A puerta cerrada -como últimamente suelen tomarse muchas de las decisiones al interior de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac)-, el pasado martes 13 del presente se llevó a cabo el cambio de mandos en el Consejo Local de este importante organismo empresarial.

En sus orígenes, en el ya algo lejano año de 1996, la Fechac surgió como una iniciativa del empresariado estatal para impulsar proyectos de beneficio social, buscando mejorar la calidad de vida de las personas.

No obstante, durante la gestión de los mandos del consejo saliente, los cuestionamientos se hicieron presentes, desde que la Auditoría Superior del Estado diera a conocer el Informe Individual de Auditoría Especial Forense de diciembre de 2021, donde se señaló la detección de una serie de irregularidades y conflictos de interés en la revisión de la Cuenta Pública 2020 de la Fechac en Juárez.

Irregularidades referentes a la construcción de un Banco de Alimentos que debió estar concluido desde mucho tiempo atrás, y donde -de acuerdo a la mencionada auditoría- hubo elementos que confirmaron la existencia de “chanchullos” y de un indebido beneficio económico para unos cuantos integrantes del Consejo de Gobierno, y del Comité de Construcción formado para vigilar y supervisar el proceso.

En pocas palabras, no sólo se permitió una flagrante violación a los principios establecidos por el Código de Ética de la fundación, sino que se toleró un juego de intereses que, ahora, con el reciente cambio de mandos, deberá corregirse.

Reto grande sin duda el que tiene el recientemente electo presidente del Consejo Local de Fechac, Juan Carlos Orrantia, para lavar la cara de un proyecto que nunca debió ser contaminado por evidentes conflictos de interés de quienes, se suponía, debían de cuidar que todo se condujera bajo los más estrictos principios éticos de la fundación.

Entre los propios integrantes de la Fechac, uno de los comentarios que se repiten -a nivel interno, por supuesto- es que el organismo requiere de una “urgente limpia” que, incluso, debe alcanzar suciedades existentes a nivel estatal. Así de mal se ve desde las propias entrañas de Fechac.

Sí, se dice que la ropa sucia se lave en casa. Peeeeeeeeroooooo… por el momento algo de esta suciedad sigue empañando la imagen de un organismo que -repetimos- tuvo un noble y digno desempeño en sus orígenes.

Una labor que la nueva directiva está obligada a retomar a cabalidad para poner distancia y no manchar las cosas que -en contraparte- sí se han hecho bien, pese a todo. ¿Será?

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Aunque las autoridades de salud de México y los investigadores de la UNAM ya la describen como la sexta ola de Covid-19 en el país, que incluso tiene al estado de Chihuahua en primer lugar de todas las entidades del norte, por el número de contagios, el Consejo Estatal de Salud sigue desestimando la gravedad del problema, pues no consideran importante volver a usar el cubre bocas en sitios cerrados, porque se trata solamente de un “repunte”.

Repunte, sexta ola o rebrote, como se le quiera llamar, el problema del aumento de contagios es real y se ha multiplicado hasta alcanzar los 59,720 nuevos casos, con 285 muertes, en los últimos 28 días en todo el territorio nacional, de acuerdo con el monitoreo global de la Universidad Johns Hopkins. Para tener una idea de ese repunte, el 5 de diciembre se tenía el registro de 19 mil 134 casos en todo el país.

En base a ese mapa con registro en tiempo real, el estado de Chihuahua tuvo un repunte de 974 nuevos casos en la última semana, pues subió de 1,797 a 2,771 personas contagiadas, desde el 6 de diciembre hasta ayer.

Esta incidencia es alarmante, aunque lo nieguen los burócratas de la salud, y mantiene a Chihuahua arriba de los estados del norte: Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Coahuila y Baja California y entre los 5 más contagiados del país, junto con Quintana Roo, Yucatán, la Ciudad de México y Sonora.

De acuerdo con la UNAM, lo grave de la nueva ola de contagios es la circulación simultánea, con otros virus y enfermedades respiratorias, por la temporada invernal, además de las subvariantes del Covid que la Secretaría de Salud Federal ha detectado.

Por todo ello, resulta incomprensible y contradictorio, por no decir más feo, que el Consejo Estatal de Salud no haya recomendado cuando menos el uso de cubre bocas en sitios cerrados y en el servicio de transporte de pasajeros, pese a que el pasado 7 de diciembre admitió la seriedad del problema y anunció una serie de medidas, entre ellas el arranque de una campaña de orientación, que hasta ayer no se había visto por ningún lado.

Si los protocolos son para prevenir y evitar que el problema sanitario se salga de control, no hay una razón válida para no decirle a la gente que cuando menos se cuide en estas fiestas, donde las reuniones sociales pueden convertirse en serios focos de infección.

En lugar eso, las autoridades estatales están mandando mensajes irresponsables de “estamos bien y vamos mejor”, que no hay de qué preocuparse, aunque el nombre de Chihuahua ya esté en los titulares de los medios nacionales, como uno de los estados con mayores brotes.

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Mientras que los cuerpos de seguridad en Juárez no agarran ni un resfriado, en los puentes internacionales siguen incrementándose los intentos de cruces de droga y los decomisos por parte de oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza.

En la última semana, fueron cuatro los cargamentos de metanfetamina, cocaína, heroína y fentanilo, interceptados en los cruces de Las Américas, en Ysleta y en Santa Teresa, donde estuvieron involucrados tres mujeres estadounidenses, una de ellas adulta mayor, y un mexicano, de 43 años.

Aunque toda la droga se cargó en los vehículos en Juárez, no se les dio seguimiento para llegar a los dueños de la droga, y las policías federales responsables de estas investigaciones se mantienen indiferentes a esos decomisos.

El primer decomiso ocurrió fue de 55 libras de metanfetamina, en el puente Córdova-Américas, donde fue detenida una ciudadana estadounidense de 65 años de edad, que intentó cruzar la droga escondida en su vehículo, pero no contaba con el olfato de los chuchos que la detectaron.

Posteriormente, en el mismo puente, un mexicano de 43 años quiso contrabandear 7 libras de cocaína, pero fue detectado en una revisión secundaria y ahora tendrá que pasar la Navidad tras las rejas.

Luego, la tercera intercepción, la más surtida en variedades de droga, ocurrió en el puente de Ysleta, donde otra mujer estadounidense de 36 años. fue detenida con cocaína, heroína y fentanilo, de todo como en botica.

Finalmente, en el paso internacional de Santa Teresa, cayó otra norteamericana de 28 años, con un vehículo cargado con 80 libras de metanfetamina, con valor de medio millón de dólares en el mercado negro.

Aunque existen convenios de intercambio de información entre las autoridades de los dos países, para el seguimiento de este tipo de casos, tal parece que del lado mexicano ninguna autoridad está interesada en seguirle la pista a los narcos, que pierden droga, siguen también intensificando sus envíos desde Juárez, utilizando hombres y mujeres de cualquier edad.

Los únicos decomisos que se reportan en esta frontera, los hace la Policía Estatal y eso, en cantidades pequeñas que manejan los grameros.

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Mal le fue ayer al exdiputado y expresidente de la Junta de Aguas, Antonio Andreu, que por abordar a la brava y sin cita de por medio al alcalde de Juárez, este lo dejó con un palmo de narices y hablando solo.

Esto pasó ayer al término de la sesión de Cabildo, que se alargó por dos horas y media, y ahí estuvo sentado el expolítico priista, esperando que terminara para abordar al alcalde.

Cuando finalmente concluyó la reunión, Toño Andreu se lanzó a interceptarlo diciéndole a viva voz “te ando buscando, a ver cuándo me recibes”.

El tono de bravuconada del tremendo Toño, tuvo una respuesta inmediata de Cruz, quien le dijo “a mí no me andes presionando así” y lo dejó hablando solo.

A lo mejor el eterno aspirante a alcalde, primero por el PRI y después por el Verde Ecologista, le quería vender seguros, su negocio, pero no cuidó las formas y menos delante de la prensa, que también se quedó esperando la entrevista acostumbrada con Pérez Cuéllar.