Hasta la redacción de Mirone llegaron quejas de algunos fans del cantante Christian Nodal, que el viernes se presentó en esta frontera en el estadio Juárez, con desplantes de divo y falta de respeto al público, sin que ninguna autoridad interviniera, como siempre ocurre en estos casos.
Resulta que el concierto del sonorense estaba programado para iniciar a las 8 de la noche y la gente se formó en el exterior del estadio desde las 7 de la tarde esperando que abrieran las puertas para entrar al estadio, pero, qué creen, el evento comenzó después de la medianoche.
Con intenso frío, sin servicios sanitarios en el exterior y todo el tiempo de pie, porque no había sillas ni bancas para descansar, los seguidores de Nodal esperaron poco más de 4 horas, hasta que alguno de los organizadores se compadeció y abrió la única puerta de acceso al estadio, que, para todo se usa, menos para jugar beisbol.
Imagínese a las damas todo ese tiempo de pie, con tacones, y muchas de ellas sin abrigo adecuado, para no perder el glamour en el concierto. En todo ese tiempo que duraron hombres y mujeres a la intemperie, hizo crisis la falta de servicios sanitarios, pero los varones fueron los únicos que pudieron solucionar el problema fertilizando las plantas de ornato del lugar.
Cuando por fin pudo entrar el público, muchos ya iban enojados, recordando a la progenitora de organizadores y cantante, por la grosería de haberlos tenido afuera expuestos al mal clima.
Finalmente, el concierto comenzó las 00:20 de la noche, ya del sábado, con un pésimo sonido que desató la ira en las tribunas, donde la gente le gritaba a coro “no te escuchamos güey…”.
Luego se supo que los promotores chafas que montaron el espectáculo de Christian Nodal, rentaron equipo de sonido de calidad patito, que bien puede servir para una piñata en un escenario cerrado, no en un espacio abierto como el estadio, para un concierto de tal magnitud.
Ahora que se sabe que el ex de Belinda enfrenta una denuncia por fraude de 2.5 millones de pesos en la ciudad de Chihuahua, donde dejó colgado a un promotor de espectáculos con dos conciertos que no realizó, se explica por qué el cantante no inició puntual su salida al escenario, ya que tenía miedo de ser detenido en plena cantada.
Fue hasta que sus representantes le dijeron que no había chanates en los alambres, refiriéndose a la policía, cuando por fin saltó al escenario, pero sin pedir disculpas por su grosera tardanza, por algo es el divo de Caborca, faltaba más.
El mismo problema ocurrió en la capital del estado, donde el cantautor se presentó el sábado en el estadio monumental de beisbol.
El concierto estaba programado a las 8 de la noche, pero comenzó hasta después de las cero horas de ayer domingo, cuando mucha gente se hartó de la espera y se retiró.
Sin duda, a Nodal y representantes les está haciendo mucho ruido la denuncia que, por gandallas, ya tiene la Fiscalía General del Estado.
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La semana pasada, cuando se dio a conocer el nombramiento de Mario Trevizo como abogado general de la Universidad Autónoma de Chihuahua, los santones de Morena y del PAN, Juan Carlos Loera y Mario Vázquez, respectivamente, se rasgaron las vestiduras y pegaron el grito en el cielo.
Sin embargo, sus posturas no pasaron de lo inocuo, porque además de ser materia prima de los medios en ese momento, no generaron tendencia y, hasta ahora, no influyeron en la opinión pública, como ellos posiblemente esperaban que ocurriera.
El delegado federal, Juan Carlos Loera, calificó de “aberración” la designación de Trevizo, pero si nos remitimos al significado estricto de la palabra, que la describe como una conducta antinatural, anormal o ilícita, nada de eso aplica al nombramiento que hizo el rector de la UACH en la persona de un abogado y catedrático universitario que siempre ha sido priista.
Sin embargo, resulta que la mentada aberración les acomoda perfectamente a Loera y Vázquez, ya que como usted recordará, estimado lector, ambos personajes tejieron no tan finas alianzas, arrodillándose en distintos tiempos, pero con iguales propósitos de poder, con y ante el exgobernador binacional Javier Corral Jurado.
Loera fue un aliado fiel de Corral antes y durante su campaña por la gubernatura, y hasta llegó a ser el favorito del políticamente anfibio y curiosito exgober, aunque se tratara del candidato de Morena, con tal de ganarle las elecciones a Maru Campos.
En el fondo, Corral sabía que “su gallo”, Gustavo Madero, tenía el carisma de un espantapájaros casero y el arrastre de un búho eólico con cabeza giratoria, por lo que optó por apostarle al menos piior para sus intereses.
Por su parte, el líder del panismo en el congreso, Mario Vázquez, sostuvo que el nombramiento de Mario Trevizo “no deja buen sabor de boca”, como si la carga de esa designación, que sin duda recibió el visto bueno de la inquilina de palacio, tuviera que ser aprobada por todos y cada uno de los actores políticos de la entidad.
Y es que Vázquez también ha hecho lo propio en términos de aberraciones y malos sabores de boca, cuando, con singular entusiasmo, utilizó sus indestructibles rodilleras Caterpillar siendo el dirigente estatal del PAN, y cuando el innombrable Corral era senador de la República, ya con la mirada puesta en la gubernatura de Chihuahua.
Entonces, para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo, si al final de cuentas sus ácidos comentarios sirvieron para dos cosas: para nada y para pura….vacilada.