El “fotómetro” a favor de Maru… y ¿en contra del PAN?
En la “fotología” de la política mexicana, la colocación respecto a la figura central de la ceremonia es tan importante que casi casi es una fuente de poder. Salir o no salir ya es un problema, pero salir en una mala posición, o en una que sea de privilegio, cambia la colocación de las piezas de la política.
Así ha sido desde hace años y así fue en este 5 de febrero de 2023, en el aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván estuvo sentada justo detrás del presidente. Ninguno o ninguna de los gobernadores de Morena tuvo esa distinción, ni siquiera la “consen” Layda Sansores o la “hermana corcholata” Claudia Sheinbaum.
Esta estuvo en un lugar estratégico, justo detrás de su competidor en la carrera presidencial, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, como si le estuviera haciendo marcaje personal.
Pero vale la pena ver las fotos y ubicar no solo a la chihuahuense en la posición de privilegio detrás del presidente, sino todo su lenguaje manual y facial, para darse cuenta que trae su propia agenda en su relación con el jefe del Estado Mexicano y gran líder de la odiada –para el panismo– 4T.
En una de las fotografías, se ve claramente a varios de los gobernadores panistas y a Samuel García, de Nuevo León, con las manos abajo mientras el resto aplaudía con entusiasmo al presidente. En este grupo estaba la gobernadora de Chihuahua.
En el otro extremo de la primera fila, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, que ni siquiera se puso de pie cuando entró el presidente al recinto donde se celebraba el acto protocolario.
Ella, al igual que el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, también aparecen en las fotos con las manos abajo mientras los gobernadores morenistas, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México… y Maru Campos, se desvivían en sonoras palmas.
Mención aparte merece la fotografía que ha dado vuelta a las redes sociales, donde aparece Maru con las dos manos al frente, juntas, entrelazadas, junto a las del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La foto ahí queda y en una de esas se vuelve parte de la “fotología” con la que el morenismo ataje los embates del panismo oficial.