Inició la cuenta regresiva. Noventa días nos separan hoy de la jornada del 2 de junio, cuando se realizarán las elecciones concurrentes más grandes y complejas en la historia de este país.
Sumando las elecciones federales y locales, se elegirán el mismo día 20 mil 708 cargos. Además de la Presidencia de la República, se votará por senadurías, diputaciones, alcaldías, sindicaturas y regidurías en las 32 entidades que integran la Federación. En nueve estados se disputarán también las gubernaturas.
Más de 170 mil casillas se instalarán en todo el territorio nacional, con la posibilidad de que voten ahí los 98 millones, 909 mil 770 electores inscritos en el listado nominal. Para ello se imprimieron 317 millones 094 mil 216 boletas electorales.
Cada juarense que el 2 de junio acuda a las urnas, recibirá seis boletas. Nunca había ocurrido que al mismo tiempo se votara por titular de la Presidencia de la República, senadores (son dos por cada opción partidista o de coalición), diputación federal, alcaldía, sindicatura y diputación local.
En los estados donde hay disputa por la gubernatura, serán ocho las boletas que recibirá cada elector.
Después se empalmarán las campañas locales que son más cortas (35 días), pero desde el 1 de marzo corren ya las campañas federales.
Durante todo este periodo y hasta tres días antes de la jornada electoral, cuando se decrete la veda para dar paso a la última reflexión, los electores se expondrán a un bombardeo permanente de promesas y propuestas, debate y confrontación de ideas, pero también a un intercambio de señalamientos y acusaciones, guerra de lodo y campañas sucias.
La saturación se hará presente no únicamente en los tiempos oficiales de la radio y la televisión abierta, o en los espacios privados y públicos comprados o cedidos para la propaganda en bardas y espectaculares, además irrumpirán esos mensajes publicitarios, como nunca antes, en todas las plataformas digitales posibles.
Si ya estaban inundadas las redes desde antes de iniciar formalmente las campañas, lo que se espera no tendrá parangón con lo ocurrido en procesos anteriores, simplemente porque los avances tecnológicos no cesan y se amplía cada día el acceso a las distintas plataformas y dispositivos digitales.
Ojalá y que todo ese ruido previsible no termine por invisibilizar los mensajes que verdaderamente son trascendentes y aportan elementos al elector que en tres meses deberá tomar su decisión final. Lo más lamentable sería que lejos de ganar adeptos para alguna de las opciones, o fomentar en general la participación ciudadana, la saturación o las campañas negativas terminen por inhibir el voto.
Irrestricto apego a la ley, respeto entre adversarios políticos, campañas de contrastes, pero con propuestas, imparcialidad de la autoridad electoral, gobernantes y funcionarios alejados del proceso para que se garanticen elecciones libres, son variables fundamentales para un mejor desenlace.
No favorecen a la sociedad, ambientes de polarización, ni estrategias de manipulación o desinformación. Frente a lo que viene, los electores deberán estar atentos para rechazar lo que debilita y apostar por lo que verdaderamente fortalece a la práctica democrática.
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Respecto a la elección presidencial, al arranque de la campaña de 90 días, las encuestas conceden amplia ventaja a Claudia Sheinbaum, la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia.
La encuesta de Buendía & Márquez para El Universal le da a quien tuvo agenda campañera este sábado en Ciudad Juárez, 23 puntos porcentuales arriba.
La candidata de Morena-PT-PVEM acapara el 59 por ciento de la intención de voto contra el 36 por ciento de Xóchitl Gálvez, la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México, integrada por el PAN, PRI y PRD.
Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano (MC), registra un 5 por ciento de las preferencias.
La encuestadora Rubrum publicó este este sábado y también le concede 23 puntos de ventaja. Si el día de hoy fuera la elección a presidente de la República, ¿por qué candidato, coalición o partido votaría usted? A esa pregunta, el 54.7 por ciento respondió que por Claudia Sheinbaum. En favor de Xóchitl Gálvez, se pronunciaron el 31.1 por ciento.
Jorge Álvarez, abanderado de Movimiento Ciudadano obtuvo únicamente el 2.9 por ciento, mientras que un 11.3 por ciento respondió que aún no decide.
La encuesta de Mitofsky para El Economista, publicada una semana antes del arranque de las campañas, colocó a la morenista con el 51.6 por ciento de las preferencias electorales. Gálvez, alcanzó el 27.8 por ciento, lo que significa que está abajo por 24 puntos porcentuales.
En tercer sitio se ubicó con el 5.1 por ciento, el abanderado de MC que sustituyó al gobernador de Nuevo León, Samuel García.
En general la diferencia en las encuestas supera los 20 puntos porcentuales, un escenario que será difícil de remontar para la candidata opositora.
“Nunca tuvo tanto viento a favor la candidatura oficialista como ahora”, dijo al New York Times Carlos Pérez Ricart, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas, en Ciudad de México, al hacer un análisis del arranque de las campañas.
Pérez Ricart destacó varios factores que inciden en ese nivel de preferencias, empezando por los altos niveles de popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, afianzados en los programas que generan transferencias directas de dinero a unas 25 millones de familias en todo el país.
De acuerdo con New York Times, Sheinbaum juega a la segura, comprometiéndose a seguir los pasos de López Obrador, en gran parte consolidando sus proyectos de infraestructura, y manteniendo sus programas de bienestar social, además de su discurso de austeridad.
Para competirle a la 4T, en su arranque de campaña, Xóchitl Gálvez tuvo que firmar con sangre y ante notario público su compromiso de no quitar los programas sociales en caso de ganar la elección presidencial, además de proponer que la pensión de adultos mayores aplique desde los 60 años.
Gálvez intentará la remontada en la campaña que se prolongará hasta el 29 de mayo, con un discurso de condena a las condiciones de inseguridad, la permisividad del nuevo régimen y hasta su presunta colusión con el crimen organizado, las acusaciones de corrupción en torno al círculo cercano del presidente, la precariedad del sistema de salud y la oferta de creación de oportunidades de empleo y apoyo a los emprendedores, entre otros puntos de contraste.
Justo en noventa días, cuando se realice la jornada electoral, se sabrá si su oferta y la capacidad de operación electoral del Frente Amplio por México, fueron suficientes para desbancar a la representante de la 4T, sea por voto de castigo ante un desgaste prematuro en el ejercicio del poder, o por un voto movido por la esperanza de que otro cambio puede ser mejor.
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En territorio estatal hay mayor incertidumbre democrática. El juego de las alianzas y coaliciones entre partidos con muy distintos grados de presencia en las regiones, amplía en Chihuahua las posibilidades de resultados diferentes al ámbito nacional, además del factor de control político panista desde el Gobierno del Estado.
Aunque existen enclaves claros de predominancia para Morena o el PAN, como los casos de Ciudad Juárez y la capital del estado, es incierto cómo quedará finalmente la votación total.
Dos encuestas que reportan intención del voto al inicio de las campañas federales, le conceden a la coalición Fuerza y Corazón por México, una ligera ventaja en la elección de candidatos al Senado. Tan escasa en una de ellas que más bien podría considerarse empate técnico.
“Si el día de hoy fueran las elecciones para senador en el estado de Chihuahua, ¿por cuál partido político votaría usted?”. Según la encuesta de Rubrum, la opción de Mario Vázquez y Daniela Álvarez, bajo las siglas del PAN, PRI y PRD, tiene el 42.3 por ciento de las preferencias.
Andrea Chávez y Juan Carlos Loera, por la coalición de Morena, PT y Partido Verde, obtienen el 40.3 por ciento, abajo apenas en dos puntos porcentuales.
Zuri Espino y César Peña, por Movimiento Ciudadano, se quedan con el 3.7 por ciento y el 13.7 por ciento, todavía no decide.
Massive Caller, encuestadora que históricamente ha estado más vinculada al PAN, le da a la coalición Fuerza y Corazón por México una ventaja de seis puntos porcentuales sobre Morena y sus aliados. Un 43 por ciento de intención de voto contra un 37.3 por ciento.
En la pasada elección de 2018, la misma en que compitió Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia, la elección para el Senado la ganó Morena, en coalición con el PES y el Partido del Trabajo.
Bertha Caraveo y Cruz Pérez Cuéllar, como primera y segunda fórmula, obtuvieron 540 mil 334 votos contra 449 mil 436 votos de Gustavo Madero y Rocío Reza, de la coalición del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Con el efecto AMLO a favor, fueron seis puntos porcentuales de diferencia, es decir, 36.23 por ciento, contra 30.14. Sin embargo, López Obrador obtuvo en Chihuahua una votación mucho mayor que la de las fórmulas al Senado. Llegó a 643 mil 652 votos, 103 mil 318 más que Caraveo y Pérez Cuéllar.
En cuanto a los nueve distritos federales que corresponden a Chihuahua, hay menos información pública disponible sobre intención de voto vigente. Sin embargo, el punto de partida son los resultados de la elección de 2021.
De los nueve distritos, Morena con su aliado el PT, ganó tres de los cuatro que tienen cabecera en Ciudad Juárez: el 01, el 02 y el 03. El PAN se quedó con el 04 de esta frontera y los otros cinco del resto del estado. Dos en Chihuahua capital (06 y 08), el correspondiente a Delicias (05) y el que tiene cabecera en Parral (09).
Para este 2024, Morena dejó la candidatura del 03 de nueva cuenta para el PT y también va por la reelección en el 01 y el 02 bajo sus propias siglas, esperando sumar el 04, a donde fue enviado de candidato Alejandro Pérez Cuéllar, el hermano del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien también irá por la reelección en la contienda local.
El PAN buscará contener el avance de Morena fuera de la frontera y para ello es clave la coalición con el PRI, partido al que le entregó las candidaturas en el 08 de la capital del estado (para el dirigente estatal tricolor, Alejandro Domínguez) y la del 09, correspondiente a Parral (para Noel Chávez, diputado local con influencia en toda la zona serrana).
El nivel de competencia y complejidad en el distrito que corresponde a Parral todavía es mayor porque no únicamente están en juego las estrategias de Morena y el PAN con sus respectivos aliados, sino porque la cabecera municipal está en poder actualmente de Movimiento Ciudadano.
Hay indicios de mayor avance morenista en otros territorios más allá de esta frontera, como los que proporcionaron las encuestas de Massive Caller que le concedieron competitividad en Delicias, Parral, y Cuauhtémoc.
Sin embargo, el PAN tiene sus propias expectativas de avance. Por ejemplo, apuesta en Ciudad Juárez no únicamente a mantener el Distrito 05, sino a recuperar el 04, donde también tiene base histórica de voto duro. En sentido contrario, Morena quiere extender su territorio y cubrir toda la frontera de guinda.
El escenario es similar en elección estatal. Morena perdió aquí en el 2021 únicamente el Distrito 05, uno de los nueve con cabecera en esta ciudad. Las campañas locales iniciarán hasta el 25 de abril, pero de cualquiera manera serán concurrentes con las federales para concluir con la jornada del 2 de junio.
Aunque hay proyecciones y predicciones con base sólida en la estadística electoral y las encuestas, lo que los chihuahuenses en general y los juarenses en particular esperan, es que prevalezca la máxima de todo régimen democrático: que haya certeza y confianza en el proceso, pero incertidumbre en el resultado, bajo la premisa de que, bajo un piso parejo, todos tienen la misma oportunidad de ganar.