El profe Martín Chaparro Payán dice que hasta que no tome el cargo como presidente municipal se va a enterar de cómo están las cosas en el municipio que le dejó encargado Cruz Pérez Cuéllar.
¡Bonita la cosa! en el Gobierno de Juárez va estar al frente alguien que dice desconocerlo. ¿Pues en dónde ha estado viviendo los últimos años?
El profe fue cuestionado en días recientes sobre el sello que le va a imprimir a su trabajo al frente del Gobierno Municipal y no es que precisamente que venga a tirarse a la vida cachetona, pero va a apoyar a todos los funcionarios en lo que pueda.
Más aún: la serie de denuncias que arrastra el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien desde hoy estará con licencia para buscar la relección el próximo 2 de junio, son para Martin Chaparro, el presidente suplente, meros rumores.
Es decir, el profe no viene a sudar calenturas ajenas. Lo de Cruz es de Cruz y que se vaya el diablo y que venga Jesús.
“Yo no voy a enfrentar ninguna responsabilidad. Yo le voy a dar seguimiento a lo que los actuales funcionarios del municipio están haciendo. Yo me voy a sumar al trabajo de ellos”, le dijo Chaparro a los reporteros.
Entonces viene algo así como a mantener la silla caliente, para que no se le enfríe a Cruz cuando regrese el 3 de junio, sea cual sea el resultado en las urnas.
Aunque muchos en el ambiente político le reconocen a usted como un morenista de cepa, y consideran que por primera vez en casi tres años va por fin gobernar Morena en Juaritos, pues con sus respuestas poco esperanzadoras, profe, ahora la raza de guinda se pregunta a qué viene y se responden a sí mismos ¡pos sepa!
Échele ganas en el encargo profe Chaparro, por lo menos fue sincero y ya dijo que no viene a hacer nada.
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Las personas que acompañan al nuevo y efímero alcalde andan brincando en un pie de pura felicidad porque hoy inicia sus funciones como presidente Municipal de Juárez.
Así sea “por dé mientras”, pero el hombre que fue sacado en vilo de la presidencia estatal de Morena está a partir de hoy instalado en la oficina que deja encargada, nada más por unas cuantas semanas, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien para estas horas ya anda chambeando de candidato.
Como quién dice: “ahí les va el “corrido” de Morena”.
Este domingo, simpatizantes del “profe” Chaparro organizaron un convivio “de bienvenida” para celebrar que un fundador de Morena, y veterano de batallas de grupos de izquierda, asuma el segundo cargo de elección popular más importante del estado.
Se trata del ayuntamiento que ejerce un presupuesto superior a los 8 mil millones de pesos; que gobierna a más de millón y medio de personas y que abarca al 40% del Listado Nominal de Electores.
Desde esa instancia de gobierno, saldrá buena parte de la operación electoral—digan lo que digan—que podría inclinar la balanza en este proceso 2024, cuando el electorado juarense votará por 9 diputados locales, 4 federales, dos senadurías, un ayuntamiento y una presidencia de la República.
Todo, en un solo día: el 2 de junio próximo.
Aunque sabido es que le dejan encargado el changarro, la gente cercana a Chaparro se preparó para el “gran evento” desde el 10 de abril pasado, cuando un grupo de sus allegados celebraron una reunión de trabajo para “trazar las líneas” de su efímera administración.
Aunque no durarán ni dos meses a cargo de este enorme Gobierno municipal, contemplan impulsar “proyectos ciudadanos” que pudieran ser compatibles con el Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024 y con el Presupuesto de Egresos para este año.
¡Qué lo disfruten!, porque, si todo sale como está previsto, el lunes 3 de junio regresa Pérez Cuéllar.
Pero ya para entonces, Chaparro y su gente bien podrá decir que “ya lo bailao quién se lo quita”.
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Ojo con la campaña que anda haciendo la candidata de la 4T a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
De su discurso, se puede inferir que ya da por hecho su victoria electoral, en vista de la amplia ventaja que le dan la mayoría de las encuestas, al menos las que se levantan cara a cara.
Resuelto ese asunto, ahora promueve—y lo vemos en sus nuevos anuncios propagandísticos—el “Plan C”, que consiste en que su corriente política se haga de la mayoría calificada en las cámaras del Congreso de la Unión: la de Diputados y el Senado de la República.
El detalle que llama la atención, además de dar por sentado que ya ganó, aunque falte más de un mes para las elecciones, es que la petición del voto legislativo es “por Morena”.
¡Ajá! Conque nada más por Morena ¿y los otros dos aliados de la 4T? ¿Qué se los lleve el tren?
Dice “voten por Morena”. En las inserciones que le corresponden al PVEM y al PT, les hace su respectivo “cariñito” a esos partidos, pero en reuniones de proselitismo y en actos públicos, el llamado es a votar por el partido guinda.
En Chihuahua, operadores de oposición e incluso los mismos morenistas han visto con buenos ojos—y escuchado con buena oreja—eso de que se centre en Morena.
“¡Qué bueno, a ver si el PVEM y el PT pierden el registro!”, nos dicen algunos de los pocos viejos lobos de mar que le quedan al PRIAN.
Será que no hay confianza en las lealtades de esos dos partidos, con un PVEM que la juega por cuerda propia en varios estados, incluido Chihuahua, y un PT que, al menos en esta entidad, más parece un integrante del bloque PRIAN-PRD que de la Cuarta Transformación.
A juzgar por esas vísperas, así con las lealtades que los vemos, el mentado “Plan C” se les irá hasta el final del abecedario.
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El fin de semana, la comunidad chihuahuense se sacudió con la noticia del hallazgo de cuerpos sin vida, depositados casi a la orilla de la carretera entre Chihuahua y Ciudad Juárez.
En primera instancia se mencionaba a siete cadáveres desnudos y apilados, luego, se habló de nueve, para finalmente confirmarse que fueron 8 los hombres muertos encontrados.
Los cuerpos, todos de sexo masculino estaban a la altura del kilómetro 38 de carretera libre a Ciudad Juárez. Habían sido brutalmente asesinados.
Apilados, desnudos, atados algunos de ellos, otros cercenados y uno más con una cartulina clavada con un cuchillo en el pecho con la leyenda “Chihuahua tiene dueño”.
Se trata de una de las más grandes masacres más atroces sucedidas en el municipio de Chihuahua al menos en lo que va del año.
Este hecho atroz ocurre cuando los tres niveles del estado tienen montado todo un operativo para contener los índices de violencia derivados por grupos criminales dedicados al tráfico de drogas y de personas.
En días recientes autoridades federales han trabajado en la contención de personas de extranjeras que son movilizadas hacia la frontera, así como también se efectúan operativos para contener el “huachicoleo”.
De momento, como ocurre en estos casos la mayoría de las veces, las identidades de las víctimas continúan en calidad de desconocidos, así como los probables responsables, de quienes se desconoce su paradero.
Así andan las cosas en la entidad más extensa de México.