Después de una noche de corridos, escuchando en primera fila a los Tigres del Norte en la Plaza de la Mexicanidad, en compañía del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, el senador Ricardo Monreal hizo interesantes revelaciones ayer en entrevista con Norte Digital.
Aunque no mencionó a Juan Carlos Loera, dijo que Cruz Pérez Cuéllar hubiera sido mejor candidato a gobernador. “Me atrevo a decir que hubiera ganado”, dijo el líder de Morena en el Senado de la República.
Monreal Ávila tuvo palabras de reconocimiento para el alcalde fronterizo y adelantó que en los años que le restan al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, apoyará a Juárez porque ha sido una ciudad históricamente maltratada.
Al asegurar que el presidente le tiene aprecio a Cruz y que pronto anunciará programas de apoyo para la ciudad, añadió que desde el Senado también lo están respaldando con gestiones ante las diferentes secretarías, para impulsar la frontera con mejores presupuestos.
El líder de Morena en el Senado admitió que no está en el ánimo de AMLO como presidenciable, porque no pertenece a su club, pero mostró institucionalidad por los 24 años que lo ha acompañado en sus luchas y dijo que continúa con sus aspiraciones de ser el candidato de Morena en el 2024, porque tiene el respaldo de la experiencia.
Admitió que la opinión del presidente pesa mucho, pero pese a que no lo menciona en la lista de los presidenciables, se considera el mejor sucesor para continuar sus políticas públicas y profundizar la vida democrática.
Por lo mismo, descartó que se vaya a confrontar, porque está luchando a la buena y nadie puede sentirse ofendido.
Lo que sí criticó el zacatecano fue a Morena como partido político, porque dice que no se ha renovado y siguen las grillas y pleitos internos.
En pocas palabras, dijo que Morena no existiría sin Andrés Manuel, porque él es el que convence a los ciudadanos para fortalecer al partido.
Otra confesión importante que nos hizo fue cuando admitió que las elecciones presidenciales del 2024 no serán un día de campo, como muchos morenistas dicen, porque considera que habrá una oposición real con competencia real, simplemente porque el presidente ya no estará en la boleta.
A ver cómo reaccionan los cibermorenos ante una exposición tan franca, de alguien que está en la primera línea del morenismo nacional y admite las fortalezas y debilidades de la 4T rumbo al 2024.
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En principio, es buena la medida dispuesta por la gobernadora Maru Campos para que los agentes de Vialidad del Estado no detengan a mujeres conductoras, y menos durante la noche, pero mala la señal que manda a la opinión pública, porque deja a todos los varones de la corporación en calidad de potenciales violadores.
Esta es la opinión de activistas defensoras de los derechos de las mujeres en Juárez, que consideraron muy sana la instrucción de que únicamente oficiales mujeres puedan detener y multar a cualquier dama que haya cometido una infracción de vialidad.
Esto se dio como resultado de los casos de violación denunciados en la capital del estado, que terminaron con la aprehensión de un agente de la Policía Vial de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Tras la rabia que el caso desató en todo el estado, la gobernadora puso en marcha el jueves el programa Juntos por la Seguridad de Todas, donde le leyó la cartilla a toda la tropa de la Policía Vial y dictó los nuevos protocolos.
En atención a estos, de ahora en adelante ningún varón puede detener a una mujer sea cual sea el motivo de la infracción. Para hacerlo tendrán que solicitar la presencia de una oficial mujer y hasta entonces se podrá proceder.
La medida, para comenzar, rompe con el principio de autoridad, porque se prestará para que delincuentes infractores se escuden en mujeres como cómplices para transitar sin riesgo de ser detenidos.
Pero lo más grave, es que mide con la misma vara a todos los elementos masculinos de la corporación y los pone en el nivel de potenciales violadores.
En otras palabras, les dicen: ustedes los oficiales hombres no pueden detener mujeres porque representan un peligro.
Mejor medida hubiera sido que ordenara una limpia general, comenzando con una rigurosa auditoría de todo el personal operativo, desde exámenes de confianza, psicológicos, y antidoping, hasta la revisión de sus hojas de servicio que revelen faltas, omisiones, tendencias o psicopatías sexuales.
Con eso hubiera bastado para meterlos en cintura y no denigrar la imagen de toda una corporación, donde están pagando justos por pecadores.
El cero tolerancia contra abusos a las mujeres, que es el objetivo final de esta medida, debería aplicarse también, en calidad de urgente, a las fiscalías especializadas en este género, que no avanzan en cientos de investigaciones de delitos que nunca resuelven, sobre todo los feminicidios, porque nadie les exige ni les mide el trabajo.
Cuando ello ocurra, entonces podremos hablar de un Gobierno que pone atención y remedio a la violencia contra las mujeres, y no de uno que solo aplica soluciones parciales, como mejorales para atender el cáncer.
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Muchas irregularidades están saliendo de las contrataciones y compras que se hicieron para construir y equipar la nueva Academia Municipal de Policía Benito Juárez, en la administración del tristemente célebre Divino Armando.
La Academia fue presupuestada con un costo de 150 millones de pesos en el proyecto original, y comenzó a ser construida en septiembre del 2019.
Dos años después, cuando fue inaugurada en el 2021, la obra había llegado a los 380 millones de pesos, aunque oficialmente Cabada y su pandilla solo admitieron que se gastaron 286 millones.
Para completar el recurso faltante, el Municipio echó mano de partidas de reservas de los recursos de jubilados y pensionados.
Las asignaciones directas que han detectado en las compras realizadas a unos cuantos proveedores de sus confianzas, cuyos nombres pronto comenzarán a ventilarse, evidencian los sobreprecios que tuvieron que aplicar en cada compra para pagar los moches, que fueron la marca de la administración cabadista.
Aunque la plataforma de transparencia no aporta información solicitada sobre la obra, por supuestos motivos de seguridad, la sindicatura ya encontró la punta de la madeja y todo indica que, al igual que las transas que detectó en la renta de patrullas, doña Esther Mejía irá hasta el fondo, tope donde tope.