Como “el gran simulador”, calificó ayer la gobernadora Maru Campos a Javier Corral Jurado, cuando habló del montón de expedientes por denuncias que tiene en la Fiscalía General del Estado y en la Secretaría de la Función Pública, por fraude, desvío de recursos, peculado y lo que se acumule en los próximos días.
Ahora sí es un hecho, que el frustrado embajador va a ser llamado muy pronto por la justicia, para que responda por el batidero y caos que dejó en el estado, tras cinco años de un fallido y frívolo gobierno, aunque existen dudas de que el gran simulador dé la cara para enfrentar las carpetas de investigación que se le han acumulado por decenas.
Independientemente de las denuncias formales del Gobierno actual, por todas las irregularidades encontradas en finanzas y en la ejecución de obras (como la de la ruta troncal de transporte en Juárez), el góber bi(nacional) tendrá que responder por las que ya comenzaron a presentar los damnificados por los llamados Expedientes X, Jesús Esparza y Marcelo González Tachiquín, entre otros.
Nada más falta que Corral nombre como su abogado defensor a quien fuera su inquisidor estrella, Maclovio Murillo, convertido en los últimos meses en el ajonjolí de todos los moles, porque trabaja para todos los colores partidistas, mientras haya billete, verdad de Dios.
Si la gobernadora duda que Corral Jurado saque la casta, como los meros machos, y responda ante la justicia de cada una de las imputaciones que se le hacen, es porque alguna señal ha de haber enviado el binacional, como irse de inmediato a El Paso, para evitar algún calambre, como los que les puso sistemáticamente a los duartistas, cuando mandó por ellos a cualquier hora y en cualquier lugar donde estuvieran.
Ahora que le están dando una sopa de su propio chocolate, al paseño le faltarán manos para revisar los expedientes que se le están acumulando y que amenazan con hacerlo compañero de celda de su archienemigo César Duarte.
………………
Los niveles de contaminación en la ciudad se encuentran en umbrales críticos, gracias a que, por un lado, la Dirección de Transporte del Estado tolera la circulación de camiones chatarra humeantes y, por otro, la oficina de Ecología municipal está permitiendo la operación irregular de ladrilleras y recicladoras, que utilizan llantas como combustible.
Claro está que nada de eso es gratis. Los inspectores de transporte “vacunan” a los choferes de transporte contaminante, según la ruta que cubran y la frecuencia con que sean detectados; mientras que los de la Dirección de Ecología cobran 3 mil pesos “de guante”, o sea de entrada, a estas ladrilleras y recicladoras para dejarlas quemar llantas en sus operaciones.
Información de primera mano que recibió Mirone, revela que los mañosos inspectores de Ecología que fueron despedidos en la pasada administración –cómo estaría su nivel de corrupción para que hayan sido despedidos por un gobierno tan corrupto– regresaron por sus fueros en este trienio, con mucha hambre y las uñas muy largas y afiladas.
Tutuy y Viridiana encabezan al equipo de inspectores corruptos, encargados de visitar a recicladoras y ladrilleras, para bajar del macho a sus propietarios con 3 mil pesos, que hasta ahora no les han dicho si van a ser mensuales o es pago único.
Lo más divertido del asunto, si este realmente fuera cómico, es que la misma dependencia ha dicho que Juárez sufre de contaminación grave, y que en algunos sectores como el suroriente, alcanza niveles que superan los que registra la Ciudad de México, que ya son palabras mayores, y es la que tolera la quema de llantas, por ser el combustible más barato para las recicladoras y ladrilleras.
Si la titular de la dependencia, Socorro Yesenia Anaya, no sabe lo que los inspectores a su cargo andan haciendo en la calle, entonces que renuncie, porque la van a seguir poniendo en la cruz, cuando, por una parte, habla de los niveles de contaminación de la ciudad, que están literalmente por las nubes, y por otro, sus muchachitos los fomentan, haciendo sonar la caja registradora personal.
………………
Ahora que está en Juárez el ciudadano presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, los morenistas se preguntan si el superdelegado de Bienestar, Juan Carlos Loera, se atreverá a decirle que en esta frontera los ciudadanos insaculados como funcionarios de casillas para el referéndum de revocación de mandato, se niegan a participar.
De acuerdo con los datos del Inegi, 1 de cada 10 juarenses que resultaron agraciados en las listas de los funcionarios de casillas le hicieron fuchi guácala a sus nombramientos y rechazaron tajantemente la invitación.
Este desaire al polémico proceso de revocación del mandato presidencial, es un desaire al propio jefe de la nación, porque fue él quien lo promovió, no la ciudadanía. Por lo mismo, el que se atreva a comentarle el asunto al preciso, tendrá que explicarle también el pobre trabajo que se hizo para promocionar la participación en el referéndum.
………………
A la lista de aspirantes a dirigir el comité directivo estatal del PRI se sumó de última hora el nombre del ingeniero Ernesto Viveros Mendoza, impulsado por el grupo Unidad y Participación.
Mendoza Viveros tiene una larga trayectoria como servidor público, en obras públicas del Municipio y del Estado, así como presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Juárez, durante el reyesbaecismo.
Forma parte del grupo Unidad y Participación, uno de los pocos activos, con organización y militancia tricolor, que quedan en el estado.
Ernesto Mendoza, muy ligado al grupo político del exalcalde, ya finado, Jesús Macías Delgado, fue presidente de Unidad y Participación en años pasados y ha tenido cargos dentro del PRI municipal, además de ser consejero estatal.
La elección del dirigente estatal se llevará a cabo 30 días después de que el Comité Ejecutivo Nacional apruebe el método de selección abierta, propuesto por el consejo político. Con Mendoza Viveros, ahora son 4 los que quieren dirigir el PRI estatal y sueñan con poder despertar al gigante dormido: Georgina Zapata, el propio Alejandro Domínguez y el exalcalde de Aquiles Serdán, Ariel Fernández, así como el propio Mendoza.