Una papa caliente dejó el malogrado gobierno de Javier Corral en materia de seguridad pública, y por eso, desde el podio donde rindió la protesta de rigor como gobernadora del estado, Maru Campos lanzó el mensaje a los grupos criminales para advertirles que en el combate a la delincuencia no irá sola, sino acompañada de las fuerzas federales.

Otros ya se los dijeron antes que ella y nada pasó, porque la corrupción y los enjuagues con los criminales están en los mandos de las corporaciones municipales, estatales y federales.

Por lo mismo, los mandos de la Fiscalía General del Estado ya están alistando maletas, con todo y diplomas, certificaciones y hasta libros publicados, que no les sirvieron de nada a la hora de enfrentar a la delincuencia organizada y también a la desorganizada.

En los pasillos de la corporación estatal se comentó que habrá limpieza de fondo, empezando por reconocer las fallas y deficiencias y evitando los discursos rimbombantes que solo sirven para disfrazar una realidad que lacera a toda la población.

En el despacho del nuevo fiscal Roberto Fierro, trascendió que la prioridad será la coordinación de los tres niveles de gobierno, porque fue eso lo que no funcionó en los cinco años corralistas y lo que dio al traste con la estrategia de seguridad.

“De nada sirve que se manden ministerios públicos itinerantes a la sierra”, dicen los nuevos jefes, si no hay acompañamiento del Ejército y las fuerzas federales de investigación y operación, o si van a encontrarse con las Policías locales desarmadas, amenazadas, infiltradas y compradas.

Fuentes de la nueva Fiscalía le comentaron a Mirone que está claro para el nuevo jefe que, en el combate contra los generadores de violencia, van juntos los tres niveles de Gobierno, o no se hace nada y el estado continúa sumido en la simulación y en el baño de sangre, como hasta ahora.

En especial, hay la consigna de hacer un llamado al Gobierno de la 4T para que tome una de dos posturas: o se hace presente con la Seido y se pone a realizar labor de inteligencia en serio, o define de una vez de qué lado está.

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Para las nuevas autoridades estatales, el hecho de que la Guardia Nacional instale retenes en las calles de las principales ciudades de la entidad, es un truco viejo que solo sirve para simular, pero en realidad no inhiben el delito y mucho menos asustan a los malandros. Se hacen únicamente como el tío Lolo.

Los ciudadanos a quienes les revisan sus vehículos sin una orden judicial, ya no se tragan el cuento de que los militares están buscando armas, drogas o a los delincuentes que se mueven en la plaza, porque, hasta ahora, esas revisiones solo han sido servido para cometer abusos en contra de la población civil.

Esperemos que los nuevos titulares de las diferentes áreas de la Fiscalía del Estado no caigan también en esa pantomima de la fallida estrategia de seguridad federal, y realmente trabajen donde están los malos, para dar resultados pronto.

Habrá que darles el beneficio de la duda al nuevo fiscal y a su equipo, pero también exigirles que dejen la planeación y pasen a la acción, porque de planes y buenas intenciones los últimos cinco años ya fueron suficientes.

Si el combate a la delincuencia se habrá de dar como lo anunció la gobernadora, en coordinación con los tres niveles de Gobierno, esperemos que sus titulares pongan a trabajar a sus mandos con inteligencia y mucha testosterona, para dejar los deshonrosos primeros lugares en materia de inseguridad en los que nos colocó la ineptitud y corrupción de los que antier se fueron.

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El primer evento público de Maru Campos en Juárez fue ayer en el centro comunitario San Juan Pablo Segundo, del olvidado sector de Riberas del Bravo.

Resultó por demás simbólico el acto, porque se trata de la zona de vivienda popular construida y abandonada durante el gobierno de Patricio Martínez, y marginada durante los tres sexenios que le han precedido.

En ese sitio, la gobernadora Campos saludó a una organización católica que rechaza el aborto y hasta una pañoleta con sus logos se puso en el cuello con la leyenda “Salvamos las 2 vidas”. Hábil como es en situaciones polémicas, Maru se condujo con prudencia y no abordó el tema de su inclinación por la vida, frente a los medios.

A lo más que llegó, fue a comentar en corto con las damas antiaborto que, si la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se había pronunciado en dos estados, las cosas no serían revocables. Eso sí, no tuvo empacho en decirles, textualmente: “cuentan con mi apoyo”.

Tal vez por eso los grupos LGTB y feministas gritaban tan fuerte afuera de la X durante su toma de protesta.

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Y a propósito del reducido grupo de feministas que se manifestó durante la ceremonia en la X, fueron varios los actores sociales de Juárez invitados al evento los que atribuyeron la autoría de la protesta a Juan Carlos Loera.

Uno de ellos fue el diputado federal priista Hiram Hernández Zetina, quien a las 20:30 horas subió a sus redes el mensaje “Estoy en la toma de protesta de Maru Campos Galván como gobernadora de Chihuahua, y un grupo de manifestantes aparentemente enviados por Juan Carlos Loera, interrumpen la ceremonia gritando insultos a la gobernadora”. Preocupante y vergonzosa actitud del representante del Gobierno federal en el estado. Al mediodía de ese miércoles, en un restaurante de Campos Elíseos, se vio al exalcalde de Chihuahua Marco Adán Quezada y a su esposa Lucía Chavira, ahora metidos al activismo de Morena.

Como en política no hay casualidades, en la X corrió el rumor de que la pareja de expriistas vino a Juárez para coordinar la marcha y protesta contra Maru, aunque sin mucha gente, pero sí con muchos gritos.

Así comienza a mover sus piezas el delegado de Bienestar que, hasta ahora, solo ruido ha generado, sin ninguna ganancia para sus devaluados bonos políticos.