¿Implementar el programa “Hoy no circula” sería la verdadera solución para reducir la emisión de contaminantes en nuestra ciudad? ¿Es la contaminación el problema real que nos obligará a implementar un programa de esa naturaleza o es la inmovilidad que nos asfixia en las calles la que ya nos lleva a pensarlo?
Este Mirone se ha preguntado lo anterior en los días recientes, en los que los ventarrones nos han traído a más de la mitad de la población con las alergias a tope y más empolvados que un panadero de barrio.
Si bien es cierto que gran parte de la contaminación que priva en el ambiente fronterizo es generada por las emanaciones de los automotores que diariamente transitan por nuestra ciudad, hay también una generación importante de partículas nocivas provenientes de la industria, que diariamente nos afectan las vías respiratorias, ni qué decir de las otras vías.
Pero llevar a cabo el Hoy No Circula no es tan sencillo como suena, o como lo hacen ver aquellos que de manera aventurada sueltan la ocurrencia para intentar desviar la obviedad de sus omisiones en materia de planeación urbana, las mismas que hoy tienen a nuestra ciudad convertida en un verdadero chiquero en materia de movilidad.
El Hoy No Circula es un programa vehicular que tiene como objetivo reducir la contaminación atmosférica y se aplica desde 1989 en las 16 delegaciones de la Ciudad de México, así como en 18 municipios del Estado de México.
Este programa consiste en la restricción por uno o dos días de ciertos vehículos, conforme a la numeración de su placa, color de la calcomanía y a ciertas salvedades que se observan para vehículos de procedencia al interior de la república.
Y aunque la contaminación vehicular es uno de los graves retos que enfrentamos los juarenses, también lo son el crecimiento desmesurado de la mancha urbana y el aumento de automóviles en años recientes, las cifras oficiales ahí están y no nos dejarán mentir.
Según estimaciones de la Coordinación General de Seguridad Vial, se cree que en la ciudad hay 750 mil automotores circulando diariamente. Aunque las cifras del padrón vehicular, señalan que el transporte motorizado que circula legalmente anda en los 670 mil.
La diferencia entre ambas cifras radica en los llamados ‘chuecos’ o ‘chocolates’, esos que diariamente siguen ingresando por la aduana y que son ofertados en las calles sin que nadie, pareciera, los vea como un problema real.
Pero más allá de lo que este aumento desmesurado de automóviles ha generado, se encuentra la ausencia de alternativas para transportarse diariamente a la mayoría de la población.
Llevar a cabo la implementación de un Hoy No Circula, como proponen algunos aventurados, debería ir a la par de un eficiente sistema de transporte público, calles y avenidas que permitan el traslado eficiente, rápido y seguro, de lo cual, en ambos casos, carecemos los juarenses.
El Sistema de Transporte BRT, nos ha dejado ver tristemente, como la mala planeación desde el gobierno, los intereses particulares y el poco amor a nuestra ciudad ha venido haciendo estragos en años recientes.
Esta mala planeación, en la que se construyen paraderos y tienen que ser derribados por inoperantes y estorbosos, nos ha dejado con una ciudad literalmente destazada, parapléjica, que ha tenido que ir buscando sin la asistencia debida, la recuperación de su movilidad.
Las pocas rutas de transporte urbano son ineficientes y no alcanzan a llegar a todos los puntos de la mancha urbana, las pocas líneas de autobuses, han optado por recorrer solo las avenidas principales, entorpeciendo aún más la circulación y provocando diariamente choques y embotellamientos.
Y ni hablar de los camiones de transporte de personal, que circulan por miles, bajo sus propias reglas y con el aparente consentimiento de autoridades que en lugar de regularles han optado por enterrar la cabeza como avestruces evadiendo la responsabilidad para la que se supone fueron contratados.
¿Cómo se le pide a una familia que deje de utilizar su vehículo cuando las distancias que se recorren, en un transporte público pueden alcanzar hasta las cuatro horas de ida y vuelta? A eso súmele el gasto que implica por persona ser transportada en esos cacharros que siguen circulando y que en muchos casos, ya superaron su vida útil.
Antes de que se piense siquiera en la implementación de un programa como el Hoy No Circula, urge que los tres niveles de Gobierno, concesionarios e iniciativa privada se sienten a hablar en serio y generen un plan de movilidad.
¿Cómo sería eso? Reactivando y adecuando las líneas de transporte que vayan a las colonias y sean de beneficio para los ciudadanos.
Creando para la industria y el comercio, horarios y marcando las vías por las que estos deben circular de manera exclusiva, para no entorpecer la movilidad cotidiana.
Implementando campañas para que tanto trabajadores como estudiantes compartan su transporte particular y se hagan el bendito y beneficioso favor de llevarse unos a otros en un solo vehículo de manera turnada y sistemática.
Ciudad Juárez necesita orden, señores, pero este solo se dará si ustedes, si todos, de una buena vez, comenzamos a trabajar y ponernos de acuerdo. ¿Alguien necesita un raid?
………………
En los últimos años los operativos contra la delincuencia por parte de los distintos órdenes de Gobierno, han sido meras ocurrencias. Los juarenses los ven desfilar en unidades oficiales por toda la ciudad, no solo en avenidas principales, sino en las colonias.
Al menos desde 2021 han sido observados agentes (en realidad son militares) de la Guardia Nacional caminando en las colonias. ¿Qué buscarán? Nadie sabe, porque no hay ni explicaciones y al parecer tampoco una estrategia.
Nada nuevo, hace un par de años hubo quejas ciudadanas en algunas colonias como Fuentes del Valle, El Crucero y la Unidad Habitacional Emiliano Zapata, entre otras, porque de noche caminaban elementos de la GN por las calles. En lugar de amedrentar a la delincuencia, lo único que provocan es temor entre la ciudadanía.
¿Qué resultado contra la violencia y la inseguridad han dejado estos operativos? Ninguno. Los asesinatos siguen en varias partes de la ciudad. Es increíble que la Guardia Nacional no tenga una estrategia, cuando los números y reportes diarios nos indican cuáles son las colonias con más problemas debido al narcomenudeo, sobre todo varias ubicadas en el suroriente.
Ayer Norte Digital recibió varias llamadas de ciudadanos asustados, debido a que los agentes armados caminaban en el frente de sus casas, algunos con pasamontañas. Si en la “Guerra contra el Narco” de 2008 a 2012 los militares asustaban a la ciudadanía cuando buscaban armas con las famosas e inservibles “Ouijas del Diablo” en tiempos de García Luna, hoy los integrantes de la GN siguen asustando a la población, pero a la antigüita, sin herramientas.
¿Estas acciones para prevenir hechos violentos están vinculadas con las estrategias de otras corporaciones? Por ejemplo, ¿conoce la Policía Municipal qué operativo realiza a pie la Guardia Nacional en este momento?, ¿y las autoridades estatales?, ¿o de plano no se tienen confianza para trabajar de forma conjunta?, ¿y la Mesa de Seguridad?
Ya son muchos años de inseguridad, de falta de resultados y de un daño irreparable para nuestra ciudad. Una vez más, lo que le urge a Juárez es que todos se pongan de acuerdo.
………………
Ciudad Juárez sigue en pañales en cuanto a contingencias se refiere. Lo vivimos una vez más el domingo pasado, tras los violentos vientos con rachas de hasta 95 kilómetros por hora que azotaron a nuestra frontera
Fueron vistas muy pocas unidades de Policía, Protección Civil, CFE, JMAS y de otras dependencias, pese a los múltiples reportes ciudadanos que había por los cortes de luz que terminaron por impactar en el servicio de agua potable.
Los juarenses prefirieron subir sus quejas a grupos de redes sociales, porque aseguraban que nadie les contestaba cuando marcaban a los números de emergencia de las dependencias municipales y estatales, y de la infaltable Comisión Federal de Electricidad, que suele brillar por su ausencia, más si es en domingo.
Es increíble que las autoridades no le inviertan a los cuerpos de emergencia, que ya se quedaron cortos ante el tamaño de la ciudad y que la verdad, sobre todo Bomberos, que carece de las herramientas necesarias para realizar con seguridad su trabajo.
Igual que Bomberos, Protección Civil no tiene capacidad de reacción, no por la falta de voluntad, eso queremos pensar, sino por la falta de equipo. Han pasado varias administraciones municipales y el reclamo siempre es el mismo: nos hacen falta herramientas.
Es imposible que cumplan con su tarea de proteger a la población si no cuentan con equipo. Sucede cada vez que hay una tormenta, cae nieve o llegan ventarrones como los del fin de semana: la ciudad siempre termina de cabeza. ¿De qué sirve que se tengan tantas cámaras, botones de pánico o números al supuesto servicio de la población si no ayudan a la ciudadanía cuando suceden estos desastres? Da la impresión, además, de que falta coordinación, como casi siempre sucede.
El domingo la ciudad se paralizó porque no hubo respuesta de las dependencias de emergencia, algunos ciudadanos indicaron que ni siquiera había agentes viales en los cruces donde los semáforos fallaron. Los guiadores le hicieron como pudieron para llegar sanos y salvos a sus casas. Eso no puede suceder.
………………
A quien parece que ya le gustó la dirigencia camaral como trampolín político o como vitrina para mantener promocionada su imagen en primer plano es a Rogelio “el Lento” Ramos Guevara, quien ya desde temprano está preparando el terreno para su segunda reelección al frente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de Ciudad Juárez.
Y es que el actual representante de los comerciantes de la ciudad está moviendo los hilos antes del lanzamiento de la convocatoria oficial para tratar de seguir al frente de la Canaco local por tercer año consecutivo, que es el plazo máximo que le permite el reglamento interior del organismo.
Nada fuera de lo legal resultaría pues, su interés en permanecer un año más al frente del comercio fronterizo, si no fuera porque hay patadas de inconformidad al pesebre desde el interior de la misma cámara.
Así lo comentan a Mirone fuentes que plantean que “el Lento” Ramos hace tiempo que se dedica más al oficio de aplaudidor de las decisiones de Gobierno, que a defender los intereses del gremio al que representa.
Y agregan que en la antesala del nuevo proceso de elección que se avecina, ya está manejando las cosas a discreción para evitar que alguien le haga sombra y garantizar su continuidad por un año más.
Las mironianas fuentes destacan que el hombre que mide la importancia de las personas de acuerdo al tamaño de la alberca que posee, quiere seguir teniendo manga ancha para permanecer en el primer plano, aunque esto signifique seguir regando el tepache tan ampliamente como acostumbra.
Y para ello, anda moviendo las aguas (y no precisamente las de su alberquita) y negociando en lo oscurito para ahogar cualquier posible intento de poner una candidatura alterna a la suya.
Por los mironianos pasillos se deja escuchar que el actual líder de los comerciantes aprovecha sus incursiones al campo de golf o a las reuniones de alberca de sus compas para hacer alianzas con las cuales hacer manita de puerco a cualquier intento de lanzar otra candidatura que no sea la suya.
Pero no hay que perder de vista que Ramos no se mueve solo, alguien más jala sus hilos. Detrás de su permanencia al frente de la cámara reside un interés superior: el de sus jefas, Alejandra y Guadalupe de la Vega, las verdaderas dueñas de la Canaco.
De todos es sabido que la cámara, que debiera ser de todos los comerciantes, les pertenece (también a los Oxxo, para ser justos), pues se aseguraron de formar un monopolio de control ya que cada Superette o Del Río les cuenta como un voto.
Por eso a la hora de elegir al dirigente de la cámara, ellas tendrán la voz cantante y de nueva cuenta optarán por su mañoso y antidemocrático sistema para dejar al frente a alguien a modo; la moneda de cambio es esa fantasía de “ser alguien” en el ámbito empresarial y político.
Ambicioso como es, Ramos busca mantener su posición de privilegio como aplaudidor oficial y tapadera para controlar los reclamos de un sector que exige seguridad, certidumbre y garantías para sus negocios, en esta época de conflicto que se vive en las calles de la ciudad. Y por supuesto, para atender la agenda de sus jefas. ¡No hay que ser!