Siempre que hay visita presidencial, las heridas que más le duelen a la ciudad vuelven a sangrar. Al menos se hacen visibles para que todo el mundo sepa lo que anda mal.

Así que ayer que anduvo aquí la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, varias heridas que no cierran fueron expuestas públicamente, convirtiéndose en protesta social, con el reclamo de que se atienda aquello que más lacera, preocupa o enoja a la sociedad juarense.

El sector médico no podía faltar, después de que el residente de Pediatría del Hospital 66 del IMSS, el doctor Louis Edward Holguín Andrade, fue asesinado cuando pretendía adquirir un vehículo, luego de contactar y hacer tratos con presuntos vendedores (por Facebook) que resultaron criminales.

Sus compañeros exigieron justicia en las afueras y en el interior del Estadio Juárez, donde se realizó el informe masivo de la presidenta Sheinbaum. “No se puede curar un país que asesina a sus médicos”, señalaba una de las pancartas de protesta. “Doctor Holguín. La violencia truncó tu camino pero no tu memoria”, se escribió en otra, respecto al médico que dejó dos hijos y a su esposa embarazada.

La exigencia de justicia fue acompañada por el reclamo frente a la impunidad (no ha sido detenido responsable alguno), uno de los lastres con los que ha cargado de la ciudad durante décadas de violencia criminal y de omisiones y negligencias gubernamentales.

Ese mismo reclamo resonó con fuerza por parte del Colectivo Justicia para Nuestros Deudos, cuyos integrantes reabrieron su duelo cuando 386 cuerpos fueron encontrados apilados en una bodega del Crematorio Plenitud, tratados como si fueran basura.

El colectivo también acudió al evento para entregar una carta a Sheinbaum con su exigencia de verdad y justicia, ya que todavía es hora que no se logra la identificación de todos los cuerpos (van apenas cerca de 90), ni saben las familias qué recibieron en las urnas donde deberían estar las cenizas de sus seres queridos.

La impunidad ha prevalecido de nuevo, ya que ningún funcionario, ni municipal, ni estatal, ni federal ha sido sancionado, aunque hay una larga cadena de omisiones y negligencias que permitieron por años la acumulación de cadáveres en el crematorio, sin las debidas inspecciones y verificaciones.

Otro grito de desesperanza se plasmó en torno al caso del asesinato de Leslie, la joven a quien se le arrancó el bebé de su vientre, en otra trama de terror que involucró a Martha Alicia M.A. La Diabla. “Leslie: no estás sola”, señalaba uno de los mensajes. En otro, la madre de Leslie reclamaba la entrega de su nieto sobreviviente.

¿De qué más adolece la ciudad o en qué más han fallado las autoridades? Una asignatura pendiente es el transporte público. Aquí lo hemos dicho ya muchas veces: dos rutas troncales y una pretroncal funcionando, no conforman un verdadero sistema integrado.

Falta mucho por hacer para ampliar la cobertura y hacer eficiente el servicio. La insuficiencia de rutas y de conectividad para el campus norte de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, es solo uno de muchos ejemplos.

Los estudiantes que no han obtenido soluciones de parte de la oficina estatal de Transporte Público también se sumaron a la protesta social en el contexto de la gira presidencial.

“Cómo quieren que estudie, si no me dejan llegar”, “Quiero estudiar, no esperar dos horas por un camión”, resumían así la problemática y el malestar que se manifestó durante la visita presidencial.

Sin embargo, todos los manifestantes se quedaron esperando alguna respuesta. Sheinbaum habló de sus logros y avances (su sistema de Centros de Cuidado Infantil y los Polos Económicos de Bienestar, también de los millones de pesos dispersados y los beneficiarios de los programas sociales), pero no de las dolorosas asignaturas pendientes. La incidencia criminal y la impunidad se dejaron de lado para dejar el espacio únicamente al ¡viva! ¡viva!

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En cuanto a las lecturas políticas que dejó la visita presidencial, podríamos decir que el evento se caracterizó por dos aspectos: cordialidad y neutralidad. Nadie se quiso hacer daño y prevalecieron los acuerdos de civilidad política.

Pese a que el evento masivo en el Estadio Juárez no garantizaba control alguno, nadie se pasó de lanza con los abucheos o las porras desmedidas. Se respetaron en general todas las investiduras, pese a las diferencias partidistas (y hasta grupales) y los enconos que suelen desbordarse.

Con anfitrión guinda local y visita federal del mismo color, en la mera joya de la corona morenista, nadie de la representación estatal azul recibió maltrato. También las estructuras estatales que hicieron su chamba para cobijar a la gobernadora Maru Campos y mostraron músculo juarense, supieron comportarse; la fiesta se llevó en paz, completamente.

Guindas y azules salieron contentos por igual. Al menos se ve que presidenta y gobernadora no batallan para llevarse bien.

“Podemos tener posiciones políticas diferentes, pero cuando se trata de gobernar Chihuahua, las dos gobernamos Chihuahua”, señaló Sheinbaum cuando le tocó presentar a Maru.

No quiso comprometerse la presidenta con la gestión que trae la gobernadora para conectar a Chihuahua con Topolobampo, en Sinaloa, pero por lo menos aseguró que se buscaría esa opción. Por lo pronto, se supone que este año queda la carretera Nuevo Casas Grandes-Bavispe, Sonora; también se ejecutará en el futuro y por etapas, la Chihuahua-Guaymas.

Entre las novedades que trajo la presidenta, de lo más destacable (porque hace bastante falta) está la llegada de un equipo completo para bacheo de las carreteras federales (con todo y planta de asfalto), trabajos que realizará la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, con independencia de las obras que licita y entrega a particulares. Lo demás ya se sabía: las 31 mil viviendas, la tecnificación de los distritos de riego, el hospital para Guachochi y la sustitución del hospital Lázaro Cárdenas del Issste.

Regresando al tema de la neutralidad, se notó que también se aplicó entre los guindas y hasta por la propia presidenta Sheinbaum. A nadie subió al templete, más que a los integrantes de su gabinete y a la gobernadora Campos.

En primera fila se quedaron el alcalde Cruz Pérez Cuéllar y los senadores Juan Carlos Loera y Andrea Chávez, figuras juarenses todas que traen sus proyectos para el 2027. Ahí se dejaron ver otros legisladores federales como Armando Cabada y Daniel Murguía.

También los principales funcionarios estatales andaban en buen plan. Se mezclaron y hasta se abrazaron con los representantes populares guindas, como ocurrió con Gilberto Loya y Roberto Fierro, los secretarios de Seguridad Pública y de Función Pública, muy efusivos junto al senador Loera.

Al final del evento, el alcalde Pérez Cuéllar aprovechó para entregarle un presente a la presidenta. “¡Muchas gracias Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo! Amor con amor se paga”, compartió en sus redes el presidente municipal, con la fotografía en la que recibió Sheinbaum la caja de regalo, con moño y toda la cosa.

La senadora Andrea Chávez no se quedó atrás. Después de su efusivo saludo con Sheinbaum, le entregó un sombrero vaquero (o texana), de esas que también le gusta ponerse a la chica del relevo generacional cuando va a la Sierra, o se reúne con los ganaderos chihuahuenses.

También entre los cuadros morenistas optaron por la mesura y hasta por la cordialidad, bajo el liderazgo y la mirada de la presidenta. Muy compas estuvieron Juan Carlos, Cruz y Andrea, junto con la presidenta estatal de Morena, Brighite Granados, quien ya lleva rato mostrándose institucional con todos.

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En la primera fila hubo algunos otros personajes que no podían faltar. Dos figuras clave del gabinete de Maru Campos: el secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña y el fiscal general, César Jáuregui Moreno. Lo mismo que Fernando Álvarez Monge, el secretario particular de la gobernadora o titular de la Oficina de la Gubernatura.

No agitaron el puño cuando los morenistas vitorearon ¡Presidenta! ¡Presidenta!, pero sí aplaudieron con singular alegría.

Quien ya no se pierde ningún evento protocolario, aunque los rezagos estén críticos en el Poder Judicial, es la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Marcela Herrera Sandoval.

Se entiende su presencia en un evento presidencial, como representante de uno de los tres poderes estatales, pero la verdad es que ahorita anda nada más de socialité. Con apenas 27 días en el cargo, se ve que ya le gustó el protocolo y la vinculación.

Ya que hablamos del nuevo Poder Judicial, llamó la atención que también se reportó al evento, Judith Ávila Burciaga, la excandidata a magistrada penal que finalmente fue propuesta por el Poder Legislativo para integrar el Órgano de Administración.

Cuando sorpresivamente apareció como la propuesta del Legislativo para ocupar uno de los cinco espacios, comentamos aquí que había sido impulsada por el Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso, ahí donde los resortes del poder político están conectados a la influyente secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, quien habría negociado la posición (por medio del coordinador parlamentario, Cuauhtémoc Estrada), con la mayoría azul que le responde a Palacio.

Así que Judith no podía dejar de tocar base ayer con las mandonas de Bienestar. “Hoy en la frontera mas bella, la Presidenta de México que encarna la fuerza, la inspiración y el compromiso de un pueblo que nunca se rinde. Es un honor coincidir con grandes mujeres, verdaderas líderes y sororas, que con su trabajo incansable y su dedicación nos muestran el camino hacia un futuro más justo y lleno de esperanza. Gracias, presidenta, por su presencia y por ser ejemplo de lucha y pasión”, compartió Ávila Burciaga, etiquetando sus fotos con la delgada Mayra Chávez y la propia secretaria Montiel.

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Luego de que transcurrió casi un mes desde que inició el segundo año de la Legislatura y se renovó la Mesa Directiva del Congreso, finalmente se concretará el relevo que faltaba en la importante Junta de Coordinación Política (Jucopo).

Será el próximo lunes 29 de septiembre cuando sesione la Jucopo para darle trámite al relevo. El coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Alfredo Chávez, le entregará la estafeta al coordinador morenista, Cuauhtémoc Estrada.

Estrada es diputado de mayoría por el Distrito VIII de Ciudad Juárez. El que entrega, Chávez, es diputado por el Distrito XVIII de la capital del estado.

El relevo cierra el paquete de acuerdos políticos y cumplimiento de la normatividad interna en el Congreso, luego de que la presidencia pasó de la morenista Lizzy Guzmán, al priista Guillermo Ramírez.

La mayoría panista se queda este año intermedio de la Legislatura sin los cargos de dirección, pero ya aseguró que la presidencia sea para el PAN en el tercer año, justo cuando se venga la intensa dinámica electoral.

Al juarense Cuauhtémoc Estrada, la tocará desde la presidencia de la Jucopo encaminar los trabajos y legislativos y definiciones pendientes, como sacar la convocatoria para la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), luego de que fracasó la intentona anterior que había confeccionado traje a la medida de Georgina Bujanda por parte de la mayoría blanquiazul.