¡Aplausos, por favor! Para la señora Carla Oliver Pacheco, quien despacha como jefaza del Instituto Nacional de Migración (INM) en el aeropuerto de Ciudad Juárez. La funcionaria se nos fue de fin de semana a Boston, Massachusetts a ver a los Red Sox contra los Yankees.

Eso sí, no crean que fue en modo austeridad franciscana como predica la presidenta de México. ¡No! Doña Carla se nos fue con su jersey oficial bien puesto, gorra bordada, sonrisa de catálogo. Y todavía tuvo el detalle de presumirlo en redes, no fuera a ser que alguien no se enterara del viajecito.

¿El costo del paseo? Nomás así, a ojo de buen cubero, fácil se echó unos dos mil dolarillos. Vuelo de 800, boleto de 230, chelitas y nachos a 100, hotel de 300 la noche y uno que otro taxi pa’ llegar sin despeinarse.

Y uno aquí, viendo si alcanza pa’ la tortilla. Pero no se enojen, que todo esto lo hace ganando apenas 30 mil pesos al mes, según los propios tabuladores del INM. Mientras tanto, ella ya realizó su american dream… con sueldo de burócrata.

Ahora falta que la Sheinbaum se asome y le cuestione a dónde fue a parar la vapuleada pobreza franciscana. Austeridad, pues. Pero para los otros.

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No acabó el agarrón entre los alcaldes Cruz Pérez Cuéllar y Marco Bonilla.

En la conferencia de los lunes, el juarense fue cuestionado sobre las declaraciones del alcalde de la capital del estado, quien dijo el fin de semana que era falso que él haya orquestado una guerra sucia contra Cruz y aseguró que quien acusa está obligado a probar.

“La verdad es que él sabe que es cierto. Me llamó la atención lo espontáneo de su respuesta. Se la hicieron ahí. La leyó y la leyó mal, por cierto. Muy chafilla la respuesta de Bonilla. No, pues, yo mantengo lo que dije y ya”, respondió Cruz cuando se le preguntó si presentaría las pruebas y en qué momento.

Hubo tres intervenciones distintas de periodistas, por lo que se ve que el tema grillo no se agota tan fácil cuando involucra a dos personajes que son figuras clave rumbo al 2027, prospectos fuertes para ser candidatos para la gubernatura.

Al alcalde guinda se le preguntó qué opinión tenía de la acusación que le hizo Bonilla respecto que financiaba a un grupo de periodistas en Chihuahua para golpearlo políticamente.

“La misma de él, que el que acusa tiene que probar. Por eso le digo que muy chafilla la respuesta de Bonilla. No, no. Y luego leída, ni siquiera la chispa para…”, dijo Pérez Cuéllar.

Alguien más le pidió un comentario de la actuación de un enmascarado de la capital del estado que tiene un espacio en redes, con comentarios políticos y también ataca frecuentemente al alcalde, igual que lo hizo en otros momentos con la diputada morenista Brenda Ríos.

Por cierto, Ríos lo desenmascaró recientemente. Informó que se trata de Alejandro Heredia Yapor, contratado desde el 11 de octubre de 2021 como jefe de oficina en Oficialía Mayor con un salario mensual de 17 mil 682 pesos. Es él, el conductor enmascarado que publica videos en el programa Grillada Libre.

“Bueno, ya del enmascarado, ya es lo último, ya no voy a contestar de eso, es la última que contesto. A ver, porque además como que se emocionó porque lo mencionamos. Él es empleado de Gobierno en Oficialía Mayor. Es lo único que voy a decir y ya no lo voy a mencionar. Todo lo que el cobarde de Marco Bonilla no se atreve a decir él personalmente, lo dice a través del enmascarado, que yo creo que no es luchador, nomás se pone máscara”, explicó

¿Es un mensajero?, se le insistió. “Sí, sí. Es el vocero de Marco Bonilla o es el vocero de la cobardía de Marco Bonilla”, agregó el alcalde juarense.

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El exgobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, se ha estado echando sus vueltas a Chihuahua y a otras entidades del país gobernadas por la oposición, para reunirse con personalidades del empresariado y de la política, digamos las “fuerzas vivas” que aún extrañan el neoliberalismo salino-zedillista, con el fin de preparar una propuesta alterna de gobierno anti4T.

A esa convocatoria han acudido lo mismo dirigentes de los organismos cúpula de la I.P. que empresarios distinguidos que quieren tener otra propuesta política en las próximas elecciones federales y estatales, y no estar a expensas de lo que vengan a traerles los maltrechos partidos de oposición.

Vistas así las cosas, quien acabe de llegar a esto de la política podría decir que suena bien, pero quienes han vivido en el país en los últimos 40 años, por lo menos, también pueden replicar que aquello huele a naftalina, a cartucho quemado y a receta que nunca salió.

Para empezar, Ruffo Appel tiene a su favor que fue el primer gobernador emanado de un partido distinto al PRI (era del PAN) en la era posrevolución. Suena bien, solo que aquella elección pasó hace casi 40 años: en 1989. Es decir, que el señor dejó el cargo hace exactamente 30. ¡Oposición en modo vintage!

Luego, ahí les encargamos las alianzas políticas que anda buscando: a los exgobernadores de Chihuahua, excluido Y.S.Q. e incluido el bailador de Balleza. O sea, que anda armando una propuesta alterna con gobernadores del siglo XX: Baeza, Barrio o Patricio. ¡Ni un reencuentro de Menudo suena más pasado de moda!

Se entiende que los sectores empresariales y sociales estén apurados en armar una propuesta seria para contrarrestar el avance de la 4T, pero eso de traer a un exgobernador que no levanta ni un pastel, aunque le eche levadura extra, suena a que no tienen nada mejor que proponer.

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Todavía vienen cosas más interesantes y de mucho fondo en el cúmulo de medios de impugnación relacionados con la elección de personas juzgadoras, la asignación de cargos y la entrega de constancias de mayoría.

Uno de los pendientes por resolver en los tribunales, tiene que ver con El Batopilazo, la aparición de votaciones ilógicas o desproporcionadas en varias casillas de la Sierra Tarahumara, extrañamente favorables a algunos magistrados que resultaron ganadores en materia Penal.

Ahí están los casos de Rubén Aguilar Gil, Gerardo Acosta y José Luis Rodríguez Chacón, quienes recibieron en varias casillas de la zona serrana un número de votos improbables que hasta rebasaron los mil 300 sufragios para cada uno.

En ese paquete de casillas irregulares, fue emblemática la 117 de Batopilas, de ahí que al expediente o el caso se le conozca como El Batopilazo.

El punto es que hubo una decena de casillas con el mismo comportamiento, con un porcentaje de participación ciudadana que multiplicó seis veces la votación promedio en el estado. 

Lo más extraño es que se repetían casi igualitas las cifras para candidatos como los ya señalados. Que uno con mil 385 votos, que otro con mil 383 y uno más con mil 386.

Así es que bien podrían terminar anuladas varias de esas casillas, lo que llevaría a mover el cómputo final y posiblemente la asignación de espacios. Ya ocurrió la reasignación de cargos para jueces en Delicias, aunque ahí la razón de la anulación de casillas fue otra: recepción del voto por personas no autorizadas.

Lo que ha trascendido es que las decisiones más pesadas se estarán dejando por parte del Tribunal Estatal Electoral para el final. Y todavía faltará la última palabra que dirá el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

El tema de la elegibilidad también será otra sacudida que seguramente terminará tumbando algunas magistraturas.