LA COSA se puso color de hormiga ayer viernes, no solo por el atentado contra el exdirector de Seguridad Pública de Juárez, Julián Leyzaola, aquí, sino por la especie de sismo que retumbó en el centro político del estado, donde el gobernador César Duarte no solo puso en claro cuál fue la mano que meció la cuna de la minigubernatura, sino que delineó a su manera una especie de destape.
SOLITO, sin que nadie le preguntara, en el festejo de las madres burócratas, Duarte se encarriló a defender la minigubernatura, exaltando la conveniencia de hacer prevalecer el interés general de los chihuahuenses, de empujar la posibilidad de abrir la puerta de Los Pinos, desde un buen Gobierno y, para eso, lo mejor es empatar la elección local con la de presidente de la República.
COMO en la estrofa del Himno Nacional, “y retiemble en sus centros la tierra…”; apenas dijo eso, los rumores inundaron el Centro de Convenciones e hicieron resonar los teléfonos inteligentes de los precandidatos a la Gubernatura apuntados para el 2016.
“YO NO dije, ni me esté preguntado si quiero yo ser, lo que yo dije es que en 6, 12 o 18 años, desde la plataforma del resultado de un buen Gobierno, puede como sucede en el caso del licenciado Peña Nieto, como ha sucedido con otros gobernadores, como fue Fox en Guanajuato; bueno, ¿Chihuahua por qué no va a tener derecho a aspirar en las grandes decisiones nacionales?”
“ES UN TEMA en el que no se puede confundir la importancia superior al interés particular, es entendible…. aspiraciones, tiempos, respeto las legítimas aspiraciones de todos, pero no se puede hacer de ninguna manera, del interés superior un traje a la medida de nadie”.
CUANDO Duarte intentó aclarar las cosas a pregunta expresa de los reporteros de la fuente, ya era demasiado tarde.
LAS INTERPRETACIONES fueron mil, pero una que cobró fuerza y concitó coincidencias fue que la minigubernatura abriría en Chihuahua una especie de maximato –como en la época de Plutarco Elías Calles– en el que primero se le daría continuidad a los “buenos resultados del Gobierno”, con un gobernadorcito de dos años, y luego el propio Duarte, instalado en una Secretaría de Estado, intentaría saltar a Los Pinos.
MIRONE insiste: retumbó en su centro la grilla, ¡¡perdón, la tierra!!, tanto que ya hasta nombres le pusieron a los dos posibles sucesores bajo la sombra de Duarte: Marcelo González Tachiquín y Enrique Serrano.
HASTA bromas crueles surgieron, recordando aquel periodo histórico de la posrevolución, conocido como maximato, en el que el presidente Pascual Ortiz Rubio fue electo bajo la sombra de Calles, que hablaba de enterrar el caudillismo de la revolución para dar paso a las instituciones, pero controlaba el Gobierno después de concluido su mandato, al grado que a Ortiz lo apodaron El Nopalito.
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HABLANDO de instituciones y trajes a la medida, la especulación subió tanto de tono, que hasta volvió a correr la versión de que concluida la elección del 7 de junio, tras el quinto informe, el gobernador Duarte empieza a preparar el relevo y casi junto con la minigubernatura se estará anunciando la integración al Gabinete de Peña Nieto.
EN ESO ANDABAN los grillos cuando se recibió la noticia del atentado contra el exdirector de Seguridad Pública de Ciudad Juárez, Julián Leyzaola, que aparentemente pretendía cruzar a El Paso por el puente Zaragoza, en compañía de un hijo y esposa, extrañamente a bordo de una camioneta Jeep sin blindaje y sin seguridad.
LEYZAOLA sobrevivió al ataque cuando los policías detuvieron a dos hombres presuntamente que se aprestaban ligeritos a rematarlo.
LA IMAGEN pública del controvertido militar transita entre quienes le alaban su heroismo, como artífice de la pacificación de Juárez, y sus supuestas tropelías, por su métodos para atacar la delincuencia. Apenas antier la CNDH emitió una recomendación por la ejecución extrajudicial de cuatro jóvenes durante el paso de Leyzaola por la dirección de Seguridad municipal.
HÉROE o villano, el teniente coronel mostró aplomo ante los que fueron sus subalternos y ayer les tocó llegar al sitio del atentado; ansiosos, le llamaban “jefe” e intentaban levantarlo… “déjenme aquí, me voy a morir”, los tranquilizó.
OTRO que acudió personalmente a expresar apoyo al exdirector de Policía fue el exalcalde Héctor Murguía, quien llegó al hospital Ángeles, donde el fiscal Jorge González Nicolás también estuvo y en donde ofreció una rueda de prensa.
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ESTRIDENTE fue también la zacapela armada por las huestes de Unión Ciudadana y supuestos familiares de trabajadores de Aceros de Chihuahua, que ayer agredieron a huevazos y golpes al grupo de personas, encabezado por Jaime García Chávez, cuando realizaban una acción de resistencia civil, “barriendo la corrupción”, en el vestíbulo del edificio de la Secretaría de Hacienda, blindado desde hace más de una semana por un fuerte dispositivo de seguridad que limita el acceso al público.
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YA ENTRADO en gastos de campaña, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) viene pagando directamente a los integrantes de su estructura territorial para mantenerlos bien aceitaditos de aquí a la elección del 7 de junio.
LOS PASADOS jueves y viernes anduvo aquí el secretario general del Comité Estatal, Alfredo Aguirre Carrete, con las listas de raya y el efectivo para pagar a los coordinadores de zona, presidentes seccionales y algunos representantes de partido.
SEGÚN trascendió, el equipo tricolor se compone de 320 coordinadores de zona, a los cuales les pagan 700 pesos a cada uno por semana, y 500 pesos semanales a unos 900 presidentes seccionales.
LA ESTRCTURA territorial fronteriza está siendo financiada directamente por el Comité Directivo Estatal para evitar cargarle ese costo de fiscalización a los candidatos a diputados federales. Los miembros de la estructura del tricolor cobran en las instalaciones del partido ubicadas en la Zona Centro.
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POR NINGÚN frente de las primeras líneas de combate en las campañas de los cuatro distritos electorales se ve a los funcionarios del Gobierno del Estado cumpliendo con el compromiso político que tienen con el Revolucionario Institucional.
LOS CANDIDATOS a diputados federales Fernando Uriarte, Georgina Zapata, María Ávila y Adriana Terrazas se han quedado con la esperanza del apoyo total de sus padrinos políticos.
TRANQUILO se la ha pasado en la primera mitad de las campañas el presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Carlos Silveyra Saito, quien apenas puede medio mantener el control del monstruo de la descentralizada. Silveyra fue designado al Distrito 01, pero se la ha llevado con pura simulación.
IGUAL ocurre con la subsecretaria de Educación, Cultura y Deporte, Isela Torres, quien tampoco se ha puesto en sintonía en el Distrito 02, en donde el control de la campaña lo tienen la CTM y el diputado Enrique Licón, principal operador político del exalcalde Héctor Murguía Lardizábal.
NO SE DIGA el recaudador de Rentas José Luis Canales de la Vega, que ni de chiste se para por el Distrito 03. Tampoco se ha aplicado al 100 por ciento el subsecretario de Desarrollo Social, Rodolfo Ramos, en el cuarto distrito.
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AL CURA CANALES, por cierto, lo tienen en jabón sus jefes de la Secretaría de Hacienda. En su cara le cometieron el fraude por más de 5 millones de pesos y es hora que no dan con los responsables del ilícito. Saben quiénes fueron, pero tardaron tanto tiempo en ubicarlos que se dieron el lujito de gastarse el dinero y huir con toda tranquilidad.
ES POSIBLE que Canales no dure en su cargo más allá de la elección de junio próximo, igual que el recaudador de Rentas de Parral, donde pasó exactamente lo mismo con distintos actores.