Aunque era día santo, las recordadas de progenitora se escucharon todo el domingo, desde el Precos instalado en Samalayuca hasta Ciudad Juárez y, hacia el sur, seguramente hasta la sede de los poderes federales, en el centro del país.

En el punto más crítico de la tarde-noche, la pérdida de tiempo para los sufridos viajeros que regresaban ya cansados a Ciudad Juárez, alcanzó las dos horas, pero el viacrucis en pleno domingo de Pascua prevaleció todo el día.

Las filas dobles fueron de hasta 5 kilómetros y no faltaron los vehículos descompuestos por calentamiento, o tirados por falta de gasolina, en aquellos casos en que los propietarios se la rifaron sin llenar tanque para no pagar combustible caro.

Cuando ya se sabe que la situación será crítica por el flujo extraordinario en carretera, como el fin de un puente vacacional, los militares de plano deberían de levantar sus chivas, aunque fuera temporalmente, y evitar cualquier obstrucción a la circulación, si, como dice el comandante en jefe, están para servir al Pueblo.

Ni modo que digan que ese día dieron un golpe demoledor a los criminales en el mentado Precos. Quisiera saber Mirone qué lograron, digno de mencionar en su operativo de todo el domingo, además de estorbar al libre tránsito.

El coraje fue doble en esta ocasión, porque los juarenses saben que ahí los militares pierden el tiempo en revisiones inútiles, cuando hay zonas verdaderamente calientes, donde los criminales siembran el terror y hasta se atreven a retar a las autoridades, como en los recientes asesinatos de funcionarios y jefes policiacos.

Por cierto, ningún representante popular se puso las pilas ante el calvario que duró todo el día en el Precos. Ni ejecutivos, ni diputados federales (esos andaban muy ocupados en el pleito por la Reforma Eléctrica). Nadie levantó la mano, ni el teléfono para alguna gestión, menos se pararon en el lugar de los hechos para destrabar aquel inservible embudo.

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Todo indica que el tono marrullero que oímos el domingo en San Lázaro a propósito de la iniciativa de reforma energética se trasladará al Congreso del Estado a partir de este martes.

Fuentes consultadas por Mirone nos confirman que la relación entre Morena y aliados con el grupo equivalente a Va por México, a saber, PAN, PRI y PRD, presenta heridas sangrantes que comenzaron a abrirse aún más desde la semana antepasada, cuando el grupo panista sacó los dientes a propósito del «mini-gasolinazo” de principios de mes.

Términos como “vendepatrias”, de lado del Morena-PT o “Gobiernan con las patas”, del lado de esa especie de Delegación Chihuahua del grupo de Claudio X González, van a predominar de aquí en adelante.

El escenario será muy parecido al que ya vimos en la Cámara Baja: dos grupos que discuten durante largas horas, que debaten y debaten, se atacan, se acusan, se ponen todo tipo de motes, a pesar de saber que tienen ganada (o perdida) la votación.

En el caso de Chihuahua, Morena la tiene perdida, y por goliza: de 33 votos posibles, sólo cuenta con los de sus propios 10 (hasta el día de hoy) y el del PT, el partido de Rubén Aguilar, tan afecto como es, a negociar con el gobierno estatal en turno.

Del grupo “Vamos Claudio X González” no parece haber problema, pues la sola representación del PAN tiene 15 diputados. Con los cinco del PRI, más una posible alianza con Movimiento Ciudadano, completa la mayoría calificada.

No es gratuito que el jefe de operaciones políticas del Palacio de Gobierno, César Jáuregui Moreno, haya fijado de manera tajante una postura en torno a las disputas legislativas por venir: “No estamos para andarnos inmiscuyendo en asuntos político partidistas”.

¿Así o más claro? El gobierno de Maru Campos no se va a subir al ring en disputas de Estado cuando tiene problemas serios qué resolver en su entidad y que no podría atender si no cuenta con la ayuda y coordinación del Gobierno Federal.

Dicho en otras palabras: a pelearse a otro lado. En Palacio de Gobierno se hará política de bordado fino. En la Torre Legislativa, háganse garras, si quieren. ¿Será?

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Tal parece que aquellos burritos que la gobernadora Maru le invitó al presidente de la República en su pasada visita a Juárez—en el obligado paso por Villa Ahumada—tenían bastante crema y venían muy bien sazonados.

Nada más basta ver cuánto le subieron las participaciones federales al gobierno de la ex alcaldesa de Chihuahua para ver que las cosas andan bien entre ella y el que despacha en Palacio Nacional.

Para darse una idea: el Ramo 28, el más apetecible de toda la partida federal, pues es en gran parte de libre disposición, le dará a Chihuahua 31 mil 590.2 millones de pesos. ¿Es mucho o poco? Nada más hay que ver que son 4 mil 131 millones por encima del 2021, un ¡11 por ciento más, en términos reales!

Cierto que hay fórmulas para asignar los dineros federales, pero Chihuahua llevaba años recibiendo “levantones” de canasta, pese a ser uno de los estados bien portados en materia de recaudación de recursos propios y formalidad laboral.

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En la grilla por la presidencia del Comité Municipal del PAN que se concretará hasta agosto, trae nueva apuesta el actual dirigente, Joob Quintín.

Resulta que como de plano no cuajó la opción de Luis Ocaña, ahora busca allanarle el camino como su sucesor a Edeberto “Pilo” Galindo.

Para tener mayor margen de maniobra con esa candidatura, Quintín, el también coordinador de la fracción blanquiazul en el Ayuntamiento de Juárez, jaló primero al reconocido dramaturgo a la nómina del Comité Municipal, en la Secretaría de Estudios. “Pilo” también le da asesoría en el Cabildo al todavía dirigente municipal.

Panistas locales no creen que les alcance a Joob y a Galindo para hacerse de la presidencia, cuando obligadamente se abra el proceso de renovación, ya que ese apellido panista quedó bastante raspado, luego de la gestión corralista en el Gobierno del Estado, del cual fue parte Ramón Galindo.

Quintín no acató las instrucciones que hace rato salieron desde Palacio para que entregara el cargo y, para el equipo marucampista en el poder, es inadmisible que pretenda llevar mano en la sucesión.

Por el lado de los que sí van palomeados desde Palacio, se mantienen como opciones la diputada Marisela Terrazas y el exfuncionario estatal y exregidor, Eduardo Fernández. Con menos posibilidades, pero en la lista, están Oscar Berúmen y Ulises Pacheco.

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Ya pasados los días santos y la veda electoral, viene un fuerte activismo que cruzará todo el estado, por parte de aquellos que quieren crear franquicia nueva de partidos políticos estatales.

De diez agrupaciones ciudadanas, pasaron el primer filtro ocho de ellas por lo que ahora se aprestan a organizar sus asambleas constitutivas. Lo menos que puedan abarcar son 45 de 67 municipios o 15 de los 22 distritos. En cada demarcación deberán afiliar al menos al 0.26 por ciento del padrón para que tengan validez las asambleas constitutivas.

Las agrupaciones a las que se les otorgó la constancia por parte del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua (IEE), son: Asociación Un siglo con el pueblo A.C., para conformar el partido Pueblo; Agrupación Política Estatal Chihuahua Líder, para crear el partido Movimiento No Más Políticos, mientras que Ciudadanos por constituirse en partido Encuentro Solidario Chihuahua A.C., busca transformarse en el partido Encuentro Solidario Chihuahua.

También están Movimiento Laborista Chihuahua A.C., para conformar el Partido Movimiento Laborista Chihuahua; Asociación por la Justicia y la Igualdad en Chihuahua, para crear el partido Chihuahua Somos Todos y Vía Democrática Activa de Chihuahua A.C, para convertirse en el partido Vía Democrática Activa VIDA.

Además, quieren entrarle al negocio de las prerrogativas públicas, Cohesión Ciudadana para mutar en el partido México Republicano y la agrupación Trabajando por Chihuahua, para crear el partido Trabajando por Chihuahua.

Lo interesante del tema es que quienes logren acreditar sus asambleas constitutivas, podrán convertirse en los primeros partidos políticos estatales de la historia reciente de Chihuahua y precisamente bajo nueva legislación.

En elecciones pasados, compitió (y perdió registro) como partido estatal, el Partido Nueva Alianza, pero tenía tal condición después de haber perdido su registro nacional, no porque aquí se hubiera gestado bajo las nuevas normas.