¡En la torre!, el capital Centinela anda muy retrasadito con su Torre ídem.
Como a este Mirone le encanta meter sus narices por todas partes, fuimos a dar al mero centro histórico, ahí donde están los trabajos para construir la Torre Centinela de 20 pisos, el centro de mando de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para operar la Plataforma Centinela en todo el estado.
Pues resulta que ni medio piso se ha construido. Todavía no terminan con los cimientos y no se ven muy apurados, porque la mañana del martes que nos paramos en la Abraham González y Pino Suárez, apenas se veían unos cuantos trabajadores en la obra.
Se encontraban ahí una monumental grúa y un par de trascabos, en el interior del predio, pero no en operación. Impresionan las dimensiones de la maquinaria y de las estructuras de acero que ya se instalaron para soportar el peso de todo el edificio, pero nada más.
El punto es que ya transcurrieron poquito más de 14 meses desde aquel 10 de agosto del 2022 en que se dio el banderazo de arranque para la obra que le tocó licitar al secretario Gilberto Loya Chávez, quien pidió un presupuesto de 4 mil 200 millones de pesos para toda la plataforma tecnológica, y siempre dijo que la Torre se llevaría entre un 15 y un 18 por ciento de los recursos. Luego se conoció que el proyecto a pagar en cinco años alcanzó los 4 mil 700 millones, para toda la plataforma, con su tecnología y equipamiento, además de la habilitación de 13 subcentros regionales.
En la más baja de las proyecciones, el costo de la Torre Centinela sería de 630 millones de pesos. En la más alta, alcanzaría hasta 846 millones, con el porcentaje del 18 por ciento, con la cifra de 4 mil 700 millones.
Aquel 10 de agosto también se informó que, conforme al contrato otorgado a la empresa Seguritech, la Torre Centinela se edificaría en 18 meses. Ya pasaron 14 y nomás restan cuatro de ese plazo original, por lo que es evidente el rezago, cuando no están concluidos los trabajos de cimentación.
El capitán Centinela no ha informado hasta hoy las causas del retraso, y seguramente pronto se anunciará la ampliación de plazos para terminar la edificación. Nomás con que no vayamos a tener ahora alguna “Torre Eterna”, como aquel puente que así se bautizó, porque su construcción duró dos años, allá en bulevar Zaragoza y avenida De las Torres. Y nomás era una obra de 28 millones de pesos para ejecutarse en 240 días.
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Comentamos ayer que muchos grillos morenos seguirían la visita de Claudia Sheinbaum a Chihuahua para ver el juego de los distintos liderazgos de la 4T que traen sus propios proyectos para el 2024.
Pues en la encerrona de la capital del estado, la correspondiente a la estructura que operó la interna con el comité #EsClaudia, junto a legisladores estatales y federales, además de consejeros y dirigentes morenistas y de los partidos aliados, no estuvieron ni el alcalde Cruz Pérez Cuéllar ni el súperdelegado Juan Carlos Loera.
No era para funcionarios públicos el evento. Cruz había dicho que sí iría para darle la bienvenida a la exjefa de Gobierno. Ninguno se animó. Igual si hubieran recibido la invitación, estaba para pensarse, por aquello de incurrir en alguna violación o delito de carácter electoral.
Ya en la tarde, en Parral, en evento masivo y fuera de horario laboral, la situación fue otra muy distinta, con jugada mayor para los distintos liderazgos.
Entre los incidentes más comentados en la capital, estuvo el abucheo que se llevó la presidenta del Congreso del Estado, Adriana Terrazas Porras, a quien su condición de morenista parece que únicamente se la reconoce el dirigente nacional Mario Delgado, quien acompañó a Claudia Sheinbaum en la gira, al igual que el vocero del movimiento, Gerardo Fernández Noroña.
Hasta afuera del Salón Sunion del Hotel Mirador, en la ciudad de Chihuahua, se escuchó la rechifla para quien repitió como presidenta del Congreso, porque así lo quisieron diputadas y diputados del PAN y del PRI, no los integrantes de la bancada de Morena.
Estuvo feo el momento. Al unísono, se repitieron los gritos de ¡fuera! y ¡traidora! en contra de la legisladora juarense que llegó a la curul bajo las siglas de Morena, pero sigue la agenda del PRIAN.
Entre los políticos a quienes correspondió recibir en el aeropuerto a la virtual candidata presidencial, se encontraban el diputado local por Juárez, Benjamín Carrera y la exdiputada del Partido Verde, Brenda Ríos.
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El dirigente estatal del PRI, Alejandro Domínguez, soltó ayer toda la sopa respecto a las complicaciones que trae la negociación con el PAN para conformar la alianza electoral rumbo al 2 de junio del 2024.
En el hotel Gamma fue el encuentro con periodistas a quienes presentó el proyecto alternativo de Presupuesto de Egresos de la Federación que impulsa el Frente Amplio por México, pero ya en la parte de preguntas y respuestas detalló los desencuentros “en buen plan” con la dirigencia azul, en torno a cómo podrían repartirse las candidaturas para la elección estatal.
Mientras que el PAN quiere alianza parcial, el PRI va por la alianza total. Domínguez lo dijo con todas sus letras: los tricolores van por el todo o nada. Así de plano. Si la alianza no es en todo el estado para todos los cargos, no hay convenios. “Preferimos ir solos”, aseguró el presidente.
Dijo que se sinceraba de esa manera “dentro de las franquezas electorales”, luego de que el PAN intenta cambiar la pichada respecto a la alianza total que ya se venía platicando desde agosto.
Lo que no le pareció a Domínguez es que el PAN aplique un principio convenenciero de decir vamos con el PRI nada más donde lo necesitamos. Según el dirigente priista, la premisa fundamental de la alianza es no atomizar el voto, no confundir a la gente y evitar que Morena logre mayoría en el Congreso del Estado.
Con la alianza parcial, de acuerdo con el tricolor, se pone en riesgo la elección local y “no se beneficia a Chihuahua”.
Además de querer la alianza total, el PRI propone gobiernos de coalición en los municipios, más allá de las regidurías, para que el reparto alcance posiciones en la estructura municipal, de acuerdo a los porcentajes de votación aportados por cada partido a la alianza.
Ese arreglo, asegura Domínguez, tendría que agregarse como una cláusula al convenio de coalición, con el incentivo de que todos los partidos trabajen igual por el objetivo común.
Respecto a la elección federal, los acuerdos y repartos corresponden a las dirigencias nacionales de los partidos que integran la alianza, aunque sí compartió el presidente del PRI que Chihuahua le está proponiendo al CEN, reservar al tricolor la segunda fórmula para el Senado, así como cuatro de los nueve candidatos para los distritos federales que corresponden al estado.
Específicamente, el PRI chihuahuense pidió encabezar el distrito correspondiente a Parral, el de Delicias o en su defecto el de Cuauhtémoc, además de uno de Juárez y otro de la capital del estado.
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Como las reformas electorales que se aprobaron en el Congreso del Estado el pasado 28 de junio, fueron bastantes y sin mucha difusión antes o después de la discusión en la Torre Legislativa, poco se destacó una novedad en cuanto al reparto de regidurías por la vía plurinominal.
Mirone cayó en cuenta hasta ayer que el tema lo abordó el dirigente estatal del PRI, a la hora en que platicó los escenarios de negociación que mantiene su partido con el PAN para el reparto de posiciones.
Ese cambio se consideró en la reforma al artículo 106 de la Ley Electoral del Estado de Chihuahua, el cual establece que cada uno de los partidos políticos deberá registrar listas propias de candidaturas a regidurías por el principio de representación proporcional.
Esa lista es distinta a la planilla que acompaña la candidatura a la alcaldía para la elección de mayoría, aunque se queda abierta la posibilidad de que se repita un porcentaje de los nombres.
“Las candidaturas que integren la lista de representación proporcional pueden ser iguales que las postuladas mediante la planilla de mayoría relativa hasta en un cuarenta y cinco por ciento, de acuerdo con lo que determine cada partido político o candidatura independiente. Esta lista será utilizada en todos los casos para la asignación de las regidurías de representación proporcional y en caso de que la asignación corresponda a una fórmula de la lista de representación proporcional que ya estuviera integrada en la mayoría relativa, la asignación se recorrerá a la fórmula siguiente en el orden de la propia lista atendiendo el principio paridad de género”, detalla la legislación que apenas se estrenará en la elección del 2024.
La reforma también obligó a garantizar la integración paritaria del ayuntamiento, por lo que las listas de representación proporcional de regidurías deberán iniciar con género distinto al de la primera fórmula de regiduría de la planilla de mayoría.
El chiste del asunto es que el reparto de posiciones en el Ayuntamiento a los partidos perdedores de la elección tomará únicamente en cuenta la nueva segunda lista presentada por los partidos, no la planilla que compitió en la elección.