Al ya afamado contratista del Colegio de Bachilleres, Raúl García Ruiz, le arrastra una larga cola de antecedentes como súperproveedor de servicios al sector educativo del estado de Chihuahua otorgados sin concurso de por medio.

En el Marusexenio, el político juarense ha quedado exhibido como uno de los protagonistas del Bachigate, particularmente por el tema del otorgamiento de concesiones para operar siete de las 25 cafeterías del Colegio de Bachilleres.

Pues bien, no es la primera vez en la que el alguna vez diputado local y aspirante a alcalde suplente, siempre por el PAN, obtiene megacontratos del sector educativo sin que le haya ganado a nadie en una licitación a juego limpio.

Resulta que, ya antes había obtenido un gran contrato de servicios de renta de copiadoras a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

Las fuentes mironianas que facilitaron la información nos cuentan que era tal la preferencia que se le daba a Raúl García Ruiz en la contratación de equipos de copiado, que en el radiopasillo de la institución le llamaban “Lord Xerox”.

Tiempo después, durante la gestión de Jorge Quintana Silveyra como rector, le quitaron el jugoso contrato porque se le había otorgado sin haber cumplido una licitación en los términos que marca la ley.

Después de su largo peregrinar como diputado local y fallido alcalde suplente, García Ruiz está ahora en el ojo del huracán por la concesión de cafeterías otorgadas a su primo.

El Marugobierno ha tratado de deslindarse del Bachigate con el ya gastado argumento de que las concesiones de las cafeterías otorgadas al primo de Raúl García Ruiz datan de la anterior administración.

Nada de eso: la bancada de Morena se encargó de exhibir los documentos que demuestran que los contratos se otorgaron el 19 de septiembre del 2021, es decir, quince días después de la toma de protesta de Maru Campos.

En tiempos de Carlos Salinas de Gortari se acuñó el término de “hermano incómodo” para referirse a los grandes negocios que hacía Raúl Salinas, hermano mayor del presidente.

Por lo visto, el de Maru podría quedar como el del “primo incómodo”. Y eso que el otro, el que sí es su primo, aún no toma posesión del cargo que recién le cayó del cielo del Palacio.

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Muy extraña y con tufo de ocurrencia, fue la propuesta que ayer subió a la tribuna del Congreso local el diputado morenista Gustavo De la Rosa Hickerson, para que la gobernadora del estado solicite al Gobierno federal que retire de inmediato a la Guardia Nacional de la entidad.

Extraño es su planteamiento, porque por un lado dice que el mando de la Guardia Nacional por decisión constitucional es estatal, pero que los panistas y la gobernadora deben ser congruentes con la opinión de su líder nacional, en el sentido de que la militarización de ese cuerpo policiaco es peligrosa y por lo tanto debe ser retirada del territorio chihuahuense.

En su exposición de motivos, el Pichú se muestra en desacuerdo con que el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional pase a la Sedena, pero, por otro lado, argumenta en favor de este cuerpo policial, asegurando que está mejor evaluado en la opinión pública que las Policías municipales y estatales del país, que el año pasado se percibieron como las más corruptas.

De la Rosa cita como fuente de esa afirmación a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2021 del Inegi, pero no dice que es la Guardia Nacional la que más quejas acumuló por violación a los derechos humanos desde el 2020, con mil 056, superando a la Sedena y a las otras corporaciones.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Violación de los Derechos Humanos, en el 2021, año que el diputado cita como el mejor evaluado de la Guardia Nacional, el estado de Chihuahua ocupó el segundo lugar nacional en atentados a las garantías individuales, con 31 casos por parte del cuerpo paramilitar, solamente después de la Ciudad de México que tuvo 32. Este año que aún no termina, la entidad tiene ya un registro de 22.

Entonces, si es la mejor evaluada, según el Pichú, pero es la peor en el respeto a los derechos humanos, no estaría mal que le tomaran la palabra y pidieran su salida del estado en caliente, al fin y al cabo, ya demostraron también que en materia de resultados no pelan un chango a mordidas, porque no agarran ni un resfriado, menos a los bandidos.

Mencionemos solamente dos eventos como evidencia de su inútil presencia en el estado: el caso de El Chueco y su persecución que ha sido un fracaso, y los atentados del “jueves negro”, donde estuvieron literalmente desaparecidos durante los ataques.

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Las imágenes que se viralizaron ayer en las redes sociales, donde se ven a los asesinos del grupo Jalisco Nueva Generación, desfilar con sus armas por las calles de Zirándaro de los Chávez, en la región de Tierra Caliente, en el estado de Guerrero, muestran el nivel de cinismo e impunidad con que actúan los criminales, ante la permisividad del Gobierno federal que les tolera todos sus desplantes.

El video, donde se ven participando en la procesión del Santo Patrón del pueblo, unos montando costosos caballos de la raza Frisón, y otros armados hasta los dientes, a bordo de modernas camionetas, parece sacado de una película surrealista, pues rompe con lo racional y todo lo bizarrro que podríamos imaginar en materia de seguridad.

Los desfiles de narcos fuertemente armados no son nuevos, pero se habían registrado solamente en la zona serrana de Chihuahua, cuando grupos del crimen desfilaron en caravanas de más de 20 vehículos en las regiones de Samachique y Guachochi, en el 2014 y 2015.

Antes de eso, en agosto de 2008, una caravana de sicarios tomó por asalto el pueblo de Creel, donde asesinaron a 13 personas. Dos años más tarde, en marzo del 2010, las cámaras de la Fiscalía del estado grabaron en Creel, los momentos en que los criminales, capitaneados por un sujeto apodado El Cumbias, llegaron al pueblo a bordo de 15 vehículos y rafaguearon unas viviendas.

Nunca habían sido tan descarados como para participar en un desfile religioso por las calles principales de un poblado, mostrando su poder de fuego y desafiando el principio de autoridad.

La protección que sienten del Gobierno central que les manda abrazos, no balazos, y que pide a las autoridades establecidas que les respeten sus derechos, porque también son seres humanos, ha desbordado su comportamiento, que antes era totalmente clandestino y ahora lo exhiben públicamente, para que todos sepan quién manda en este país, no solamente en Tierra Caliente.

Nada más falta que en los desfiles del 16 de Septiembre también participen al lado de nuestras fuerzas armadas, al fin y al cabo, que, como diría el preciso, también son mexicanos, tienen derechos y sienten el orgullo patrio. Hágame el refabrón cabor.

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Otra vez los agentes de la Policía Municipal se la rifaron la noche del lunes pasado al intervenir en más de 30 acciones, para rescatar a ciudadanos que se quedaron varados en las inundaciones que provocaron las intensas lluvias de ese día.

En las colonias División del Norte, Granjas de Chapultepec, así como en los fraccionamientos Magisterial, Frontera y Cielo Vista, entre otros, los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal se metieron al agua con todo y fornituras y armas, para rescatar a personas que se quedaron atrapadas en sus vehículos.

Las imágenes que ciudadanos tomaron de los rescates, muestran a los agentes en algunos casos con el agua hasta el pecho, empujando un automóvil varado o llevando de las manos a las personas rescatadas, hasta las patrullas o los sitios seguros.

También se vieron patrullas municipales empujando a los automóviles averiados por el agua en medio de las lagunas en que se convirtieron las calles.

Asimismo, los oficiales ayudaron a varias familias de colonias de la periferia que sufrieron la inundación de sus viviendas, cuando los grandes caudales que bajaron por las calles y arroyos, invadieron sus casas.

Fueron estas, sin duda, buenas acciones. Por ello, un reconocimiento a quien lo merece, porque no se puede decir lo mismo de las fuerzas estatales, que otra vez no se vieron por ningún lado y prefirieron quedarse en sus cuarteles, a lo mejor porque no están sanforizados.