Mucha inconformidad en la comunidad universitaria de la UACJ generó la virtual designación de Jesús Meza Vega como próximo director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA).
Por ningún lado se le ve el perfil y la experiencia para asumir una responsabilidad de dirección académica y administrativa en un instituto del tamaño y la trascendencia del ICSA, sostienen distintas voces que hicieron llegar a Mirone su preocupación y molestia.
El cuestionamiento no es menor, porque, ¿cómo se puede justificar la designación si Meza Vega ni siquiera ha coordinado algún programa académico u ocupado la jefatura de un Departamento en el ICSA?
Meza es docente de tiempo completo en Derecho y al mismo tiempo tiene el cargo de coordinador de Comunicación Universitaria, donde funge como vocero y responsable de la comunicación social, luego de que por bastante tiempo ejerció el periodismo y la conducción de noticias en diversos medios de comunicación.
A eso se limita su experiencia, pero nada tiene que ver con la sensible labor de articular la conducción y los planes académicos de áreas tan importantes y especializadas como la Economía, Finanzas, Sociología, Comercio Exterior, Seguridad, Psicología y todas las carreras que además de Derecho, se imparten en los Departamentos del ICSA, junto a múltiples programas de posgrado.
Es monumental la tarea para encabezar todos los esfuerzos docentes en las Ciencias Jurídicas, Administrativas, Sociales y Humanidades, de ahí que se demande un perfil adecuado para liderar ese reto en el que se pone en juego el futuro no únicamente de la Universidad, sino de la ciudad misma.
El tema de la eventual designación lleva a otra preocupación de fondo, tanto adentro como al exterior de la UACJ, en torno a la futura gestión de Daniel Constandse como rector.
Nunca será buena señal que se privilegien amiguismos o pago de cuotas en lugar de los mejores perfiles, que por su formación y expertise garanticen el prestigio de la institución y su calidad académica.
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El Consejo de Movilidad de Ciudad Juárez puso el dedo en la llaga cuando cuestionó a qué autoridad corresponde desaguar los pasos a desnivel que se inundan cada vez que llueve.
Se dejó que el agua baje sola ahí en el eterno charquito de la avenida Insurgentes y por eso la pegaron de gritos los representantes ciudadanos que piden acciones inmediatas para recuperar la ya de por sí complicada movilidad.
Ninguna autoridad o corporación municipal, tampoco estatal o descentralizada se dejó ver, menos las de carácter federal, instancia que poco se involucra y poco tiene qué ver con los asuntos de la ciudad.
Esa falta de acción y de coordinación que ocurre con la infraestructura vial inundada, se replica en una problemática de mayores dimensiones e implicaciones, pero que también se vincula con el riesgo que representan las lluvias atípicas, las corrientes violentas y las inundaciones.
Nos referimos a la atención de los diques y vasos de captación que son parte de la infraestructura pluvial, y a las medidas que hay que tomar y las obras que hay que realizar en torno a cualquier cuerpo de agua y los arroyos que cruzan la ciudad, para garantizar la seguridad de la población.
Ya vimos que las consecuencias de las crecidas son fatales, tal como ocurrió el viernes pasado, cuando el arroyo Tapioca convertido en calle, arrastró al estudiante del Conalep, Rafael Antonio Rodríguez.
Se presenta ahí un traslape de responsabilidades y funciones que todo lo deja en el limbo, mientras que la ciudad se vuelve cada vez más vulnerable porque faltan obras de contención y varios de los diques existentes son inservibles al perder su capacidad por azolve, invasiones, obstrucción, falta de mantenimiento o daños estructurales.
Esa cuestión tan central para resolver de fondo la problemática fue incluso advertida desde hace años por académicos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez que propusieron la creación de un ente especializado en vigilar y mantener toda la infraestructura hidráulica, incluyendo los diques.
Ahí quedó la propuesta formal de esa entidad similar a una que opera en El Paso, Texas, pero como muchos otros proyectos, se archivó en pasadas administraciones.
“Necesitamos reformar las leyes para crear un ente que sea el responsable de vigilar todo esto, y que se coordine con el Estado, la Federación y el Municipio, con quien toque, pero que al final, ellos sean los responsables de mantener todo en orden y funcionando”, explicó en su momento el investigador de la UACJ, Felipe Adrián Vázquez Gálvez, quien fue parte del equipo técnico que participó en la elaboración de los proyectos técnicos de cinco diques urgentes, algunos de los cuales ya están en construcción.
Aunque su función principal sería la del mantenimiento, también tendría la posibilidad de trabajar con Protección Civil, en los asentamientos y zonas de riesgo.
La elaboración del proyecto se financió por el Banco de Desarrollo de América del Norte, y fue presentado a los regidores durante la administración de Armando Cabada; sin embargo, hasta ahí llegó.
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Ya que hablamos de responsabilidades, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) difundió un comunicado aclaratorio sobre lo comentado aquí y publicado en distintos medios, respecto al accidente de tránsito que una obra en ejecución generó sobre la avenida Ejército Nacional, por falta de señalización.
La zanja abierta a la altura de la Valentín Fuentes la dejó la empresa Drillco Perforaciones Profesionales, contratada por una plaza comercial ubicada en ese sector, de acuerdo con la JMAS.
“Al respecto, la Junta de Agua y Saneamiento de Juárez aclara que dicha obra no corresponde a nosotros y que si estaba señalizada o no, es responsabilidad de la firma que realiza la obra y no de este organismo operador”, especificó.
A la plaza comercial, la JMAS le expidió la factibilidad CF-FTB-246/22 y le exigió instalar una línea de 10 pulgadas de diámetro por la calle Camino Viejo a San José, la cual se conectará a la altura de Ejército Nacional y Valentín Fuentes.
“Todos los trabajos que se realizan en ese punto fueron contratados por la plaza comercial con la compañía, la cual es la responsable de señalizar los puntos de trabajo. A través de un oficio, la JMAS solicitó a la plaza comercial que proceda a tapar dicha zanja para evitar más accidentes en ese punto”, agregó el organismo operador.
De pasada, la JMAS desmintió a la Coordinación General de Seguridad Vial del Municipio, que en su peritaje sobre el accidente señaló que la obra en proceso era responsabilidad de la instancia estatal.
Hasta ahí la aclaración de la JMAS. Lo que también quedó claro es que sigue sin existir la debida coordinación entre las distintas instancias para que terceros o particulares cumplan todos los lineamientos cuando realicen obras en la vía pública.
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La nueva Legislatura se estrenó con sesión interrumpida por la protesta del grupo Los de Abajo Organizados en contra de la reciente aprobación de la reforma a la Ley de Participación Ciudadana que endureció los requisitos para la revocación de mandato.
El contingente morenista terminó por reventar la sesión, cuando el Grupo Parlamentario del PAN optó por abandonar el recinto legislativo. Ya no volvieron los azules que se encabritaron por el “desorden” y no hubo quórum para reanudar la sesión.
La nueva presidenta del Congreso, la morenista Lizzy Guzmán, no logró que se aquietaran las aguas. Mientras permanecieron en el interior, Los de Abajo Organizados se dieron vuelo condenando la reforma que se votó desde la semana pasada, antes de que entrara la actual Legislatura.
No faltaron ahí las pancartas en contra de la gobernadora Maru Campos. Se supone que los inconformes no son afines internamente de los integrantes morenistas del Congreso del Estado, pero se lanzaron a la manifestación con la idea de que una vez que se reconfiguró la Legislatura, se le pueda dar marcha atrás a la reforma con otra iniciativa.
Mientras lo anterior ocurría en Chihuahua, en San Lázaro tampoco se pudo instalar la sesión en que se discutiría la Reforma Judicial, por las protesta que en la Ciudad de México realizaron trabajadores del Poder Judicial. Para abordar la iniciativa, la sesión se tuvo que llevar a una sede alterna.
A ver qué tan agitadas amanecen hoy las aguas.