Es inconcebible que los centros de educación superior de la ciudad, no cuenten con subsidio en las tarifas eléctricas, ni sean autorizadas por la Comisión Federal de Electricidad para cambiar al sistema de energía solar, que les ahorraría muchos millones de pesos en pagos por consumo, que pueden ser invertidos en laboratorios, nuevas instalaciones y programas innovadores.
Por citar solo un caso, la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, que es la más grande del país con una población estudiantil que ronda en los 9 mil estudiantes, paga en promedio al año, 10 millones de pesos por consumo de energía eléctrica a la CFE.
Ese dinero sale del raquítico gasto corriente que tiene en su presupuesto anual, que le asignan para el pago de servicios y operación administrativa.
No obstante que la UniTec depende en un mayor porcentaje del presupuesto federal y por lo tanto, alcanza el estatus de institución federalizada, la CFE no la considera en las tarifas subsidiadas, y mucho menos les perdona los recibos en la temporada de verano superan el millón de pesos mensuales.
Fuentes mironianas de las oficinas administrativas, revelaron que, aun cuando la institución ha buscado autorización para migrar al sistema de energía solar, no les ha sido autorizada, y lo más que han logrado, es que le propongan el cambio de instalaciones para repartir las cargas, una propuesta que no soluciona el tema de los pesados consumos que tienen que pagar.
Los altos cobros tampoco garantizan el suministro ininterrumpido de la energía a la institución educativa, pues los constantes apagones obligan a suspender clases, que afectan seriamente al calendario escolar.
De contar con suministro por energía solar, nos dicen, esos 10 millones de pesos podrían invertirse en laboratorios, aulas y programas de vinculación que necesita la Universidad, y hasta generadores de energía para evitar los apagones.
Lamentablemente eso no ocurrirá mientras la Universidad, como todas las otras instituciones de educación superior de la ciudad, sean una fuente importante de ingresos para la CFE, que presume ser una empresa de calidad mundial, que en los hechos demuestra lo contrario.
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La renuncia del hasta ayer secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrad Casaubón, es apenas la primera de muchas que se presentarán en días próximos, porque la carrera por la presidencia de la República, por los escaños en el Senado y hasta las gubernaturas estatales que se renovarán en el 2024 ya ha iniciado.
Con su salida, el “carnal Marcelo” ha apresurado los tiempos y, ahora, se espera que su expar en el Gabinete, Adán Augusto López, haga lo propio en este mismo mes.
Casi similar será el de Claudia Sheimbaum, aunque ella deberá correr un procedimiento distinto, porque no es tan sencillo como que presente su renuncia y se vaya a echar grilla a su cuartel de campaña.
Nada de eso, la “consen” debe solicitar la autorización de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México para separarse del cargo. Seguramente la obtendrá, pero no saldrá ilesa, porque las huestes prianistas se le echarán a la yugular, eso es seguro.
Además de ella y de los otros tres, se espera que el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, también se separe del encargo para buscar la candidatura por el PRIAN.
Otros entrarán al encuentro, pero con menos presión de tiempo, como la senadora Lilly Téllez, el senador Ricardo Monreal o el diputado federal Gerardo Fernández Noroña.
Falta ver quiénes saltan del barco para ir a “sacrificarse por México” en busca de otra candidatura.
No hay que olvidar que también habrá cambio de mando en el Gobierno de la Ciudad de México y esa contienda atraerá al menos a dos funcionarios de primer orden: el secretario de Seguridad Pública de ese Gobierno, Omar García Harfuch, y a Rosa Isela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública Federal.
En fin que, con la renuncia de Marcelo ha iniciado la temporada de chapulines.
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Mal la está pasando el regidor petista Pedro Matus junior con los vecinos de la colonia Che Guevara, que lo están acusando de tráfico de influencias para desalojar por la fuerza y con uso de la Policía, a una familia de este humilde sector para vender su terreno.
Vecinos de las calles Peredo y Yepómera, comenzaron a circular un video donde se ve al regidor acompañado de personal de Asentamientos Humanos y de dos policías, echando a la vía pública las humildes pertenencias que estaban en una vivienda de cartón y madera ubicada en ese punto.
Los denunciantes dicen “estos son nuestros funcionarios de transporte
concesionesmorena mandados x Beto Matus abusando de su autoridad y sin algún tipo de orden de desalojo y con violencia, destruyen vivienda en la colonia chegevara calle Peredo y yepomera ayuden a compartir” (sic).
El desalojo ocurrió el pasado 16 de mayo, pero los ocupantes de ese predio y sus vecinos le dieron seguimiento a su protesta ayer con los regidores de otros partidos, quejándose de que “Matus y el PT siguen aplicando la Ley de Herodes”, en los terrenos que en los años ochenta fundó su padre Pedro Matus Hernández, en predios invadidos, para utilizarlos en vivienda popular.
Las versiones que circulan entre los miembros del cabildo, es que el junior anda urgido de billetes y vendió el predio, por eso no hace caso de los reclamos para que lo regrese a quienes lo tenían en posesión.
Habrá que ver lo que dice el secretario del Ayuntamiento del uso indebido que hace Pedrín, de policías y personal de asentamientos humanos, en beneficio de sus particulares intereses.
Lo que, si es cierto, dicen en la colonia Che Guevara, es que, si su padre viviera, ya estaría poniéndole una cintariza por abusón y gandalla.
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Si todo se cumple como lo anunció la semana pasada la Dirección de Transporte Público del Estado, este día serán canceladas las placas de concesionarios del servicio de transporte público de pasajeros, que tienen sus camiones parados.
La dependencia estatal determinó que comenzaría a meter en cintura a los incumplidos transportistas, retirándoles las concesiones a quienes no están trabajando sus unidades, que son 180 aproximadamente.
De acuerdo con Transporte, pocos fueron los que reaccionaron positivamente y reanudaron el servicio, pero la mayoría los ignoró olímpicamente, argumentando que no fueron notificados oficialmente de tal medida.
No obstante, como son varias las causales que se suman al hecho de que no tienen la unidad en circulación, legalmente procede la cancelación, así que a partir de ahora ni llorar es bueno, al fin y al cabo, que en el tiempo en que estos concesionarios suspendieron su servicio, ni falta hicieron en la calle.
A ver si es cierto y la sanción no queda en puro cuento.