La violencia desatada por grupos del crimen organizado en más de diez ciudades de cuatro estados de la república, lesionó otra vez no solo a la sociedad sino a la estrategia de seguridad del Gobierno Federal.
Entre el 9 y 12 de agosto, el Gabinete de Seguridad de la Federación sumó 260 personas asesinadas en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, en un contexto en el que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, había anunciado un decretazo para entregarle la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Aquí, el jueves pasado se contabilizaron 11 homicidios, entre ellos los de dos mujeres dentro de un establecimiento comercial que fue incendiado, además del atroz asesinato de los cuatro trabajadores de Megaradio.
Los fronterizos padecieron una tarde de terror con historias que les hicieron recordar la peor época de violencia en esta urbe, pero esta vez con un ingrediente extra envenenado: el ataque directo contra la población civil. Lo que vivimos este pasado jueves negro fueron actos de terrorismo.
Luego de la difusión de videos de ataques a gasolineras, tiendas de autoservicio y población civil, los juarenses se preguntaron en dónde estaban los agentes de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano que desde hace meses “refuerzan” la vigilancia de la ciudad.
¿De qué sirven tantos militares en las calles si no pueden disminuir la violencia?, fue uno de los cuestionamientos más repetidos de los usuarios de redes sociales.
Esas imágenes calaron profundo en Juárez y entre quienes habitan esta frontera. Nadie quisiera volver a sufrir por esos abrazos, no los del Gobierno Federal hacia la delincuencia, sino los de aquellos que lloraban mientras veían los cuerpos de sus familiares cubiertos con sábanas blancas, afuera de una tienda de autoservicio.
La realidad es que han sido pocos o nulos los resultados de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano en la disminución de la violencia.
Ante el enojo y el miedo entre la población en general por la poca eficacia de la “estrategia” para detener el embate del crimen organizado, ayer en Twitter volvió a circular el video en el que aparece el cura chihuahuense Javier “Pato” Ávila Aguirre, lanzando un reclamo al Ejecutivo federal.
Aunque sus palabras fueron en junio, durante la misa de cuerpo presente de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, asesinados en Cerocahui, su exigencia aplica a la perfección para la situación recién experimentada en Juárez: “Los abrazos ya no nos alcanzan para vivir con los balazos”.
Por otra parte, aunque con el afán de llevar agua para su molino, el PAN fue el único partido que sacó la cabeza del agujero para sumarse a los reclamos ciudadanos. Quien haya escrito el discurso de Marko Cortés, el presidente nacional del blanquiazul, va más o menos apegado al clamor generalizado:
“El país se le incendia a López Obrador, los “abrazos” han aumentado la violencia y el crimen organizado sigue avanzando, la gente tiene miedo de salir a las calles y la incapacidad del gobierno está convirtiendo a México en un país sin leyes ni justicia”.
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Pareciera que ya se está haciendo una regla aquello de que cada vez que surge una crisis de violencia en el estado, la gobernadora Maru Campos termina por alguna u otra situación en el hospital.
Ayer fue sometida a una intervención quirúrgica para tratar una Hernia Hiatal y reflujo gastroesofágico, padecimiento que enfrenta, dijo la mandataria a través de un video subido a sus redes, desde hace tiempo, y que por recomendación de su médico tratante no puede ni debe postergar más.
Campos dijo lo de rigor, lo que no puede faltar en ese tipo de comunicados, donde instruyó a los miembros de su gabinete para que las labores continúen de manera normal y que en ningún momento se dejara de trabajar en cada tema y espacio de atención a los chihuahuenses.
La Hernia Hiatal y reflujo gastroesofágico, es un padecimiento en el cual la parte superior del estómago asciende hacia el tórax a través de una pequeña abertura que existe en el diafragma, lo que ocasiona que el contenido del estómago se vaya hacia el esófago, produzca quemaduras y con ello un dolor intenso.
Maru aseguró que ya ha recibido varios tratamientos durante años y que no ha tenido los resultados deseados.
Por cierto, en la grabación de la mandataria colocada en su cuenta oficial de Facebook, aparecieron comentarios de muchos funcionarios estatales que no desaprovecharon el momento para quedar bien con la mera mera del Gobierno del Estado, aunque por supuesto que también hubo críticas, pero no fueron tantas.
No sabemos si hubo más y los administradores de la página las ocultaron o eliminaron. En fin, ojalá se recupere pronto la gobernadora.
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Cada día que pasa en la Torre Legislativa cobra fuerza el rumor de que la actual presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Georgina “Geo” Bujanda Ríos, dejará la curul después de agosto, cuando ya no ocupe la silla presidencial.
¿La razón? Que ingresará con todo por la sucesión de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
La versión suena extraña, aunque ha cobrado fuerza al paso de los días. De lejitos, y visto el asunto con los ojos de las tradicionales formas de sucesión en la UACh, la versión sonaría a una traída de cabellos que no cabría ni en una plática de café.
Sin embargo, tras las reformas a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Chihuahua, aprobadas apenas el 11 de julio pasado, la puerta se abrió prácticamente para quien tenga unas horas clase y al menos tres años de arrastrar el gis en las aulas de alguna de las facultades o escuelas de la UACh.
Así quedó la reforma, a pesar de que el texto original de la iniciativa pedía una antigüedad de siete años, pero por razones que aún suenan enigmáticas, el diputado del PRIAN, Omar Bazán Flores, introdujo la figura de los tres años, así fueran consecutivos o discontinuos.
Geo lleva ya algunos años impartiendo cátedra en la Facultad de Derecho como maestra hora-clase, así que entra en esa clasificación.
Quienes han visto más de cerca el inédito proceso de sucesión en la UACh opinan que, si bien el salto de la diputada, de la Torre Legislativa al edificio de la Rectoría, no lo haría ni Evel Knievel—aquel famoso motociclista acrobático que saltaba de una torre a otra en su “moto”—cubre todos los requisitos legales para apuntarse en la lista…y uno más: tiene toda la confianza de la gobernadora Maru Campos.
Suena difícil, acrobático y hasta estrambótico, pero congruente en un momento en el que la gobernadora podría quedarse sin una candidatura fuerte para la UACh.
El actual rector, Jesús Villalobos Jión y personalidades que lo acompañan enfrentan una férrea oposición en su facultad de origen, la de Derecho, donde los Rivera quieren meterse a la terna a como dé lugar.
¿Tirada de los cabellos? Pudiera ser, como tantas que se manejan en el ambiente de la grilla. Lo cierto es que, a la mano, no se ve alguien más que pueda apersonarse en la lucha por la sucesión universitaria a nombre de la actual gobernadora.