La gobernadora Maru Campos aprovechó muy bien los 12 minutos que le dieron para hablar durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las instalaciones del 23 Batallón de Infantería.

Por un lado, agradeció y le echó porras al Gobierno federal por los apoyos que le dieron para resolver tres crisis. También pintó su raya con los promotores de la fragmentación del país y recordó, en cadena nacional, que Javier Corral dejó como perrito famélico al estado en materia de finanzas y, de paso, le echó crema a sus tacos, presumiendo un presupuesto balanceado que ahora no tendrá déficit.

Como ya es costumbre en estas conferencias, el presidente López Obrador abrió la sesión con la prensa anunciando como temas centrales la reunión en materia de seguridad y el accidente en Chiapas, donde perdieron la vida 54 migrantes y 104 resultaron con lesiones de consideración.

Al ceder la introducción de la conferencia a la gobernadora, le arrojó también flores cuando dijo: “la estimamos mucho por su apoyo y el trabajo que estamos haciendo de manera coordinada”.

Maru no habló de la reunión que previamente habían sostenido en la zona militar, y que trató sobre el tema de la inseguridad en el estado. Le dio la bienvenida al presidente y a su equipo, para después dedicar unas palabras para los héroes patrios que pisaron esta tierra, pero también para los políticos Manuel Gómez Morín y Luis H. Álvarez, hoy considerados los padres del panismo.

En la introducción de su mensaje, Maru subió el tono: “como gobernadora del estado, quiero decirle, señor presidente, que siempre defenderé a mi gente, a sus sueños, sus anhelos y su paz”. Luego le bajó dos rayitas: “…pero también en Chihuahua seremos aliados de quien tenga la voluntad de atender las necesidades de nuestros hermanos chihuahuenses”.

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Ya encarrerada con el mensaje conciliador, Maru le dijo al mandatario que está en contra de la división y la confrontación, porque con ella la única que pierde es la ciudadanía. Se lo dijo a Andrés Manuel para que lo entendiera Juan Carlos:

“Quiero informarle a todo México que Chihuahua ha sido el escenario de una nueva forma de democracia, fortalecida por la sana convivencia y por el llamado a priorizar el interés de la gente, por encima de cualquier distancia de ideologías”, dijo.

Como muestra palpable de su discurso, mencionó el acuerdo de solución del conflicto de la presa Boquilla. “Un conflicto que causó un profundo dolor en nuestra tierra, pero en este ánimo democrático y gracias a la mediación y buena voluntad de ambas partes, fue posible comenzar el proceso de liberación de la presa.”

Habló también de la libertad otorgada a tres de los cuatro agricultores detenidos, haciendo notar que hasta chillaron cuando dejaron la prisión, por lo que agradeció nuevamente al presidente López Obrador su buena voluntad, así como la buena disposición del secretario de Agricultura para certificar la salubridad de la cebolla chihuahuense y también agradeció a la SEP por agilizar los pagos de salarios pendientes a maestros y maestras.

Luego, la gobernadora lanzó un mensaje contra los divisionistas del país. En este punto incluyó, sin mencionarlo, a su líder nacional, Marko Cortés, por la regañada que este les puso a los gobernadores panistas que asistieron al tercer informe de AMLO.

“Hoy Chihuahua resiste ante la tentación fragmentadora y luchamos por una verdadera convivencia social. Por eso celebro que haya instruido al secretario de Gobernación para que se realice una reunión de cercanía con gobernadores y líderes de ideologías distintas”. Tómala, a ver si no la vuelven a regañar.

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Enseguida, la gobernadora volvió a la carga de caballería, pero esta vez contra el exgobernador Javier Corral, a quien no llamó por su nombre, aludiéndolo por los hechos y deshechos de su Gobierno, exhibiéndolo de costa a costa y de frontera a frontera, a todo color en la tele y en las redes:

 “Les comento a las mexicanas y a los mexicanos que cuando nos entregaron el estado, este se encontraba en su peor crisis financiera de la historia. Hoy, señor presidente, por primera vez en 11 años, el presupuesto estatal no presentará déficit alguno. Se acabó la corrupción, se acabó la discrecionalidad y hoy la transparencia vive en Chihuahua”.

A Corral le dio la puntilla, sin piedad, cuando se refirió a que en la entidad “hay mucha necesidad y mucho dolor acumulado por la inacción, la indolencia y la perversidad de los Gobiernos del pasado”, entendiendo como pasado el último quinquenio del descocado gobernador golfista.

La gobernadora reiteró una y otra vez su sintonía con el Gobierno federal, al citar que los unen temas de atención urgente, como son el combate a la pobreza, la seguridad pública y la nueva cultura del uso del agua, un asunto que por primera vez, cita en su agenda y que sin duda debe ser prioritario en el estado.

Exactamente a los 12 minutos Maru cerró su mensaje citando “podemos decir con orgullo que la buena política es posible cuando hay voluntad y tiene nuestra disposición para seguir juntos por el bien de Chihuahua”.

Ojalá que con esto se pongan el saco los operadores de Bienestar, que el jueves en la tarde guardaban celosamente la agenda de la gira presidencial, sin saber que el preciso tenía otros planes y le cedería a Maru el privilegio de abrir la mañanera, con un speech que tuvo de todo.

Algo que le pasó de noche a la gobernadora y a sus asesores, a pesar de que era tema anunciado por AMLO en la mañanera, fue que no expresó sus condolencias por las victimas del accidente de migrantes en Chiapas. Salvo este detalle, todo fue miel sobre hojuelas.

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En los dos eventos públicos de ayer en la gira presidencial en la capital del estado, se notó la ausencia del delegado de bienestar Juan Carlos Loera, y los chismes sobre las causas del supuesto distanciamiento con el presidente no se hicieron esperar.

Todo comenzó cuando el delegado no fue requerido para estar en el presídium de la mañanera ni en la instalación de la Comisión de la Verdad, como él lo esperaba. Por lo mismo, se retiró en caliente en cuanto supo que no tenía silla en ninguno de los dos eventos.

También, se comentó ayer en los cafés y en los sitios de grillos y gurús digitales, que Andrés Manuel está molesto con Juan Carlos porque la colecta de firmas en Chihuahua para avalar el ejercicio de revocación de mandato el próximo año, ha sido un soberano fracaso.

Todo apunta para que, en este asunto, como en el ejercicio para enjuiciar a los expresidentes, don Juan Carlos nuevamente quede mal, y eso es lo que quizá trae muy encabritado al jefe de la nación.

A Loera se le vio muy pensativo, deambulando por el presídium instalado en la sede del 23 Batallón de Infantería, antes del evento, pero cuando le confirmaron que su presencia no era necesaria, terminó por irse. Al fin y al cabo, su ausencia fue suplida con los cumplidos y el reconocimiento que Maru le hizo al presidente a nivel nacional.