El inminente regreso a clases presenciales en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, programado para el próximo lunes 24 de enero, ha generado una lluvia de comentarios encontrados, que evidencian las dudas, la desinformación o las preocupaciones que existen dentro de la comunidad universitaria.
Tras la publicación del comunicado oficial en la página de la UACJ en Facebook, surgió la polémica en la que maestros, alumnos, así como personal administrativo y operativo participaron, emitiendo más de 2 mil 800 comentarios al respecto.
Una parte de estos comentarios sostiene, en resumen, que resulta inapropiado, por el momento, el regreso a clases presenciales, ya que los contagios por coronavirus se encuentran al alza, mientras que otra parte de la comunidad universitaria tacha de quejumbrosos y llorones a quienes no quieren regresar a los institutos.
También hay quienes sostienen que no les queda otra, que vuelven o los despiden, y quienes sugieren que se adopten modelos híbridos, para que las clases puedan ser tomadas en modo presencial o en línea.
¿Y cómo harán con los alumnos que den positivos a las pruebas de COVID? Deben estar aislados por un tiempo determinado y siendo presenciales las clases las perderán, cuestionó el usuario Omar Hernández.
“Si te contagias de Covid, según debes estar de 7 a 15 días aislado, ¿esos días te los van a justificar o si tienes examen te lo pondrán después? Porque hay profesores que no te querrán justificar las faltas ya que dirán que es culpa de uno que se contagió”, agregó a su vez Erick Vits.
«Lógica de la UACJ: Semáforo verde = clases en línea. Semáforo naranja y medio Juárez contagiado = clases presenciales» (sic), señaló en tono irónico la usuaria Pau Álvarez.
“Alguien que me diga en qué área hay buen internet y espacio adecuado para tomar mis clases remotas que son seguiditas de las presenciales? Por favor y si tienen un mapa del campus de ICB”(sic), pidió a su vez Raquel Casillas.
“Me parece una pregunta justa el saber cómo será para quienes actualmente tienen Covid, ¿van a poder tener permiso para estudiar desde casa, o cómo va a funcionar?”, se leyó en otro de los comentarios.
Como estas, cientos de preguntas deberán de ser resueltas por los directivos de los distintos institutos de la UACJ, antes del retorno presencial a las aulas, por el bien y la salud de sus miles de alumnos.
Además, pueden ver esta situación por el lado amable, porque este es un buen momento para que aprovechen la oportunidad de la interacción con la población estudiantil en las redes, o hasta de abrir un call center donde se despejen todas las dudas que tienen los estudiantes preocupados o temerosos.
………………
Esa incertidumbre por el regreso seguro a clases presenciales también le movió el tapete al dirigente de la Sección 42 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Ever Avitia, quien por fin asomó la cabeza para sugerir a las autoridades educativas no regresar el lunes a la modalidad presencial, ante el alto nivel de contagios que se tiene en la entidad. Hasta que se inclinó por privilegiar la salud y la vida de los docentes y del alumnado.
El tibio líder sindical tuvo que agarrar al toro por los cuernos después de la inconformidad que surgió entres las filas del magisterio, por la orden de regresar a clases presenciales sin considerar la condición de cientos de maestros que están contagiados, o permanecen aislados por tener algún pariente enfermo de Covid.
Ever se había mantenido en modo manso frente a las decisiones del Gobierno del Estado, aceptando y acatando todas las instrucciones sin chistar y sin consultar a las bases.
Por eso, ahora que la inquietud es general, no solamente en la educación básica sino también a nivel universitario, ha salido a decir que se debe analizar bien la situación actual ante la ola de contagios que enfrenta el estado de Chihuahua, para tomar una decisión acertada.
Él mismo está admitiendo que la curva de contagios se mantiene al alza en la entidad (por tanto, las condiciones son adversas) pero no es capaz de sostener, abiertamente y con firmeza, que se opone al regreso a clases presenciales.
………………
Cuarenta y cinco trabajadores de la salud propuestos por el Sindicato Único de Trabajadores Municipales fueron dados de alta ayer. Se trata de enfermeras y médicos que han estado apoyando los programas contra la pandemia del municipio, y forman parte del paquete de 400 empleados que el organismo ha querido sindicalizar sin éxito.
Mucho se ha dicho que los líderes sindicales van por todo y no quitan el dedo del renglón, desde que tal cantidad de plazas quedaron vacantes en la primera administración de Armando Cabada, cuando se modificó el reglamento interno de los trabajadores del Municipio.
Desde entonces, las plazas sindicales no tienen que cubrirse en cuanto quedan vacantes. Por disposición impulsada en el Cabildo, todas las plazas sindicales deben ser autorizadas hasta que se necesiten en el servicio público, no como piezas de negociación del sindicato y mucho menos a capricho del alcalde en turno.
En esta ocasión, los líderes sindicales Raúl Silva Doray y Héctor Cano Villeda van a tener que esperar para negociar la ampliación de las autorizaciones, una vez que se recuperen de los males que los aquejan a ambos.
El primero está hospitalizado en Poliplaza Médica por males distintos al Covid, mientras que el segundo despacha desde su casa por haber resultado infectado con el virus.
………………
Pese a la rescisión del contrato, el consejo de administración de Poliplaza Médica sigue en pie de guerra contra el Municipio, mediante el juicio de amparo que interpuso, y será el próximo miércoles 26 de enero cuando se desahogue la audiencia incidental en el juzgado federal en el que se dirime el asunto.
Originalmente, la audiencia se iba a celebrar el martes 18, pero los abogados del hospital presentaron una fe de hechos levantada por notario público, por la adjudicación directa del nuevo contrato de prestación de servicios médicos a la empresa chilanga Adaca Medical.
Tal recurso hizo que se difiriera la audiencia donde el juez de la causa determinará si otorga la suspensión definitiva a Poliplaza Médica, lo cual podría dejar, de momento, sin efecto el nuevo contrato.
Total, que en este pleito legal los únicos que andan bailando son los 25 mil derechohabientes que, al final de cuentas, solo quieren un servicio de calidad, sin tanta grilla.