Le cayó el chahuistle al exgobernador de Chihuahua César Duarte cuando Ernestina Godoy cumplía apenas cinco días en la silla principal de la Fiscalía General de la República (FGR), en sustitución de Alejandro Gertz Manero. Fue la mismísima Godoy quien pregonó la detención del exgobernador en sus redes sociales, donde difundió el comunicado oficial de la FGR.

Muy confiado andaba el ballezano porque ni a la Fiscalía General del Estado ni al Poder Judicial de Chihuahua se les veían ganas de enjuiciarlo, pero ayer el campanazo lo dio la FGR, instancia que pidió orden de aprehensión por su probable responsabilidad en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Todavía falta conocer los detalles del caso o de la carpeta de investigación por la que será llevado ante la justicia federal. Lo único que queda claro es que se trata de una vía distinta a los delitos de peculado y asociación delictuosa que habían permitido su extradición de Estados Unidos, y por los cuales se le había abierto causa penal a nivel estatal.

“Los hechos, materia de investigación en contra de César ‘N’, son por su probable intervención como servidor público en Chihuahua en un esquema de lavado de dinero, en el que pretendió ocultar recursos de procedencia ilícita desviados de las arcas estatales, utilizando para ello el Sistema Financiero Mexicano”, estableció el comunicado oficial de la FGR.

En los hechos, la FGR le está arrebatando a Duarte a la Fiscalía General del Estado y eso pudo lograrse luego de tramitar, ante el Gobierno de los Estados Unidos de América y desde el 4 de octubre de 2024, la autorización para poder procesarlo por un delito distinto a los de peculado y asociación delictuosa.

La autorización fue concedida el 4 de diciembre de 2025, aunque la orden de aprehensión había sido emitida desde el 16 de mayo de 2024 por el juez de control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México, con residencia en Almoloya de Juárez.

Como la FGR habla de lavado de dinero y uso del Sistema Financiero Mexicano, bien podría tratarse de la primera denuncia que se presentó a nivel federal en contra de Duarte respecto al desvío de unos 100 millones de pesos para la constitución del Banco Unión Progreso.

En 2014 se detectaron 342 transferencias del Gobierno del Estado de Chihuahua hacia el Banco Unión Progreso, donde se contabilizaron al menos 80 millones de pesos en pagos que salieron desde la Secretaría de Hacienda.

La asociación Unión Ciudadana, liderada por Jaime García Chávez, fue la que detectó las irregularidades y las denunció ante la Procuraduría General de la República (PGR), ya que la Fiscalía General del Estado no inició investigación alguna sobre el presunto desvío de recursos públicos al banco.

Durante la gestión de Javier Corral, y estando todavía Enrique Peña Nieto en el Gobierno Federal, el caso se había cerrado por parte de la FGR, pero logró reabrirse por la vía del amparo. Y por lo visto, ahí se había quedado pendiente hasta ahora, si es que se confirma que se trata de esa investigación la que retomó la nueva Fiscalía de Ernestina Godoy.

No hay que olvidar que a Duarte se le habían abierto 20 causas penales en el plano estatal y una más en el federal, en materia electoral, relacionada con la retención de una parte del sueldo que se hacía a empleados estatales para financiar al PRI. En las siguientes horas se irá conociendo más información sobre el caso que lo regresó a prisión.

La publicación de Ernestina Godoy no fue un simple trámite informativo. Se apropió del anuncio, lo llevó a su propia voz y lo convirtió en un mensaje político en sí mismo. Entre líneas dejó ver que este caso —y quizá otros que parecían archivados— ya no se moverán al ritmo de la comodidad institucional, sino al compás que ella decida imprimirle a su encomienda contra la corrupción.

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Muy buen chismarajo se traen por terrenos de la Presidencia Municipal, particularmente en las áreas de la Secretaría del Ayuntamiento, donde parece que se soltó el Grinch en esta temporada decembrina.

Resulta que el director de Derechos Humanos, Santiago González, se tomó muy a pecho el discurso de austeridad de la 4T y está convencido de que no hay que gastar tanto dinero público en fiestecitas.

No anda muy errado el pupilo del profe Martín Chaparro: bastante dinero de los juarenses se distrae en el confeti para los propios empleados municipales, y eso no le gusta tanto a la gente.

Así que en Derechos Humanos no hay posada oficial, tampoco en la Secretaría del Ayuntamiento ni en la Dirección de Gobierno. Puede que alguna otra área más de la Secretaría se haya sumado al ejemplo de Santiago, luego de que el secretario Héctor Ortiz le compró la idea.

Claro que la decisión no cayó bien al personal, acostumbrado a la tradición que prácticamente no se salva en ninguna dependencia de ningún nivel de Gobierno. Todo mundo espera su posada, bien cargadita de regalos. A lo mejor por ahí fue donde el tema hizo ruido al director de Derechos Humanos, quien consideró que ha habido excesos en el gasto público.

Las grillas están a todo lo que dan en algunos de los departamentos y direcciones de la Secretaría del Ayuntamiento y en varias áreas que orgánicamente le reportan al despacho de Héctor Ortiz en el primer piso de la Presidencia Municipal.

La principal bronca es que no es pareja la cosa y otras dependencias —prácticamente todas las demás— siguen con la misma tradición. Los empleados de Derechos Humanos, de la Dirección de Gobierno y de la Secretaría del Ayuntamiento (al menos) se han quedado como el chinito: nomás mirando, mientras sus compañeros burócratas se dan vuelo en sus respectivas posadas.

Por cierto, mientras el secretario Ortiz Orpinel dejó sin posada a los empleados de su área por cuestiones de austeridad, su esposa, la magistrada Angélica Mendoza, anda organizando fiestas decembrinas cada fin de semana para aportarle al proyecto político en el que ambos traen participación de primera fila.

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Nadie bajó del macho a Marco Licón Barraza y ayer avanzaron los protocolos para que se convierta en director ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), luego de la estrepitosa caída de Sergio Nevárez.

La grilla estuvo buena todo el fin de semana, cuando anduvo circulando el antecedente de la salida de Licón de la dirección general del Cobach por el caso del negocio de los uniformes escolares, pero por lo visto la libró y apareció hoy en la terna que presentó el Consejo de Administración que sesionó este lunes.

Se supone que ahí se armó la lista, aunque ya se sabe que en estos menesteres todo llega planchado desde Palacio de Gobierno, tal como pasará en el Consejo de Administración de la Junta Central de Agua y Saneamiento, instancia que sesionará el 15 de diciembre para ponerle fin al protocolo y concretar la decisión tomada previamente.

Para cumplir la norma, se integró la terna, acompañando a Licón Barraza, como propuesta, la coordinadora de Comunicación Zona Norte, Amparo Beltrán, y el delegado de Coesvi, Óscar Lozoya. Ya saben ambos que no va por ahí la cosa, pero la deferencia también cuenta y con gusto recibieron la distinción, en reconocimiento al trabajo realizado en sus respectivas áreas, además del signo de confianza dentro del equipo.

Tan armado está ya todo, que supo Mirone que el recaudador Raúl García Ruiz —uno de los que siempre levantó la mano para ese cargo— ya anda organizando algún encuentro del equipo para darle calorcito y la bienvenida a Licón Barraza.

Ya nomás queda esperar a que llegue el día 15. Por lo visto, dos que tres funcionarios de la JMAS se van a ir a festejar las navidades con la incertidumbre de si tendrán o no trabajo en la dependencia para el 2026, por aquello de que vendrá una limpia y un nuevo equipo.

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Donde se aventaron otra jugada política muy interesante es en la Presidencia Municipal, con su conexión al Partido Verde.

El Verde es presidido por Alejandro Pérez Escalante, hijo de Alejandro Pérez Cuéllar, quien es hermano del alcalde Cruz Pérez Cuéllar y diputado federal siglado por el Verde e impulsado por la alianza con Morena.

El caso es que, para los proyectos del 2027, se sigue apuntalando la estructura del PVEM y ayer se hicieron públicas las adhesiones de dos figuras crucistas.

Nos referimos a la exregidora por el PAN, Alma Arredondo, y a la exdiputada también por el PAN, Laura Marín.

Desde los tiempos campañeros ambas se apostaron por el proyecto de Cruz y, al ganarse la alcaldía, fueron integradas al equipo municipal. Alcanzaron cargos importantes: Alma es la titular de la Dirección de Atención y Bienestar Animal (DABA) y Laura del Sistema Municipal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes de Ciudad Juárez (Sipinna Juárez).

Ya las hacía Mirone como neomorenistas con camiseta bien guinda, pero la noticia es que ayer amanecieron con chaleco verde, que al cabo la 4T también es de ese color. Las dos hicieron publicaciones en sus redes para anunciar su adhesión al PVEM.

“En lo personal, inicia un nuevo comienzo: PVEM porque creo firmemente en las herramientas que pueden aportar los partidos políticos cuando se enfocan en mejorar nuestro entorno y generar cambios reales. Oficialmente soy Verde y lo hago con la misma pasión, entrega y esperanza que me han traído hasta aquí”, compartió Alma Arredondo, en una extraña publicación en la que primero informó de sus logros como funcionaria y luego anunció su decisión política personal, etiquetando a Alejandro Pérez Escalante (dirigente local) y Octavio Borunda (dirigente estatal). Además de la foto con su chaleco verde, agregó otra con su jefe de la Presidencia Municipal, Cruz Pérez Cuéllar.

Laura Marín también hizo su publicación, casi de manera simultánea.

“Reafirmo mi compromiso inquebrantable para trabajar por el bienestar de nuestra comunidad, impulsando acciones concretas que beneficien a las familias. La vida está llena de cambios, y eso es positivo cuando lo que se busca es el bien común desde la trinchera que se esté; en ese sentido, Alex Pérez Escalante está liderando el PVEM con esa visión. Agradezco enormemente a Alejandro Pérez Escalante por sumarme a su proyecto y fortalecer esta causa común”, compartió la abogada expanista.

Las dos lucieron sus cachuchas verdes bien puestas para lo que venga en el 2027. Ahí están los proyectos del mismo equipo corriendo de manera simultánea, tanto por la alcaldía como por la gubernatura.