La tragedia de Zoe: el Estado no vela por ella
Es el caso de la pequeña Zoe, una niña de apenas 10 años de edad, quien, durante la noche vieja y la llegada del 2023, resultó herida por una bala perdida.
Esa noche, ella y su familia celebraban la llegada del 2023 en la casa de sus abuelos, ubicada en la colonia Aztecas.
Pese a los llamados que se hicieron por todos los medios posibles, para que la ciudadanía no usara pirotecnia ni detonara armas de fuego, la tragedia invadió a esta familia convirtiendo la cena de Año Nuevo en una pesadilla.
El problema y la angustia comenzó cuando cerca de las 10:30 de la noche una esquirla de proyectil se incrustó en la mejilla de Zoe, quien se hallaba en el patio de la casa, junto a sus parientes.
En ese momento inició el verdadero calvario para la familia, al no encontrar un solo médico que pudiera atenderla, obligándolos a recorrer al menos media decena de clínicas y hospitales, tanto particulares como de Gobierno, obteniendo nulos resultados.
La ausencia de un médico capacitado para atender la emergencia hizo visible la crisis que deben enfrentar los juarenses ante una situación de este tipo, ya que las denuncias se cuentan por cientos o tal vez miles, de la falta de personal médico que cada año, mantiene a los enfermos o pacientes que requieren atención a realizar en el mejor de los casos esperas que se prolongan por horas o días para ser recibidos.
O peor aún, como en el caso de Zoe, cuya familia tuvo que recorrer distintos lugares, porque simplemente en algunos no era recibida pese a la emergencia, porque pedían una cuota muy alta para ingresarla, anteponiendo el derecho a la vida de la infante con sus intereses económicos.
Aunque hoy la salud de Zoe se encuentra estable, aún no ha sido intervenida, se requiere que su pequeño rostro se desinflame para poder ser operada, pero también, la familia requiere de costear los gastos, por una herida que un inconsciente le provocó.
Son 90 mil pesos los que deberán pagar ya que no cuentan con seguro social, y de los cuales ninguna autoridad ha dicho yo, para solventarlos, siendo que es lo mínimo que deberían hacer para de paso, ofrecerles disculpa por la inseguridad y el terror justificado que cada año generan esas balas perdidas, esas balas que no deberían estar en ningún lugar, salvo en las corporaciones de seguridad.