Durante el homenaje que le rindieron a la Policía Municipal Gloria Elena López Álvarez, quien murió en el cumplimiento de su deber cuando trató de evitar un asalto a mano armada en una tienda de conveniencia, fue evidente la ausencia de las Fuerzas Estatales, Federales y de la Fiscalía General del Estado.

Solamente se vio en la ceremonia a un mando medio de las Fuerzas Estatales, de apellido Parada, pero a nadie más, ni de la Guardia Nacional, ni de la agencia estatal de investigaciones y mucho menos de la Fiscalía General de la República.

Mirone no quiere pensar que otra vez que hay celos en los mandos de las corporaciones, puestos de manifiesto en este tipo de eventos, que debería unirlos y solidarizarlos, porque se trata de la muerte de una valiente policía que se la rifó en servicio.

Los protocolos básicos del servicio policial obligan a la solidaridad, sin importar grados, siglas, colores ni jurisdicciones, cuando un elemento de los cuerpos de seguridad es abatido.

En el caso de Gloria Elena, que, con 10 años de servicio en la Policía Municipal, murió a los 40 años de edad en cumplimento de su deber, enfrentando con valor a los delincuentes, lo menos que se esperaba es que estuvieran todos los mandos de las fuerzas estatales y federales que participan en operativos de seguridad en Juárez.

Nada justifica que hayan dejado solos al secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz y al alcalde Cruz Pérez Cuéllar, porque se trataba simplemente de honrar a quien dio su vida, un homenaje que en nada los comprometía.

Podrán tener muchos pretextos para justificar su ausencia, pero ninguno para explicar entre las filas de sus corporaciones que realmente les importan sus elementos y lo que les pueda pasar.

Mirone considera que el respeto que merecen los elementos que caen en servicio no admite grillas ni celos, y mucho menos divisiones, en tiempos donde la violencia e inseguridad que golpea a la población reclama que todos los cuerpos policiacos trabajen en un solo frente, no solamente que lo aparenten.

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Lamentable la muerte de la jirafa Modesto que dio alegría a miles de niños, adolescentes y adultos desde el 2001 en que llegó a Juárez y se convirtió en la mascota del Parque Central.

Un infarto terminó con la vida de este hermoso ejemplar que trajo a Juárez felicidad y dejó miles de anécdotas entre las familias fronterizas y de quienes la conocieron de niños y que ahora, 21 años después, la despiden siendo mayores de edad.

Su muerte tomó por sorpresa a los juarenses, pero sobre todo al despistado subsecretario de Desarrollo Humano y Bien Común del Estado, Sergio Acosta Liceaga, quien dijo que no saben qué van a hacer, si sepultarla en el parque construyéndole un memorial o incinerarla, aunque está muy grande y no habría un horno de su tamaño para hacerlo.

Pero donde no se midió el curiosito corralista, fue cuando dijo a los medios que es la primera vez que se les muere una jirafa y que no estaban preparados para decidir el procedimiento a seguir.

Su inocente respuesta sonó más a ignorancia que a otra cosa, porque no se necesita tener un cementerio de jirafas para saber que la popular mascota de Juárez merece un sitio digno donde descansar y ser visitada, por quienes disfrutaron su compañía, le dieron de comer y se tomaron miles de fotos con ella.

Elemental, mi querido Watson. No se necesita que el Congreso lo decrete o que un consejo de sabios lo decida. Murió el animal más querido de Juárez y debe ser despedido por los juarenses con cariño y respeto.

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El 26 de junio se realizará en esta frontera la primera convención estatal de Morena, que más que nada, será una demostración del músculo que ese partido tiene en Chihuahua.

Para tal evento, la dirigencia estatal ha programado la visita del columnista y fiel seguidor de la 4T, John Ackerman, quien participará con una conferencia.

La convención se realizará el último domingo de este mes en el centro recreativo Las Fuentes a las 10 de la mañana.

La invitación que circula en las redes menciona la participación de los comités de base de Morena de los municipios de Chihuahua.

Llama la atención que, en lugar de alguno de los dirigentes nacionales de Morena, figure como invitado el polémico académico de origen estadounidense nacionalizado mexicano, que en el 2020 generó una discusión subida de tono en las redes, cuando lanzó un tuit comparando al narcotráfico con el periodismo que ha sido crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El tuit decía: “Los sicarios del narco son la contracara del sicariato mediático”, lo cual provocó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la organización Reporteros Sin Fronteras condenaran sus palabras.

Habrá que ver si para esa fecha ya se reconciliaron el delegado federal Juan Carlos Loera y el dirigente estatal de Morena, el profe Martín Chaparro, que en los últimos días andaban con la espada desenvainada… pero sin filo.

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La caída de un niño de un juego mecánico de la Feria de Santa Rita que lo tiene hospitalizado, debe ser un llamado de atención para las autoridades de Protección Civil de esta frontera, cuando está por comenzar la Feria Juárez y deben ser revisadas las condiciones de seguridad de todas las instalaciones, así como la capacidad de los empleados que se encargarán de operarlos.

No basta con que los concesionarios de los juegos aseguren que sus equipos y estructuras son seguras, si no existe una revisión previa con expertos, que deben emitir un dictamen público del estado en que se encuentran y los riesgos que implican.

Si la operación de juegos mecánicos es una actividad tradicional de las ferias, porque forma parte de la cultura popular de diversión, en consecuencia, debería estar reglamentada y regulada con normas estrictas que garanticen la seguridad del público que los utiliza.

La Feria Juárez comenzará el 9 de junio, con 43 atracciones mecánicas que incluye una gigantesca rueda de la fortuna de 45 metros de altura, que supuestamente trajeron de Italia.

Pero independientemente de la “nacionalidad” de la rueda de la fortuna y sus credenciales internacionales de diversión, para público europeo, su instalación y operación debe cumplir con un protocolo estricto que no deje el mínimo margen al error humano o a la falla mecánica.

El accidente de Chihuahua fue atribuido a la irresponsabilidad del operador del juego, que puso en marcha el motor del mismo sin haber asegurado la puerta del carrito donde se pasearía el niño.

Eso habla también de improvisación del personal, que por lo general son chalanes de los “ferieros” que carecen de preparación técnica y de primeros auxilios. En el 2019, una mujer cayo de un juego conocido como El Péndulo, en la colonia Finca Bonita, de esta ciudad, cuando el arnés que la sostenía se rompió y al tocar piso, fue golpeada por la enorme estructura que seguía en movimiento.