Ahora sí que al doctor Salud, Felipe Fernando Sandoval Magallanes, a quien el saco de Salud del estado grande parece quedarle ídem, ya le afloró lo foráneo.
Sus decisiones como secretario de Salud dejan ver con claridad que no conoce el estado de Chihuahua, y mucho menos Ciudad Juárez.
Como dijo el Monje Loco “nadie sabe, nadie supo” cuál fue la razón de que el doc fuera traído de la Ciudad de México y nombrado secretario de Salud de Chihuahua.
“Cosas que solo suceden en la política”, dirán algunos.
La verdad es que el doc Salud se ha quedado corto, cortísimo, en lo que se refiere al nivel de atención que la salud de los chihuahuenses requiere.
Entre las múltiples insuficiencias en las que ha incurrido sobresale la gran simulación que ha representado su cacareado programa “Juntos por Ellas”, en el cual fingió una alianza con instituciones médicas públicas, privadas y asociaciones civiles para ofrecer servicios de detección oportuna de cáncer en la mujer.
El programa, que tenía como fin ofrecer de forma gratuita exploraciones clínicas de mama a mujeres de 25 a 39 años, y mastografías a adultas de 40 a 69 años, fue anunciado a bombo y platillo en la ciudad de Chihuahua en marzo pasado, y replicado en mayo aquí, en la frontera.
Aquel entonces el secretario dijo que, como nunca, en Chihuahua se unirían instituciones de salud como el IMSS, el Issste, Pensiones Civiles, el Hospital de la Mujer y el Hospital General para trabajar conjuntamente en el programa que tenía como fin la lucha contra el cáncer en las mujeres.
Cinco meses han pasado desde el anuncio en Juárez, y las promesas del trabajo conjunto nomás no cristalizan. ¡Vaya! Ni siquiera el personal médico de los centros de salud como el de Águilas de Zaragoza estaba enterado del programa Juntos por Ellas que tanto cacareó Sandoval Magallanes.
Tampoco hubo coordinación entre directivos de clínicas e instituciones de salud para promover y hacer las mastografías a las mujeres juarenses; y mucho menos se dio seguimiento para coordinarse y ofrecer tratamiento a aquellas mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama y que no cuentan con un seguro médico.
Ni qué decir de la falta de atención a programas de prevención y tratamiento de casos de rickettsiosis, que tiene como origen la proliferación de las garrapatas, y que cada año se viene acrecentando sin que haya medidas reales de prevención y mucho menos tratamientos para controlar el avance de la enfermedad.
Aquí, en la frontera, esta enfermedad infecciosa causada por bacterias conocidas como rickettsia ya ha cobrado la vida de decenas de personas, principalmente de pequeños, y el problema va en aumento.
Y del doctor Salud, ni sus luces.
La Secretaría a su cargo solo se ha dignado a informar que es casi imposible comprar el medicamento para atender dicha enfermedad, ya que, incluso, es difícil de obtener en Estados Unidos.
Parece que le pasó de noche que desde el año pasado ya el nivel de afección era muy grande y bien pudieron haber tomado medidas para obtener medicamento con antelación, previendo lo que podría ocurrir este año.
En lugar de eso, el doc se ha mostrado insensible ante este problema de salud, y esa insensibilidad queda clara con su ausencia en esta frontera y la falta de un equipo que lo apoye.
El tema de los riesgos que los pasantes de Medicina encuentran en las comunidades serranas de Chihuahua fue algo que puso también en evidencia su insensibilidad y desconocimiento de la entidad.
Le haría falta dejar la comodidad del escritorio desde el que despacha y darse una vuelta por las comunidades más recónditas del territorio chihuahuense, para al menos tener una idea de lo que representa en materia de carencias y riesgos para los jóvenes pasantes.
El doc solo se ha concretado a sentarse ante una mesa de seguridad, hacer un trazado de rutas para rondines frecuentes y poner a disposición del personal médico una línea telefónica directa con las autoridades para reportar cualquier situación que consideren riesgosa para su seguridad.
¿Sabrá lo que representa llegar a un poblado ubicado en el fondo de una barranca o en lo alto de una montaña de camino agreste?
Qué decir de sus declaraciones sobre el uso “no obligatorio” del cubrebocas.
Con afán protagónico, Sandoval declaró en días pasados a los medios que el cubrebocas ya no sería obligatorio, pero ante la falta de claridad al respecto, solo ha generado un grave problema de desinformación que provoca confusión entre los chihuahuenses.
O el doc no se acordó o creyó que era solo cuestión de decretarlo, pero el hecho es que no tomó en cuenta que existe una ley creada al respecto que primero debe ser modificada en el Congreso.
Estos desatinos y otros como la falta de medicamentos, de materiales de curación y de diversos instrumentos en los centros de salud y hospitales del estado, han hecho de la función de esta Secretaría el pan de cada día en cuanto a críticas y reclamos.
Nadie sabe de dónde está agarrado este secretario importado de la Ciudad de México.
Desafortunadamente para Ciudad Juárez y para la administración en turno, con este tipo de funcionarios no se conseguirá el humanismo que tanto se pregona, y todo por la ineptitud de un secretario que no tiene idea de lo que es la salud pública, que no conoce el estado, mucho menos la frontera y que falsea y simula.
Tal vez el doc creyó que su especialidad como anestesista serviría para adormecer, a punta de discursos y simulaciones, la impaciente necesidad de atención de calidad y la conciencia crítica de una comunidad harta de simulaciones. Lo dicho. Se ve, se palpa, que no conoce el estado de Chihuahua, y mucho menos Ciudad Juárez.