En todo acto político siempre dan de qué hablar algunas presencias y otras ausencias. En el evento público del Tercer Informe de Gobierno en la Plaza de la Mexicanidad, lo más notable fue la participación de la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel.

Ya se sabe que Ariadna hasta residencia tiene en Chihuahua para lo que se pueda ofrecer en el 2027 y nadie desconoce la injerencia política que en todo el territorio estatal pretende ejercer si de los proyectos de la 4T se trata.

Desde el sábado se fue a meter hasta los municipios de Urique y Chínipas, en lo más apartado y profundo de la Sierra Tarahumara, para asistir a la toma de protesta de dos alcaldes morenistas, por lo que no se iba a perder el informe de Cruz, con quien de alguna forma ha construido una alianza política.

Mientras que se deja ver con Pérez Cuéllar cada vez que puede, nadie desconoce que les pone la cruz, tanto a Juan Carlos Loera y Andrea Chávez, senador y senadora que también traen carril y proyecto para correr por el 2027.

Ninguno de los dos estuvo en el informe, Juan Carlos porque anda ya de luna de miel por su boda del sábado (para eso pidió licencia al Senado), Andrea porque anduvo en la discusión de la Reforma Judicial que justo ayer se aprobó como dictamen en comisiones.

Pero si de ausencias se trata, sin duda que la más notable fue la de la gobernadora Maru Campos, sobre todo si hablamos de un evento de informe en el municipio más grande del estado. No hay que olvidar que tampoco Cruz estuvo al inicio de semana en la encerrona que la mandataria sostuvo en Palacio con gran parte de los alcaldes electos.

Se supone que luego de la polarización que generaron las pasadas elecciones se entró a una etapa de cierta conciliación política entre los distintos actores, pero el hecho es que alcalde neomorenista y gobernadora panista, nomás no han podido coincidir.

Por cierto, también llamó la atención que, en la representación de Maru, quien estuvo en la X fue el capitán Centinela, el secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya.

Desplazó Loya a Oscar Ibáñez en la representación, lo que tiene dos lecturas. La primera es que por lo visto Ibáñez finalmente ya va de salida y la segunda que Loya podría empezar a perfilarse como un activo panista para pelear la Presidencia Municipal en el 2027.

El jefe policiaco es juarense aunque se haya formado en la política y en la administración pública fuera de aquí. Hoy la sede de su secretaría está en Juárez y ya tuvo el panista una encomienda como padrino político del Distrito 05 que ganó Xóchitl Contreras el pasado 2 junio. En días pasados sostuvo una reunión en esta frontera en la que ya se habló de ese nuevo proyecto político.

Regresando al Tercer Informe, fuera de Ariadna Montiel, a Cruz le fallaron varios de sus invitados estrella. Se esperaba al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, pero lo más que se consiguió fue un mensajito suyo en video. Lo mismo ocurrió con el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, quien mandó su felicitación desde Alemania, donde andaba en gira de trabajo.

Tampoco acudió la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández, quien mandó en su representación al magistrado juarense Filiberto Terrazas.

La recientemente chamaqueda presidenta del Congreso del Estado, Lizzy Guzmán, sí se hizo presente como cabeza del Poder Legislativo, no nada más porque es morenista, también porque acompañó en toda su gira a la secretaria Montiel, quien toma en primera instancia todas las decisiones de la bancada guinda chihuahuense, sobre la que ejerce control absoluto.

La que no se dejó ver porque se supone que tronó con Ariadna Montiel, fue la dirigente estatal de Morena, Brighite Granados, quien sí pasó lista de presente en la boda de Juan Carlos Loera en La Cité.

Más allá de los supuestos récords y logros que pueden ser debatibles en el contraste con las condiciones de deterioro en que se encuentra la ciudad, en el mensaje político del alcalde Pérez Cuéllar lo más rescatable fue la posición de exigir para el próximo trienio, lo que en justicia presupuestal le corresponde a Juárez.

En ese rubro le deben mucho a Juárez tanto el Gobierno del Estado como el Gobierno Federal, por lo que será interesante ver cómo se articulan las gestiones con la relación político-partidista para que ese pendiente pueda ser factible.

A ver qué significa eso que en su discurso le dijo Ariadna Montiel a Cruz respecto a que “vamos a hacer equipo para trabajar en beneficio de las y los juarenses”.

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Bastante vergonzoso resultó el ejercicio de rendición de cuentas que incluyó la entrega del Tercer Informe de Gobierno de Cruz Pérez Cuéllar en la sesión solemne de Cabildo de este domingo 8 de septiembre.

Ese protocolo se cumplió durante la mañana, antes del evento masivo de la tarde-noche en la X.

Se supone que cada fracción edilicia debe fijar su posicionamiento político en respuesta al documento que por ley entrega el alcalde con el resumen de lo realizado en el año, informe que, por ser el último, incluye el estado de Administración que se deja al final del trienio.

Pero la oposición terminó en caricatura y todas y todos los participantes de las distintas fuerzas partidistas que en teoría están representadas en el Ayuntamiento, se convirtieron en voceros de la Administración crucista. Casi ni le dejan nada por informar al alcalde, de tantos “logros” que enlistaron en sus intervenciones.

En momentos pareció competencia de quién le hacía más la barba a Pérez Cuéllar, particularmente en las intervenciones de las regidoras Tania Maldonado y Karla Escalante. Y no hablaron formalmente a nombre de Morena, ese papel le tocó a quien fue la coordinadora guinda, Ana Estrada, quien se convertirá en la nueva síndica municipal (por cierto, no pasó desapercibida la ausencia en la sesión de Esther Mejía, la síndica saliente).

No podía esperarse otra cosa de la regidora Maldonado, quien llegó por Movimiento Ciudadano enviada a cuidar los intereses de Rodolfo “El Güero” Martínez, y terminó tan crucista que ya fue designada próxima directora de Desarrollo Económico.

Tania movió a la risa cuando dijo que ni siquiera Nueva York o Washington han logrado lo que Juárez: tener su Museo de Juan Gabriel. Dio a entender que, con lo realizado aquí, con apoyo de la Administración municipal (más de 70 millones de pesos del erario para el proyecto privado), al rato le andaremos compitiendo a Londres como la capital mundial de los museos.

Además de echarle porras a Cruz y a la ciudad que es “orgullo del burrito” y al Municipio “donde debe vivir Dios” (andaba muy Juangabrielísima) se dedicó a adelantar algo de lo que tendrá en la mira como próxima funcionaria: que la Administración tome el control del proyecto del Centro de Convenciones, ante el fracaso de los empresarios a cargo del patronato.

Karla Escalante, quien participó a nombre de un desaparecido partido, Nueva Alianza (Panal), tampoco se midió cuando hizo suyo el informe y en cada tema habló de “nuestros logros” y de lo que “hemos impulsado”.

Tan crucista terminó Escalante que va a repetir tres años, pero como regidora de Morena, así que le reconoció a su jefe el liderazgo y adelantó que “bajo su guía, vamos por más”.

Pedro Matus, el coordinador del PT, andaba muy empoderado al destacar en su discurso que con su alianza con Morena “aplastamos a nuestros adversarios”, además de que el partido rojo y amarillo se convirtió en la segunda fuerza en el Ayuntamiento (con 5 regidurías).

Aparte de señalar que en el Municipio “vamos por el camino correcto” tuvo palabras para defender a Cruz de “las calumnias en su contra y la guerra sucia”.

Respecto a las representaciones del PRIAN, apenas fueron esbozadas algunas críticas ligeras, bastante genéricas y hasta temerosas en el caso de la representante del PRI, aunque más sonaron ahí los reconocimientos a la gestión crucista. Ni parecieron discursos de oposición.

Tanto Mireya Porras, la presidenta del PRI local, como Víctor Talamantes, quien habló como coordinador del PAN, fueron así todo el trienio: bastante condescendientes y siempre amarrados por los intereses de sus arreglos políticos y sus negocios.

Porras nomás alcanzó a cuestionar que se haya quedado a deber en la rehabilitación del Parque Extremo y de la Plaza de la X, así como en el tema del bacheo y la pavimentación de las calles; Talamantes enunció el deterioro de la ciudad y la falta de infraestructura, prácticamente sin raspar al alcalde.

Le tocó a Ana Estrada, quien ganó la sindicatura por su trabajo incondicional a Pérez Cuéllar, cerrar con broche de oro las intervenciones de regidores para decir que el alcalde está listo ahora “para encabezar grandes proyectos”, ya que “hay pueblo que lo respalda y partido que lo cobija”.

Así fue la última sesión de Cabildo. Ahora sí que rompió todos los récords de abyección personal y partidista.

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Otro tema interesante se revivió el fin de semana en el Congreso del Estado, cuando se apersonaron en la Torre Legislativa, un grupo de síndicos y síndicas de todo Chihuahua que fueron a recordarles a los diputados una iniciativa que dejaron en la congeladora.

Se trata de la lucha para que se les conceda a las sindicaturas voto directo en el Cabildo, además de autonomía presupuestal.

Fueron 12 los representantes que dijeron hablar a nombre de 64 de las 67 sindicaturas del estado. La panista de ciudad de Chihuahua, Olivia Franco, llevó la voz cantante.

No reventaron sesión alguna como lo hicieron los morenistas que protestaron por la reforma a la Ley de Participación Ciudadana, pero sí llamaron la atención de la nueva Legislatura. Fueron atendidos por la diputada de Movimiento Ciudadano, Alma Portillo, quien se comprometió a dar continuidad a la propuesta archivada en comisiones.

Además de Franco, por ahí se dejaron ver las y los representares de Juárez, Namiquipa, Meoqui, Ahumada Gómez Farías, Guadalupe y Calvo, Batopilas, Nuevo Casas Grandes, Julimes, Coronado y Gran Morelos.

El tema no es menor porque la Sindicatura suele ser ninguneada cuando el titular o la titular no está en sintonía con el alcalde en turno. Eso lo vivió recientemente la síndica saliente en Juárez, Esther Mejía, a quien le bloqueaban cualquier contratación para hacer su chamba, precisamente por depender presupuestal y financieramente de la Administración central municipal.

La verdad es que, si los legisladores le entran al tema, deberían de considerar de una vez la reforma para que la Sindicatura se entregue en automático al partido que es primera minoría en la elección municipal. De poco ha servido y de poco servirá (imaginen lectores qué fiscalización hará Ana Estrada en la nueva gestión de Pérez Cuéllar) cuando el cargo lo ocupa una persona del mismo signo partidista.

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Por más increíble que parezca, comunidades escolares de Ciudad Juárez enfrentan frecuentes conflictos con el suministro de electricidad, energía que es imperativa para el desarrollo de las actividades académicas.

El caso más reciente es el de la escuela primaria estatal Elisa Dosamantes, ubicada en las inmediaciones de la colonia Azteca, donde no se cuenta con el servicio desde que comenzó el actual periodo escolar 2024-2025, es decir, a partir del pasado 26 de agosto.

A lo largo de dos semanas, los estudiantes y personal docente tuvieron que desplegar sus quehaceres académicos sin el apoyo del suministro por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin que hasta ahora se haya alcanzado una solución.

Personal de la misma institución dio a conocer que existe un adeudo del servicio por 400 mil pesos, cuota que debió ser liquidada por autoridades estatales; además, el plantel fue objeto del robo de medidores de la paraestatal federal.

La desesperación por no poder iniciar de forma normal con las clases llevó a padres de familia a tomar las instalaciones e impedir que sus hijos permanezcan en las condiciones adversas que han enfrentado durante los 10 días hábiles de actividades escolares que llevan.

La protesta fue realizada para exigir a las autoridades educativas del estado y a la misma CFE, que resuelvan la problemática que mantiene al edificio de la institución con la imposibilidad de utilizar los equipos de apoyo para la tarea educativa.

Lo peor de todo es que se trata de una problemática que se repite cada año escolar y siempre tardan semanas o hasta meses en poner el remedio, cuando debería ser una prioridad para todas las autoridades involucradas, sean estatales o federales.

En agosto del año pasado, uno de los meses más calurosos, fueron cinco las instalaciones educativas las que estaban sin el servicio: las secundarias 8358 y la 8332, que funcionan en un solo edificio, la primera en el turno matutino y la segunda en el vespertino; la secundaria 8347 y la preparatoria 8401, que están en esa misma situación; así como las primarias Ricardo Flores Magón (2665) y Salvador Martínez Prieto (2349).

El colmo fue que las autoridades educativas se atrevieron a decir que las quejas de esas comunidades eran falsas, ya que sí contaban con el servicio, esto a pesar de que había irrefutables pruebas de lo contrario.