Desde la Presidencia Municipal le reportaron a Mirone que, desde la semana pasada, andan por esos rumbos varios agentes de la Fiscalía Anticorrupción.
Al menos se han visto cuatro agentes del Ministerio Público y cinco policías auxiliares, esos que andan debidamente armados para hacer valer su autoridad en caso de que sea necesario.
Supo este Don que los enviados de Abelardo “El Bayo” Valenzuela se dieron sus vueltas por varias áreas clave de las contrataciones públicas, como la Tesorería, la Oficialía Mayor y Obras Públicas.
Sin embargo, también se apersonaron por la Secretaría del Ayuntamiento y la Dirección de Desarrollo Urbano, esa dependencia que tiene su sede junto a la megaexcavación donde se sientan las bases de la Torre Centinela, allá por la Pino Suárez y Abraham González.
Se trata de la primera avanzada en torno a las investigaciones que tienen que ver con el paquete de recientes denuncias contra el alcalde Cruz Pérez Cuéllar y sus funcionarios, por presuntos hechos de corrupción.
Mochilagate, sobreprecios en pruebas Covid, presunto desvío en Presupuesto Participativo, Casa del Campestre, Casa de Cambio del Chamizal y Fabulosogate, es el bonche que obligó a los movimientos de la Fiscalía por territorio de la administración municipal.
Entiende Mirone que por lo pronto la movida tuvo que ver más con la intención de revisar, resguardar o incautar documentación, al estilo de lo que se hizo en Nuevo Casas Grandes, después de la detención de la alcaldesa Cynthia Ceballos.
Reportaron que incluso hubo un incidente en el edificio administrativo municipal, relacionado con el ingreso de los agentes armados, ya que la Presidencia está debidamente resguardada por los agentes municipales.
Por lo visto, el cúmulo de denuncias seguirán dando mucho más de qué hablar, con independencia de cómo avancen en el terreno jurisdiccional.
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Y a propósito de estas denuncias, el recurso público millonario utilizado para el reparto de mochilas con útiles escolares por parte del gobierno municipal, debió enfocarse, por ejemplo, en beneficiar a niñas y niños en condiciones de pobreza que estudian en escuelas de la ciudad, y que no tienen siquiera las posibilidades económicas de comer tres veces al día.
Becas, desayunos y comidas escolares, hubiesen cambiado la realidad de muchos de nuestras niñas y niños que tienen que acudir descalzos a tomar sus clases. Lejos de este tipo de acciones, que hubieran tenido verdadero impacto para nuestros estudiantes, el reparto del Mochilagate resultó un jugoso negocio para quienes las vendieron y uno muy malo para la comunidad.
Para darnos una idea: se compraron 250 mil “kits” de mochila y útiles durante los pasados dos años, a un costo promedio de $489.40 pesos, costo demasiado alto si tomamos en cuenta que el proveedor debió conseguir mejores precios, al tratarse de una operación de tan alto volumen.
No en vano en esta compra la investigación de Norte Digital arrojó un sobreprecio de 50 millones de pesos.
¡Ah caray!, mucho dinero para un municipio que apenas gasta 20.3 millones de pesos en atender a las mujeres a través del IMM.
Como bien lo ha informado Norte Digital, el ayuntamiento juarense, a cargo de Cruz Pérez Cuéllar, se gastó la friolera de 122 millones 371 mil pesos en comprar un cuarto de millón de kits escolares, mochila incluida.
El asunto no es solo que hubo sobreprecio, sino que, además, los artículos fueron de mala calidad, como lo mostraron las fotos captadas por nuestro medio, donde podíamos apreciar las mochilas rotas tras unos meses de uso.
Está bien que hay muchachos que tienen manos de estómago, pero no como para dejar la mochila deshilachada en el primer semestre del año.
Pero sigamos con la cuenta: nada más el sobreprecio, o sea, los 50 millones pagados de más, habría servido para casi duplicar el presupuesto destinado a bacheo, que fue de apenas 35 millones de pesos. La verdad, si esto no fuese tan serio, sería irrisoria la cantidad cuando vemos la magnitud del problema que representa el mal estado de las calles.
¿Qué no vieron la Encuesta Nacional de Seguridad del INEGI, donde los encuestados nos dijeron casi a gritos que los baches y la falta de alumbrado generan tanta inseguridad como el crimen mismo?
Que vivan los programas de apoyo a la educación, sobre todo, los que están dirigidos a la población más vulnerable, pero que también viva la transparencia y la rendición de cuentas.
Mucho trabajo tendrán los auditores de la ASE cuando revisen ese programa y traten de encontrar explicaciones al gasto excesivo en una mochila con cuadernos y otros útiles. ¡Ni la mochila azul de la niña de ojitos dormilones salió tan cara!
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Ocho años después de haber perdido la elección de gobernador del Estado, Enrique Serrano Escobar intentará regresar a las boletas electorales, ahora como candidato a la Presidencia Municipal de Juárez, su lugar de residencia.
Lo hace ahora cuando el mundo electoral, como lo conocíamos, ha cambiado tanto que parece como si estuviéramos en otro planeta.
Nada más hay que tener en cuenta que el partido que lo derrotó en aquella contienda del 2016 es el mismo que ahora lo postulará para la alcaldía de Juárez: Acción Nacional.
Según las versiones que han corrido hasta ahora, el sonorense que gobernó Juárez entre los años 2013 y 2016, competirá por esa postulación con el panista Rogelio Loya —¡Qué cosas! El mismo que quiso tomar el Palacio de Gobierno cuando no había terminado el período constitucional de César Dee Jay— con su excompañero de partido, José Luis “Cura” Canales y probablemente con el empresario pro panista René Mendoza.
Ninguno de ellos tiene la experiencia electoral de Serrano, para bien o para mal. Este ha sido candidato a diputado federal, a diputado local y a presidente municipal, siempre por el PRI. Todas esas las ganó.
Luego, fue candidato a gobernador y no logró imponerse ni en el municipio donde era alcalde.
Ahí perdió por amplio margen, con 104 mil 340 votos (24.96%) contra 132 mil 511 (31.7%) de un pésimo candidato como Javier Corral. Le fue tan mal que quedó más cerca del tercer lugar, con José Luis “Chacho” Barraza y sus 98 mil 479(23.56%) votos.
El mundo y el país cambiaron bastante desde aquel 2016: hay presidente de “izquierda”, el PRI se ha desfondado a grado tal que ahora compite aliado con su añejo enemigo, el PAN, y Juárez está en manos de Morena, pero con un veterano ex panista.
Sin embargo, no hay ningún indicio que haga pensar que aquel escenario que había cuando Serrano perdió haya cambiado favorablemente para él.
En fin, el mundo es el de los aventados.
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Tras ocho meses de polémica estancia en Ciudad Juárez y protestas que dieron la vuelta al mundo, la telenovela llamada “Liberen a Benny” ha llegado a su fin.
Al menos en la parte del sufrimiento de la jirafa Benito, que ayer por la madrugada llegó a la ciudad de Puebla, donde el gobernador Sergio Salomón le dio la bienvenida. ¡Pobre jirafa, viajó 50 horas hacia el sur, solo para caer, otra vez, de rehén de los políticos!
Benito tendrá su nuevo hogar en el parque de conservación Africam Safari, que no es zoológico, según lo ha aclarado Frank Camacho, director del lugar, sino un área destinada al cuidado de especies animales, algunas de ellas, como las jirafas, en vías de extinción.
“Benito es importante porque estaba sufriendo y había que salvarlo, pero también porque tiene un valor genético invaluable”, afirmó Camacho la mañana del martes.
¡Benito cayó en blandito! dijo el director del Africam. Ahí contará con los cuidados, alimentación y clima necesarios para llevar una buena vida junto a otros de su misma especie.
En verdad, la gran mayoría de los fronterizos desea que a Benito le vaya muy bien, pero a Mirone le surge una duda: y ahora ¿qué va a pasar con la construcción que se hizo, expresamente, para guarecer a un mamífero de 4 metros de alto en el Parque Central?
A ver si entendimos: ya no tenemos jirafa, pero nos quedamos con un elefante blanco, o mejor dicho el jirafón blanco de la infraestructura que se estaba creando para Benito.
Estamos hablando de algunos milloncillos de pesos que, en dado caso, debieron aplicarse en mejorar la infraestructura de la ciudad, o en apoyar a las personas con necesidades prioritarias.
¿Van a derrumbar la edificación que iba a ser la casa de Benito, o se quedará como otro monumento al mal manejo de los recursos públicos? Avisen, o metan ahí a los responsables, para llevarles sus chetos.