Consummatum est, Adriana Terrazas Porras rindió ayer protesta como nueva presidenta del Congreso del Estado para el segundo año de sesiones, en una sesión donde no hubo pleno, sino mayoría, porque los integrantes de la fracción de Morena no asistieron y dejaron otra vez sola a la expriista.

En sustitución de las diputadas morenistas, Rosana Díaz y Magdalena Rentería, fueron aprobadas por la Junta de Coordinación Política la priista Georgina Zapata y la panista Carla Rivas, como segunda secretaria y tercera prosecretaria de la nueva Mesa Directiva.

Una hora exactamente duró la sesión del Congreso donde estuvieron 23 diputados del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PT, seis de ellos participando a distancia vía internet, mientras que 10 de la fracción de Morena, con excepción de Adriana Terrazas, le hicieron el feo y no asistieron.

La votación transcurrió sin mayor problema y los 23 votos fueron a favor de la nueva mesa directiva, sin abstenciones, como estaba planchado de antemano.

La presidenta del Congreso, Georgina Bujanda no ocultaba la satisfacción por el resultado obtenido y por haber dejado chiflando en la loma, a los diputados morenistas que querían a Benjamín Carrera al frente de la nueva directiva.

Muchos abrazos, besos y parabienes, recibió Terrazas de los diputados a cuyos partidos no pertenece, pero con quienes ahora tiene un compromiso por el voto que le dieron de forma unánime.

Aunque se diga que Adriana tiene el respaldo del Consejo Estatal de Morena, no de la dirigencia del partido, fue postulada y ganó la presidencia por los votos mayoritarios de los partidos rivales.

Esa es la realidad, además de que se mantuvo firme en su postulación porque, según les presumió a sus compañeros de fracción, contó con el apoyo del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.

Para muchos morenistas chihuahuenses, la güera Terrazas era la mala de la película, pero al final de cuentas, resultó la buena de la política, pues les comió el mandado.

Eso lo saben los diputados de Morena y les calienta los ánimos, porque sienten que ahora dormirán con el enemigo en casa, impuesto nada menos y nada más que por la inquilina de Palacio.

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Aunque Usted no lo crea amable lector, 35 mil habitantes del Valle de Juárez reciben el servicio de transporte público de pasajeros una vez al día, con un solo camión.

De este tamaño es el grado de abandono en que los tres niveles de Gobierno mantienen a los vecinos de 11 ejidos que comprenden los municipios de Juárez, Guadalupe y Práxedis G. Guerrero.

Esa desatención fue puesta de manifiesto por el diputado morenista Gustavo de la Rosa Hickerson, quien subió una iniciativa a la diputación permanente, para que el Gobierno del Estado incremente el número de “corridas” y regularice el servicio a la mayor brevedad.

De la Rosa conoce el problema porque tiene muchos años radicando en el ejido San Agustín, punto intermedio de la ruta que actualmente cubre un solo camión entre Juárez y El Porvenir.

Cierto es que esta marginación de un servicio básico, para una población alejada de la zona urbana, no es únicamente culpa de los transportistas, sino consecuencia de la inseguridad que se vive en la zona rural donde los bandidos, narcos y traficantes de personas, son los que rifan y controlan la zona las 24 horas del día, los 365 días del año.

Para nadie del Valle de Juárez es un secreto que los miembros de la delincuencia organizada se desplazan a sus anchas a lo largo de 80 kilómetros, desde El Sauzal, en el Municipio de Juárez, hasta El Porvenir, en Práxedis.

Eso ha orillado a los concesionarios del transporte de aquella ruta, a limitar sus recorridos a una sola unidad que sale a las 6 de la mañana de El Porvenir y regresa hasta las 2 de la tarde de Juárez, para llegar con la luz del día a su destino final.

El servicio es imprescindible para esa población, no solamente para acudir a la ciudad a comprar sus provisiones semanales, sino para que cientos de jóvenes se trasladen a sus escuelas y para que las familias puedan acudir a los servicios de salud.

Si a la gente se le pasa el camión, literalmente, tiene que esperar hasta el día siguiente o pagar las altas tarifas del transporte privado, si es que encuentran algún valiente del servicio por aplicación digital, que quiera arriesgarse transitando en aquellos rumbos.

Ojalá le den curso a la iniciativa aprobada del diputado De la Rosa, por el bien de miles de familias valle juarenses, y su propuesta no sirva únicamente para los informes parlamentarios.

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Tal y como se veía venir, el exdirector de Derecho, Luis Alfonso Rivera Campos, quedó como el favorito en la terna de candidatos a ocupar la Rectoría de la UACH, con otros dos aspirantes que solo fueron incluidos para cumplir las formas de la convocatoria: Lorena Patricia Licón Trillo, de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales y Luis Carlos Hinojos Gallardo, de Medicina.

El miércoles a las 5 de la tarde, al vencer el plazo para que los Consejos Técnicos de las 15 Facultades enviaran sus propuestas, los tres nominados quedaron definidos, encabezados por quien ya recibió la bendición de Palacio.

Ahora solo falta la reunión del Consejo Universitario, que será convocado dentro de los siguientes cinco días naturales a partir de este viernes, de acuerdo con la convocatoria, y el próximo miércoles 31 de agosto, Rivera Campos se convertirá el rector número 22 de la máxima casa de estudios, que cuenta con 10 campus en la entidad. 

Una vez que se formalice la elección, le sigue la elección de directores de las 15 Facultades y entonces se va a desatar la grilla sabrosa y canibalesca, sobre todo en aquellas escuelas donde existen grupos hegemónicos que han mantenido el control por décadas.

Por lo pronto, las Facultades de Ciencias Agrícolas y Forestales, de Zootecnia, Química, Ingeniería, y Bellas Artes, ya expidieron sus convocatorias respectivas.