En un ejercicio de “rendición de cuentas”, algunos de los máximos representantes de la iniciativa privada de esta frontera, se presentaron ayer ante el Cabildo para darle seguimiento a SU (de ellos) proyecto de construcción de un Centro de Exposiciones y Convenciones.

En el salón Francisco I. Madero de la Presidencia Municipal, sede de las sesiones del Ayuntamiento juarense, se vieron muy hermanados José Mario Sánchez Soledad, presidente de Coparmex, y Rogelio Ramos, presidente de la Cámara de Comercio, quienes como era de esperarse, hablaron a favor del proyecto empresarial que lleva dos décadas de fracaso en fracaso.

Tras décadas de acciones y gestiones fallidas, ahora sí bajaron al barrio para rifársela, pues para ellos ya no existe un mañana, desde que, el 23 de junio de 2022, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) les dio una estocada con aquel dictamen que inhabilitó la materialización de su proyecto en Los Hoyos de El Chamizal, por razones de protección civil relacionadas con el control de inundaciones.

Ayer, al mediodía, entraron en caballo de hacienda a la sesión de Cabildo, MUY seguros de que sus peticiones serían bien acogidas y que sus dichos y estudios, los que nunca han revelado, no serían cuestionados, mucho menos refutados en sus detalles.

Carlos Murguía Chávez, primo de ya saben quién, presidente del Fideicomiso Paso del Norte, se dio el lujo de minimizar los estudios de Semarnat, sin que ningún regidor, ni siquiera los de la 4T, lo refutaran o cuando menos le exigieran el sustento técnico de sus descalificaciones.

Él aseguró que, según sus estudios, realizados en Monterrey y EUA, sin decir nombres, fundamentan sus razones para insistir en su petición de construir en el histórico parque urbano.

Como bien lo dijo el dirigente patronal, el histriónico José Mario, la politización de datos técnicos no es buena para nuestra ciudad.

Ahora sí, hay que esperar de qué cuero salen más correas, pues mientras el dirigente de Coparmex asegura que el dictamen de Semarnat contradice los estudios de control pluvial de la Comisión Nacional de Límites y Aguas (CILA), puesto que ven a El Chamizal como una zona segura en ambos lados de la frontera, en el Ayuntamiento juarense no hubo quién pusiera en tela de duda tales premisas.

Los representantes de once organizaciones del sector empresarial, todos ellos integrantes del Fideicomiso en cuestión, fieles a su clase y “estatus”, comparecieron con aires de reclamo e incluso, puede decirse, con disfraz de mártires. De paso culparon a los medios de propagar MITOS en torno al enigmático proyecto por el que hoy, después de décadas, decidieron dar la (media) cara.

Murguía Chávez y Sánchez Soledad, con un dejo de digno reclamo, recordaron al pleno del Ayuntamiento que tienen dos décadas explicando y tratando de convencer a la clase gobernante local y estatal sobre los beneficios económicos, sociales y ambientales del proyecto.

Incluso endilgaron la responsabilidad al gobierno para llevar a cabo este tipo de proyectos que, según ellos, se traduce en muchas bondades para la sociedad juarense.

“Creo que el principal error político es que el sector empresarial nos tragamos toda la responsabilidad del Centro de Convenciones; pues como se dijo aquí, siempre estamos dando explicaciones”, lamentó Sánchez en su incisivo y lacrimógeno discurso en el que aceptó, también, responsabilidades de la Iniciativa Privada.

Ya con nuevos bríos, los empresarios de la ciudad vuelven a la carga, ahora bajo otro discurso que hace hincapié en que los gobiernos estatal y municipal también forman parte del multiseñalado opaco Fideicomiso.

Este posicionamiento busca descargar de toda responsabilidad a Carlos Murguía y a la empresaria Guadalupe de la Vega del fracaso que, por décadas, ha mantenido a este proyecto paralizado.

Ahora, los mismos empresarios se presentan con una cara renovada. Ahora resulta, dicho por Murguía, que tienen una página en la Web donde todo mundo puede consultar sus estados financieros. ¡Vaya, vaya!

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Vaya ejemplo el que se le ocurrió poner a nuestro ya conocido e irremediable personajazo de caricatura, Rogelio “El Lento” Ramos, líder de la Cámara Nacional de Comercio, quien queriendo abogar por la construcción del Centro de Exposiciones y Convenciones de Juárez, lo único que hizo fue regar el tepache… su especialidad.

Resulta que en la sesión de Cabildo celebrada ayer miércoles, ante el pleno del Ayuntamiento conformado por el presidente municipal, el secretario del Ayuntamiento, la síndica y regidores de las distintas fracciones partidistas, se presentó a rendir cuentas Carlos Murguía Chávez, presidente del Comité Técnico del Fideicomiso para la construcción del Centro de Exposiciones y Convenciones.

Primero fue Carlos Murguía el que imploró a los dioses del Olimpo, perdón, a los integrantes del Cabildo, por una oportunidad para que intercedan ante la Semarnat y que se lleve a cabo la construcción en los terrenos de El Chamizal conocidos como “Los Hoyos”, ahí muy cerca de la Presidencia Municipal.

El interés es tal por parte de cierto grupo empresarial que ha estado acostumbrado por muchos años a recibir todo en bandeja de plata e invertir lo menos y sacar el mayor provecho posible, pues siguen poniendo sus santos de cabeza a ver si se les concede el milagrazo.

Y mire usted, estimado lector, es aquí donde entra nuestro peculiar amigo El Lento Ramos, quien debe su mote al parecido que guarda con el primo de Speedy González, que durante la sesión de Cabildo, señaló que en otras localidades son los mismos gobiernos quienes se encargan de la construcción de los centros de convenciones, mientras que, aseguró, que en el caso que nos atañe, fue iniciativa de los empresarios… pero pues cabe recordar aquel dicho popular que “de buenas intenciones está empedrado el infierno”.

Pues bien, para abonar a su intervención ante el pleno del Ayuntamiento, Ramos argumentó sobre la necesidad de contar con un espacio de este tipo, que municipios más pequeños como Cuauhtémoc o Delicias ya cuentan con uno, pero luego, surgió el pero.

Al mostachón empresario se le ocurrió explicar de manera poco afortunada, que “el centro de convenciones en una ciudad, es como la alberca que tenemos en nuestra casa…”. Y sí usted, estimado amigo mironiano, puso cara de what?, no se alarme, porque justo así se quedaron también en el Salón Francisco I. Madero.

Los presentes se volteaban a ver unos a otros entre risillas nerviosas y burlonas, porque pues nadie sabe en qué mundo vive el señor Ramos, al afirmar que todos tienen alberca en la casa, porque a menos que vivan en el Campestre o en Anapra, pocos son los juarenses que cuentan con una alberca o un chapoteadero, a lo mucho, contamos con un megabache que se inunda en temporada de lluvias.

Eso sí, continuando con su ejemplo, el Lento dijo que cuando hay reuniones de amigos todos prefieren ir a la casa donde hay alberca y pues, la risilla nerviosa pasó a carcajada liberadora entre la concurrencia. Mientras, el Lento Ramos con su mano izquierda temblaba nerviosamente y al sentir la buena acogida, ya descansado, respiró por haber entregado el momento chusco de la sesión.

Pero no hay que olvidar que el tema sigue siendo serio, como lo es el buen uso de los terrenos de El Chamizal y la construcción de un Centro de Exposiciones mediante el buen manejo de los recursos y la aportación empresarial.

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Contra todos los pronósticos y grillas, porque las apuestas favorecían a Paty Corral, fue nombrada como subrecaudadora de Rentas en la ciudad Elisa Lomelí, la asesora del titular de la dependencia, de quien se dice que tiene un asunto pendiente en la Secretaría de la Función Pública del Estado.

Elisa es la misma que en el proceso electoral del 2018 figuraba en la planilla de regidores del PAN para el Ayuntamiento de Juárez, en la posición número 3, pero que fue bajada por Joob Quintin y Daniela Álvarez, para ser sustituida por Austria Galindo.

La razón de ese cambio, fue que Elisa tenía una carpeta abierta en la Función Pública, por presuntas irregularidades cometidas cuando trabajaba en el área administrativa de las oficinas de Desarrollo Social, del gobierno corralista, en esta frontera.

Fue en el 2018 cuando el entonces secretario de Desarrollo Social, Ramón Galindo, la denunció y fue separada de su cargo.

En esta administración, Rogelio Loya la invitó a su equipo como su asesora a Recaudación de Rentas, donde se mantuvo hasta principios de esta semana, cuando comenzó a despachar como segunda de a bordo en la dependencia.

Se desconoce hasta el momento si la averiguación abierta en su contra en la Función Pública, ya fue concluida, si fue exculpada, o sigue abierta, pero empolvada en el cajón de los olvidos.

Lo cierto es que todos apostaban a que el cargo sería para Paty Corral Jurado, la hermana apolítica del exgobernador, que tiene muchos años en la dependencia donde ha ocupado diferentes áreas, pero los apellidos surtieron el efecto de lastre, a pesar de su vasta experiencia.

Aunque hasta ayer el nombramiento no había sido oficializado, Elisa ya ocupa la oficina que estuvo a cargo de su antecesor, Eduardo Gutiérrez.

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Independientemente de la protesta que han hecho los diputados locales de Morena, porque los electrodomésticos decomisados en los penales no se regalaron a sectores vulnerables, ahora han surgido también voces de abogados, quienes con razón jurídica dicen que, al destruir estos objetos, la autoridad destruyó ilegalmente evidencia de la corrupción que imperaba en los penales.

Tanto en el Cereso número 3 de Juárez, como en el de Aquiles Serdán, en la capital del Estado, fueron miles de artículos requisados de las celdas, por los que los internos pagaron para que pasaran las aduanas y les permitieran tenerlos para su comodidad.

Esos lujos que iban desde una licuadora hasta televisores, refrigeradores, estufas y lavadoras, eran la más clara evidencia de la corrupción que imperaba en los reclusorios, donde entraba todo lo que cupiera por las aduanas, siempre y cuando los internos se pusieran guapos con los custodios y directivos.

Al destruir las evidencias tangibles, aunque se hayan levantado actas circunstanciadas, le quitan peso a la carga del delito, en el que incurrieron quienes permitieron todos estos lujos, que a la postre provocaron el autogobierno.

Hasta ahora, es poco lo que se sabe del avance de las investigaciones para dar y castigar a todos los cómplices de los reos que mantenían el control en los dos penales, los más importantes de la entidad, pero de lo que sí se sabe es que muchos policías estatales asignados a la vigilancia del Cereso de Juárez, ya piden su cambio a cualquier otro operativo en la entidad, porque han recibido amenazas y consideran que esta prisión se ha convertido en una bomba de tiempo.

Comentan los estatales, que el fin de los privilegios les pegó a todos los grupos delictivos que están recluidos, no solamente a los Mexicles, y que estos ya cuentan los días en que termine la sobrevigilancia, que actualmente hay en el Cereso número 3, con 300 elementos por turno, de los cuales 60 son custodios, 200 policías estatales y 40 de la Guardia Nacional.

Hasta el primero de enero, cuando se registró el asalto al Cereso, la vigilancia estaba a cargo solamente de 60 custodios por turno.