“Ya veremos”, dijo el ciego, ahora que el director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto prometió que el Hospital de Especialidades para Ciudad Juárez quedará concluido en tiempo récord de 18 meses.

Formalmente ya se ejecuta la obra desde hace días, pero como el incumplimiento federal caracterizó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador desde el 2018 que prometió los apoyos al entonces gobernador Javier Corral, que no logró levantar ni un ladrillo, ya dudan los juarenses de que en verdad se haga lo que se dice. 

Y si se cuenta la farsa de César Duarte que inauguró un hospital en obra negra y eso con puras paredes en pie, la credibilidad en funcionarios y gobernantes anda por los suelos. Además, tampoco hay que olvidar que eso de las obras eternas ya parece una maldición en Ciudad Juárez.

Sin embargo, no le queda de otra a la administración obradorista, ya que el sexenio acaba el segundo semestre del 2024 y para entonces es que deberá quedar terminado el hospital. O sea, antes de que el presidente se vaya a descansar a su rancho llamado “La Chingada”.

Es de vital importancia porque fuera de ese proyecto y el paquete de apenas 200 milloncillos para cuatro diques de contención de avenidas, la obra pública federal en Juárez ni se conoce. Hay algo proyectado en colectores, pero mientras no haya licitaciones y asignaciones, no deja de existir solo en el papel.

El de especialidades en los terrenos del viejo galgódromo no es cosa menor por el tamaño del hospital que utilizará el puro cascarón heredado por el Gobierno duartista y que requerirá de ejercer y ejecutar un presupuesto de 2 mil 500 millones de pesos, incluyendo 900 millones para puro equipamiento.

Por pura coincidencia, esa que hasta ahorita representa la obra estrella de la administración federal en Juárez, marcó el mismo tiempo de ejecución que la polémica Torre Centinela, el edificio de 20 pisos que en el Centro Histórico se erigirá por el Gobierno estatal como parte de la Plataforma Centinela.

También se trata de la obra que pretende ser insignia en Juárez del Gobierno que encabeza Maru Campos, con una inversión de 4 mil 200 millones de pesos para toda la plataforma, incluyendo los poco más de 600 millones para la pura torre.

¿Se concluirán en tiempo y no se convertirán en otros elefantes blancos? El tiempo corre y los dos proyectos seguirán bajo la lupa de todas y todos para verificar los respectivos cumplimientos.

Nadie duda a estas alturas de la urgencia de un hospital de tercer nivel para Juárez en el esquema público, tampoco de la apuesta por la tecnología y el equipamiento para la seguridad pública, pero lo que no ha terminado de convencer a muchos es la necesidad de destinarle tantos millones a una torre que no necesariamente garantiza resultados contra la criminalidad y la delincuencia.

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Entre que entra y no el “primer primo del Estado” a la Rectoría, desde el Ejecutivo se aprovechó el “inter” para colocar a cuadros duros del PAN en posiciones clave dentro de la Universidad Autónoma de Chihuahua, a la que le dicen “máxima casa de estudios”.

Empezando, claro está, por Georgina Bujanda, la “consentida del Palacio” que ocupó la presidencia del Congreso del Estado a contrapelo de su coordinador, Mario Vázquez Robles, y que ahora despacha como secretaria general de la UACH.

Mientras son peras o son manzanas con Luis Alfonso Rivera Campos, mientras corren los trámites para que termine de una buena vez por rendir protesta como rector, Geo ya está instalada en la segunda silla dentro del rango de poder de la Universidad.

La insistencia de la gobernadora por poner a Bujanda en la rectoría fue motivo de tensiones e incluso de rupturas con grupos que buscaban negociar con el Palacio de Gobierno para propiciar una transición tersa, después del accidentado paso de Luis Fierro por la rectoría.

La ubicación de Geo en una posición clave no fue el único movimiento; también colocaron a Jesús Ignacio Rodríguez Bejarano, “Nachito” para sus cuates del ala más conservadora del PAN.

Poca cosa: lo puso como auditor interno, es decir, como perro guardián, como ojo todo avizor que más tardará en avisarle al rector que a la gobernadora de cualquier movimiento extraño que llegue a detectar.

Nachito era el secretario de Administración del Congreso del Estado, a donde llegó años después de haber pasado fugazmente por la titularidad de la Auditoría Superior del Estado antes de que Javier Corral lo removiera de manera contundente.

Eso, más lo que esté por llegar. Falta que se instale el primo en la Rectoría y, entonces, a esperar cómo se pone el forcejeo con el grupo priista que ha acompañado a Luis Alfonso Rivera desde el inicio de su carrera política. Ahí viene, nos dicen, los amigos de Alejandro Domínguez a cobrar facturas políticas.

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Algo muy extraño ocurrió con las regidoras y los regidores que traían agarrada de partes muy sensibles a la empresa PASA, para que desquitara la millonada que se lleva por recoger, o medio recoger, la basura de los juarenses.

Andaban bien filosas y filosos, con marcaje personal contra la empresa y de pasadita contra la administración municipal, pero de pronto suavizaron su postura y ya ni le quieren atorar al tema de los reiterados incumplimientos al contrato y a las quejas por fallas en el servicio.

Ya no supo Mirone de dónde llegó el jalón de orejas, la untada de mano o la gestión para concederle a PASA al menos el privilegio de la duda, pero el caso es que ya le están dando chance.

O a lo mejor simplemente se resignaron a que PASA siga haciendo lo que le dé la gana, que al cabo ya nada más le queda un añito a su contrato.

Por lo pronto, que los juarenses se sigan aguantando sus corajes cuando PASA.

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A propósito de basura, desecho y otras linduras, seguramente no le gustó al alcalde Cruz Pérez el cochinero que se encontró en la entrada a la ciudad ahora que anduvo de viaje por la ciudad de Chihuahua, allá donde participó en la entrega de los premios de periodismo José Vasconcelos.

Menos si comparó la limpieza en las calles de la capital con las de esta frontera. Apenas regresó de su placeo por Palacio de Gobierno y para la tarde de este jueves ya se anunciaba un operativo más de limpieza para esa zona específica que abarca varios kilómetros de carretera, desde el Umbral del Milenio hasta el distribuidor vial del 20.

Esa será la segunda vez que se limpia el mismo tramo. No fue suficiente, menos con el tiradero que siguen haciendo los camiones de PASA en su recorrido al relleno sanitario. El nuevo operativo se realizará la mañana del sábado 22 de octubre.

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Muy poco le duró el gusto a Martín Chaparro para asumirse como presidente “legal” del partido  Morena a nivel estatal.

Era puro afán de molestar al equipo loerista, ya que el asalto de Chaparro para no soltar la oficina de la presidencia que ganó el mes pasado Brighite Granados De La Rosa, se basaba únicamente en un formalismo procedimental.

El caso es que finalmente el Instituto Estatal Electoral envió oficio al partido Morena reconociendo a Brighite como presidenta, luego de que el instituto político cumplió los procedimientos legales.

El documento lo firmó la presidenta del IEE, Yanko Durán, la misma que había declarado a medios y avalado respuestas de solicitudes de información señalando que para el organismo, el presidente era Chaparro, de lo que se agarró el exdirigente para armare su circo.

De pasada, se validó ya a todo el Comité. Así que ahora ya pueden decir que sus cargos cuentan con todas las de ley, el secretario general Omar Holguín Franco y las y los titulares de las siguientes carteras: Finanzas (Ana Laura Contreras), Organización (Kevin Mares Vázquez), Comunicación (Javier Zubía Ramírez), Formación Política (Luisa Rey Mendoza) y Mujeres (Valeria Cruz Armendáriz).