Para salir de la ortodoxia política y hacer factible el avance en terrenos donde muchos han quedado estancados, Maru Campos gobierna, sin duda, aplicando la ley de los opuestos o de la polaridad. La gobernadora se ha preocupado, hasta ahora, por subir a través de su propia y particular escalera.
Lo hizo desde la precampaña, cuando sorteó la fúrica y política persecución de su predecesor Javier Corral, quien convirtió a las instituciones de procuración y administración de justicia en instrumentos meramente electorales, con los que le jugó al petate del muerto, y todo para que fuera su gallo el candidato a la gubernatura del PAN en las pasadas elecciones. Lo hizo también la ahora gobernadora, al desafiar al candidato del Gobierno federal, haciéndose finalmente con la victoria en los pasados comicios.
En su momento, los pronósticos de los gurús y analistas de café aseguraban que, ya como gobernadora, Maru seguramente mantendría su distancia con el Gobierno federal para tratar de evitar el sometimiento que han mostrado algunos mandatarios en otros estados del país, pero estos agoreros erraron en sus profecías.
Ni lo uno ni lo otro ocurrió. Gracias a los buenos oficios políticos, que le han permitido mantener una cercanía con el Ejecutivo federal, sin entrega ni sometimiento, la gobernadora ha logrado, hasta el momento, la resolución de temas tan complejos como el del conflicto del agua, que en su momento no se pudo o no se quiso resolver con Corral a la cabeza del Gobierno estatal.
En la reconfiguración del nuevo Gobierno, tras la debacle corralista, el estado de Chihuahua volvió a marcar tendencia, cuando, por primera vez en su historia, tres mujeres ocuparon los más altos cargos en cada uno de los poderes estatales, completando la tríada del nuevo matriarcado en el Ejecutivo, Legislativo y Judicial de nuestra entidad.
Luego, por si quedaba alguna duda, la gobernadora de Chihuahua dejó, la semana pasada, la Alianza Federalista de los gobernadores rebeldes y separatistas, esto para reintegrarse a la Conferencia Nacional de Gobernadores, sumando puntos con el presidente López Obrador, con el que se encuentra enfrascada en un delicado juego de intereses y complejidades.
Al día de hoy, al rebasar sus primeros 100 días de gobierno, la gobernadora ha enviado un mensaje navideño a través de sus redes sociales, en donde anuncia que el próximo año habrá buenas sorpresas para el estado grande. Si se toma en cuenta la prelación y las buenas relaciones con los distintos niveles de Gobierno, hacia arriba y hacia abajo, seguramente podremos ver materializadas muchas cosas que hasta hoy han quedado estancadas por mezquinos intereses personales. Esperemos que esos buenos resultados y esas buenas sorpresas se empiecen a hacer realidad muy pronto.
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En las redes sociales circulan fotos de una heterogénea posada navideña que tuvieron militantes del PAN, PRI, PRD y hasta de Movimiento Ciudadano, así como académicos de la UACH, periodistas y líderes del sector privado.
El llamado Grupo de Alianzas Externas, o Club de Tobi, porque nada más está integrado por hombres, se distingue por haber dado su apoyo a Maru Campos en la pasada contienda electoral.
Son 18 varones los que la integran y que en esta ocasión se reunieron para la “conbebencia” decembrina, que estuvo de muy buen nivel y con muy buen ambiente, según puede apreciarse en las fotos que circularon.
En un post compartido por el presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Roberto Lara Rocha, pondera que la reunión fue de mera convivencia, ‘en busca del bien para Chihuahua’.
Se lee en el post, que desde la campaña de Maru fue formado el grupo político Alianzas Externas, y ahora que ya es gobierno, se ha ido ampliando porque ha ido creciendo la confianza.
Lara Rocha dijo que se trató de una mera reunión de amigos y que no hay un personaje a la cabeza del grupo. En las imágenes compartidas en redes sociales, aparece el titular de la Cámara de Comercio de Chihuahua, Edibray Gómez Gallegos.
También acudió el catedrático y exdirector de El Heraldo de Chihuahua, Javier Contreras Orozco; así como el popular periodista radiofónico Juan Enrique López Aguirre. Ambos con ideología afín al Partido Revolucionario Institucional.
En la fotografía se ve el director de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Carlos Hinojos, quien por cierto es de los que buscan la rectoría de la máxima casa de estudios.
Además del presidente estatal del PRI, Alejandro Domínguez, también asistieron exmilitantes de dicha fuerza política y exfuncionarios de la administración de César Duarte, tales como Miguel Ángel González y Francisco Salcido Lozoya.
“La vida te permite coincidir con muchas personas, en la pluralidad se hacen amistades; en una reunión con amigos de muchos años’, escribió inspirado el líder del tricolor Domínguez.
Aparece también, Alan Falomir, militante del PAN, pero exdiputado del partido Movimiento Ciudadano, y actual presidente de la Junta Municipal de Aguas, en la capital del estado.
Otro que no faltó fue Pavel Aguilar Raynal, exdirigente del Partido de la Revolución Democrática, PRD, quien se desempeña en la Coordinación Ejecutiva de Gabinete, en el gobierno de Maru Campos.
El regidor panista Félix Martínez Adriano y otros funcionarios de la Administración Municipal de Chihuahua, como Ángel Piñón Balderrama, estuvieron presentes en la posada.
Los grillos marucampistas compartieron imágenes de la cena, donde hubo comida gourmet, vino, tequila y música de palomazo, de varios desentonados trovadores.
Obviamente, naaaaaadie de Morena estuvo presente ni fue invitado, porque fue una cena de compas que trascendió intencionalmente, para mandar un mensaje de civilidad política de altura, que es muy difícil ver en estos tiempos.
Otro ejemplo más de cómo funciona en la era de Maru Campos, la ley de los opuestos, en perfecta sincronía con lo que hace la inquilina de Palacio.