“Hay que ser marrano, pero no trompudo”, dice el refrán, y no hay otro mejor para definir el cinismo con el que la empresa Promotora Ambiental de La Laguna, S.A. (PASA), envió ayer a un representante a la junta de aclaraciones del Comité de Arrendamientos y Servicios con la encomienda de quedarse con la concesión para la prestación de servicios para la recolección y transporte de residuos sólidos para el Municipio de Juárez, Chihuahua.
PASA, la empresa incumplida en cuanto al servicio de recolección de basura en la ciudad, que tiene convertido a Juárez en un chiquero, quiere seguir chupándole la sangre al erario público de la Heroica.
Aunque por ley esa empresa tiene derecho a participar, en esta ocasión no la verá tan sencilla como cuando hace 17 años consiguió el contrato para incumplir su servicio, ya que en estas licitaciones deberá competir con otras compañías interesadas.
Lo que deberán analizar cuidadosamente los integrantes del Ayuntamiento antes de entregar cualquier contrato, es el sentir que tienen los juarenses respecto a la calidad del servicio de PASA que durante años se ha destacado por su ineficiencia y valemadrismo, si me perdona usted el término.
No puede ni debe el Gobierno municipal permitir que le pinten una P en la frente, porque está más que visto que aunque dicha compañía cuente con los requisitos para participar en las licitaciones, también está claro que su principal característica es incumplir con lo que se estipuló en su contrato.
El caos generado por PASA, al día de hoy sigue teniendo a decenas de colonias sin servicio hasta por varias semanas, generando focos de infección, inconformidades y disminuyendo la calidad de vida de los juarenses.
Las autoridades deben tener claro que eso no debe volver a pasar y si pasa, ya no solo será responsabilidad de PASA, sino también de ellos, los que se reúnen cada 15 días para definir los destinos de Juárez.
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Durante el arranque del operativo “Unidos por Juárez”, en la ceremonia celebrada en la Megabandera el pasado martes 18 de julio, el general de División Diplomado de Estado Mayor, Eufemio Alberto Ibarra Flores, comandante de la 11ª Región Militar, recordó cómo esta ciudad hace 43 años vivía con alegría y prosperidad.
Citó el general cómo la avenida Juárez era un ejemplo de ello, cuando los comercios incentivaban el crecimiento de una ciudad. Eso fue hace 43 años, era 1980. Ciudad Juárez contaba en ese entonces con 718 mil 964 habitantes, menos de la mitad de los que en 2023 tiene, ya que según los censos al día de hoy se alcanza una población de 1 millón 512 mil 450 juarenses.
En 2023 Ciudad Juárez tiene poco más de mil colonias, pero probablemente en 1980 no superaba las 500, recordemos que el boom de la vivienda viene a explotar en Juárez a partir de la década de los noventas, cuando el crecimiento desmesurado de la ciudad acabó de paso con su reserva ecológica, pero esa es harina de otro costal.
Este breviario histórico le viene a Mirone a la mente como la única explicación lógica a la decisión que se tomó por parte del nuevo operativo especial que realizan las autoridades federales a través del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, con la colaboración de los Gobiernos estatal y municipal, al tomar solo menos del 1 por ciento de las colonias para conocer los problemas de Juárez.
Para implementar su nueva estrategia de seguridad, el Gobierno federal elaboró un diagnóstico, pero solamente fueron tomadas en cuenta 10 colonias para la estrategia nacional Constructores de Paz.
Los sectores donde se hace el diagnóstico son las colonias Centro, Chaveña, Parajes de San Isidro, Parajes del Sur, Plutarco Elías Calles, México 68, Hacienda Las Torres Universidad, Azteca, Villas de Alcalá y Sierra Vista.
Esas diez colonias equivalen apenas al 0.9 por ciento de las mil 022 colonias, condominios y fraccionamientos que tiene identificados el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP).
El Gobierno federal no tomó en cuenta a Riberas del Bravo, que es el punto de la ciudad que acumuló el mayor número de carpetas de investigación (mil 372) en el periodo del 1 de enero de 2019 al 30 de septiembre de 2022, de acuerdo a datos del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana, basado en información de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Otras colonias que dejaron fuera del diagnóstico son Parajes de Oriente (748 carpetas de investigación en el periodo referido), así como Senderos de San Isidro (707 carpetas), Urbi Villa del Cedro-Finca Bonita (661), División del Norte (613) y Felipe Ángeles (556 carpetas).
¿Hace falta decirles que el resultado de su diagnóstico saldrá mocho e impreciso?
Ese tipo de situaciones ocurren y han ocurrido y seguirán ocurriendo siempre porque se toman decisiones desde un escritorio lejano, allá por la capital del país, sin tomar en cuenta las necesidades reales que acontecen en una ciudad tan cambiante y creciente como la nuestra.
Da la impresión de que quienes realizaron el diagnóstico, se basaron en los recuerdos de la ciudad que vio el general de División DEM, Eufemio Alberto Ibarra Flores, un Juárez de hace 43 años.
Esa insensibilidad de la Federación que continúa viendo las ciudades del país como provincia, por no decir pueblos, es la que no le permite conectar con precisión en sus esquemas de seguridad acciones efectivas y por el contrario, siguen determinando sus objetivos con base en lo que creen que conviene para combatir la delincuencia y no en lo que en realidad se necesita.
Como ejemplo de lo anterior, le viene a Mirone el recuerdo del poco celebre titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, cuando vino en febrero del presente año a presumir que para reforzar la vigilancia, se utilizarían lanchas en el río.
Nadie le avisó a don Francisco, que el río, al menos por la zona de Juárez, hace años que casi no lleva agua. Así las estrategias. Luego se preguntan que por qué resultan fallidas.
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Y ya que hablamos de decisiones tomadas desde el centro, con la llegada y presentación del nuevo director de Transporte en la Zona Norte, Alberto Armando Martínez Baylón, el “Ironman”, –por aquellas de que se va a tener que dar un tiro con las chatarras móviles que actualmente brindan el servicio–, es un funcionario que proviene de chihuahuitas tierras del que ya nos dieron señales del por qué se decidió que él fuera el ungido para llevar las riendas de esa conflictiva Dirección.
Pues resulta que Martínez Baylón participó nada menos que en el diseño original del sistema BRT2, y pues bueno, está de más que le recordemos el bendito despapaye en el que se convirtió, usted ya lo conoce y padece, estimado lector, pues ahora don Alberto vendrá a corregir y enmendar los errores que se cometieron para hacerlo funcionar.
Aseguran que también va arreglar el BRT1, pero pues alguien no le avisó, como le pasó a don Francisco Garduño, que hace años la ruta troncal 1 dejó de funcionar, no hay ruta troncal, solo queda la infraestructura.
El funcionario encargado del chatarrero que circula por Juaritos, hizo el compromiso de hacer un trabajo 24/7 y como primeras acciones va a trabajar en conjunto con los concesionarios para hacer una reingeniería de las rutas.
La oficina que hoy ocupa el Ironman Martínez estuvo 11 meses acéfala y casi nadie lo notó. La renuncia del anterior director de Transporte Público en la Zona Norte, Ricardo Tuda Vargas, y su salida por la puerta de atrás el 20 de agosto de 2022, dejó tal y como estaba el changarro, un elefante blanco que no anda ni pa’trás ni pa’lante.
La realidad es que Gobiernos van y vienen y al transporte público siempre le han dado el trato de Cenicienta, ahí está con sus harapos a la espera de un hada madrina, o hado padrino, que en este caso que le venga a rescatar la dignidad.
Martínez Baylón, arquitecto de profesión y asesor técnico especializado en el tema urbanista, está consciente de que en Juárez se requiere que haya un sistema de calidad, pero también aclara que no hay una bola mágica que diga cómo hacerlo.
Aun así, el Ironman dio una lucecita de esperanza, al referir que hay casos exitosos en otras ciudades y ahora toca fabricar un “traje perfecto” para los usuarios en Ciudad Juárez. ¿Será?
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El dato se puede prestar a chunga, pero es real: en las próximas elecciones locales, a celebrarse en junio del 2024, habrá un Partido Republicano en las boletas, por el que los ciudadanos chihuahuenses podrán votar.
Nada que ver, nos dicen, con el “Grand Old Party”, el Partido Republicano que ha postulado a algunos de los gobernantes más mexicofóbicos y reacios a que su país reciba a migrantes indocumentados, aun cuando estos hagan grandes aportaciones a la economía estadounidense.
La Sala Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) confirmó la sentencia que antes había emitido el Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua, la cual ratificó el registro a “México Republicano Chihuahua”, nombre que tiene el nuevo partido local.
De ese modo, el máximo tribunal electoral “bateó” las impugnaciones tanto del PRI como de Movimiento Ciudadano y le dio vida, ahora sí en firme, a la nueva agrupación política para que pueda postular candidaturas el año próximo.
Hace unos días, el mismo tribunal confirmó el registro del partido “Pueblo”, también de carácter local.
El presidente de Chihuahua Republicano es el analista político Juan Iván Peña Neder que tiene un largo historial como priista y como cercano a la maestra Elba Esther Gordillo.
Fue dirigente de Redes Sociales Progresistas, el partido que no logró consolidar su presencia en las elecciones del 2018, pero ahora va por el registro definitivo como partido local.
Para ese efecto, ambos deberán recabar al menos el 3 por ciento de la votación válida que se emita en las elecciones legislativas del 2024. Si no, “hasta la vista, baby”.