibir y escuchar en audiencia a personas sometidas a algún procedimiento o trámite del Consejo a su cargo.

Finalmente, fue enviada a despachar en las instalaciones de Rescate y Adopción de Mascotas del Municipio, RAMM, en el Chamizal, el sitio menos adecuado para el desempeño decente de las funciones propias de tutela que debe realizar, y el seguimiento que debe tener en los tribunales familiares, civiles y penales.

El colmo de esta irregularidad fue que, por instrucciones de la Dirección de Gobierno, le quitaron el automóvil que tenía asignado para trasladarse a los tribunales y domicilios de tutelados y tutores, y a la trabajadora social comisionada en el Consejo, la convirtieron en secretaria.

El asunto ya hizo crisis porque el Consejo carece de un domicilio para las notificaciones de las diligencias procesales legales y los jueces comenzaron a pegar de gritos y a pedirle a la autoridad municipal que solucione el problema.

Uno de los juzgadores que ya envió oficio a la autoridad municipal, refiriendo esta anomalía, fue el Juez 6º de lo Familiar, Simón Mario Salinas, y no tardan en hacerlo el resto de los jueces donde el Consejo de Tutelas realiza diligencias.

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Además de que ya le pusieron bola negra por incumplido y por dejar plantados a los regidores de las cinco comisiones que tiene asignadas, el edil Antonio Domínguez Alderete, trae tiro cantado con su compañera María Dolores Adame, quien lo acusa de boicotear los eventos de Morena.

El “Pañalito” Domínguez se ha ganado a pulso la fama de irresponsable en el Cabildo, pero es en la fracción morenista donde no se la acaba por faltista y mentiroso.

María Dolores lo encaró la semana pasada y le reclamó airadamente por haberse comprometido y no cumplir con los 10 camiones que ofreció para el traslado de las personas que asistieron a la primera Convención de Morena, donde el activista John Ackerman dio una conferencia.

La regidora de la Comisión de Hacienda le dijo que era un boicoteador de los eventos de Morena y por lo pronto dejó de contestarle el teléfono, para que sienta el rigor de su desprecio. Si consideramos que María Dolores Adame es muy cercana al delegado de Bienestar, Juan Carlos Loera, y forma parte de su equipo de grillos en el estado, ya puede irse despidiendo El Pañalito de su reelección como regidor, además de que la fama de incumplido y faltista en nada le favorece.