La reforma judicial que instauró el voto popular para elegir a personas juzgadoras está sacudiendo todos los poderes establecidos, en un proceso que ha puesto a prueba la capacidad operativa de las instituciones y la voluntad política de los distintos actores para sacar a marchas forzadas todos los plazos previos al 1 de junio, día de la próxima jornada electoral.

Hay dos procesos que corren en pistas paralelas, aunque la elección será convergente, el mismo día histórico, del que nos separan ya menos de cien días.

Por un lado, está la elección para juzgadores del Poder Judicial de la Federación y por otro, el que corresponde al Poder Judicial del Estado de Chihuahua.

Elecciones federales de carácter nacional para elegir ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también para elegir magistraturas electorales e integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial.

En lo electoral, todavía hay una subdivisión, ya que únicamente las magistraturas para la Sala Superior se elegirán en votación nacional, no así las que corresponden a Salas Regionales.

En esa misma pista federal, habrá otra elección distinta en cuanto al alcance y el cómputo, para votar en cada circuito (uno por cada estado del país) a las magistraturas de cada Tribunal y a las personas juzgadoras de cada Juzgado de Distrito. En Chihuahua hablamos del Decimoséptimo Circuito.

En la pista estatal, se elegirán únicamente dos niveles o tipos de cargo. Magistraturas y jueces de primera instancia y menores. Para las magistraturas, la elección y cómputo será de carácter estatal, para la de jueces, la división es por distritos judiciales (hay 14 en la entidad, con cabecera en las principales ciudades). En Juárez, al Distrito Judicial Bravos le corresponde el Distrito V. Esa es su nomenclatura para el órgano electoral.

El juarense que decida participar en el ejercicio democrático tendrá que hacer múltiples elecciones, no únicamente en cuanto a los niveles en los cargos (ministros, magistrados y jueces en los federal, magistrados y jueces en lo estatal), también en cuanto a la materia o especialidad en que se juzga.

Las opciones las tendrá en cada materia si hablamos de magistraturas y juzgados: Penal, Familiar, Civil, Laboral, Especializado en Justicia para Adolescentes en el nivel estatal, además de algunas de carácter Mixto. En lo federal, van también algunas materias agrupadas, como Civil y de Trabajo. Está la materia Penal, también la Laboral. Además, hay magistraturas en materia Penal y Administrativa(mixta).

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El proceso federal que inició primero va más adelantado. La semana que concluyó, se terminaron de diseñar las boletas electorales, luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) recibió de los tres Poderes, los listados de todos los aspirantes que pasaron las evaluaciones y las insaculaciones para convertirse en candidatos.

Hay seis modelos de boletas electorales, cada una con un color específico y elementos de seguridad para prevenir su falsificación.

Cada modelo de boleta corresponde a un cargo específico y cuenta con un código de color para distinguir cada elección:

Ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Pantone 2725U).

Magistradas y magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial (Pantone 564U).

Magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Pantone 7705U).

Magistradas y magistrados de Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Pantone 489U).

Magistraturas de Circuito (Pantone 687U).

Juezas y Jueces de Distrito (Pantone 603U).

En las boletas se incluirán las instrucciones sobre el número de candidaturas a votar y los nombres de las candidaturas, divididas en dos listados (mujeres y hombres), en orden alfabético y con un número identificador.

Los espacios para votar estarán divididos en dos recuadros, con una línea punteada para que el electorado escriba el número de su candidato elegido. En el caso de magistraturas de Circuito y jueces de Distrito, estos recuadros se diferenciarán por color, según la especialidad de la candidatura.

Cada boleta estará adherida a un talón foliado con número progresivo, pero el cuerpo de la boleta no tendrá folio.

Las boletas contarán con elementos de seguridad y tendrán un formato en tamaño carta o media carta, dependiendo del número de candidaturas en cada elección.

En todo el país estarán en juego el próximo 1 de junio, cerca de 900 cargos judiciales, entre jueces de Distrito, magistrados de Circuito e integrantes Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, además de magistrados del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial. Desde luego, también para ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En total, fueron 5 mil 379 candidatos que lograron llegar a las boletas federales para los distintos cargos.

Mientras que el INE organiza su estructura para la elección, lo que implica la conformación de las mesas directivas de casillas y la respectiva capacitación a los funcionarios, lo que restará en el proceso federal, básicamente es el arranque de las campañas. Empezarán el 30 de marzo y tendrán una duración de 60 días (hasta el 28 de mayo).

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En la pista estatal, apenas este fin de semana concluyó un arrebatado proceso de cribado de los nombres de quienes atendieron la convocatoria para la elección extraordinaria de personas juzgadoras.

Ya quedaron para la historia las imágenes que por separado generaron los Comités de Evaluación de cada uno de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), encabezando la última fase del proceso, la insaculación o sorteo.

Tómbolas transparentes, esferas con números, listados y papelitos con los nombres de los aspirantes, fueron los insumos en ese inédito ejercicio que dejó a la suerte la posibilidad de llegar a la boleta electoral, después de haber cumplido con los requisitos de la convocatoria y ser evaluada la idoneidad de los distintos perfiles.

Tan apresurado estuvo el proceso, que incluso omitieron los comités herramientas que se habían previsto para la evaluación, como las entrevistas con los aspirantes. Básicamente se fueron a la tómbola quienes pasaron el primer filtro respecto a los requisitos legales y la presentación de la documentación probatoria.

Algunos pocos espacios, sobre todo de jueces de primera instancia en distritos judiciales más remotos de la geografía estatal, fueron tan escasamente demandados, que quienes se inscribieron y libraron el primer filtro, pasarán a la boleta automáticamente, sin haber entrado a la insaculación.

En los hechos, se omitió una fase del proceso considerado en la convocatoria, la cual establecía que antes de la insaculación, cada comité integraría un listado para cada cargo de las diez personas mejor avaluadas de magistrados del Tribunal Superior de Justicia, diez magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, así como seis jueces de primera instancia y seis jueces menores del Poder Judicial, considerando siempre la paridad de género.

La tómbola era la parte final para que cada poder postulara hasta tres personas aspirantes para cada cargo de magistratura y de dos personas en el caso de los cargos de jueces y de primera instancia y menores.

Ahora, cada Poder deberá aprobar y validar sus listados derivados de ese proceso de insaculación, para remitirlos al Congreso del Estado, instancia que tendrá que aprobarlos en el Pleno, a más tardar el próximo 24 de febrero.

Los listados finales se deberán enviar al Instituto Estatal Electoral (IEE) a más tardar el 28 de febrero, e incluirán los nombres de las personas juzgadoras que hayan decidido no jubilarse o retirarse, sino participar en la elección, conforme al derecho que se les mantuvo a salvo en la nueva legislación.

Será entonces cuando el IEE haga lo que ya se hizo a nivel federal, en cuanto a diseñar las boletas electorales.

En la elección estatal estarán en disputa 305 cargos. Son 30 de las magistraturas del Tribunal Superior, cinco magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial y 270 de jueces de primera instancia y menores. A Juárez, es decir al Distrito 5, le corresponden 83 cargos en esos juzgados de primera instancia.

Un juarense podrá votar por las magistraturas que se computarán de manera estatal y por los jueces que compiten en su distrito. 

No sin polémica y hasta con impugnaciones formales de aspirantes que fueron excluidos de las listas y reclamaron violaciones a sus derechos ciudadanos, pero las distintas etapas del proceso se han ido superando y acomodando prácticamente con calzador.

Vendrá ahora la más dura prueba, con la organización de la elección convergente que se encaminará a la jornada del 1 de junio.

El juego quedará en los próximos días completamente en la cancha de las autoridades electorales, mientras que los candidatos deberán adentrarse en las reglas que para las nuevas campañas se han construido sobre la marcha.

Vendrá ahí uno de los mayores retos para la autoridad electoral, cuando en los hechos, las fuerzas políticas partidistas se involucren en las campañas que se supone le deberían de ser ajenas.

Campañas anticipadas, gastos de campaña, fiscalización, injerencias partidistas, son temas que estarán próximamente en la agenda pública.

También desde hoy se prevén complicaciones cuando se deba de ejercer el voto en las urnas. Como nunca en la historia electoral del país y del estado, se tendrán tantas boletas electorales con múltiples tipos de elección y opciones de nombres inscritos. La funcionalidad de las casillas y los conteos posteriores del voto, serán también retos pendientes de superar.

Sin duda que la democracia electoral tendrá su mayor prueba de fuego en la historia moderna, tanto en el terreno nacional como en el estatal.